Divorcios varios

Tengo o¨ªdo que cuando m¨¢s divorcios se producen es en verano. Razones, varias. Mucho tiempo juntos, la m¨¢s com¨²n. Una amiga opina que la cuesti¨®n es que hay mucha luz y poca ropa. Un d¨ªa, charlando, me distraigo con tremenda visi¨®n y pienso que hay divorcios que resultar¨ªan beneficiosos. La se?ora Cebada y ese hombre hace tiempo que tendr¨ªan que haber decidido que lo suyo no ten¨ªa buen futuro. Pero ah¨ª siguen. ?l agarra con fuerza y la besa en profundidad. Se le ve tan feliz. Muerta de envidia ante tanto gozo, me lanzo a imitarlo. No sabr¨ªa decir si fue el calor o el ansia por alcanzar ese cl¨ªmax pero declaro que lo nuestro fue amor a primera vista. Inseparable de mi vino blanco durante a?os me perd¨ª en la dorada infidelidad. Admito que aquella primera opini¨®n deber¨ªa hab¨¦rmela aplicado, pues desde el comienzo de mi t¨®rrido romance he tenido que trampear con el ojal de mis pantalones y faldas. Y tras algunas noches de loca pasi¨®n me he visto obligada a recurrir a tijeras, aguja e hilo. Tras abandonar una estable relaci¨®n con mi delicioso Riesling y aquella aventura espumosa, tome el camino que toda mujer debe tomar en alg¨²n momento. Di el s¨ª. S¨ª al agua.