La Comunidad ocult¨® una sexta muerte del brote de legionelosis

Madrid sufri¨® entre octubre y noviembre del a?o pasado uno de los peores brotes de legionelosis vividos en Espa?a. Se produjeron 47 contagios. Los inspectores de Sanidad peinaron durante d¨ªas los distritos de Centro y de Retiro en busca del foco de la infecci¨®n. Los afectados ten¨ªan en com¨²n que viv¨ªan, trabajaban o hab¨ªan pasado por una de esas zonas. El 27 de noviembre Sanidad dio por cerrado el brote. Y a partir de entonces, nada m¨¢s se supo. El departamento que dirige Javier Fern¨¢ndez-Lasquetty se neg¨® a ofrecer m¨¢s informaci¨®n sobre el episodio. "Est¨¢ cerrado", repet¨ªa un portavoz. Sin embargo, las v¨ªctimas no fueron cinco, tal y como comunic¨® oficialmente la Comunidad de Madrid. Una sexta persona, una mujer de 75 a?os, tambi¨¦n falleci¨® a causa del brote.

Un documento reciente elaborado por la Direcci¨®n General de Ordenaci¨®n e Inspecci¨®n, al que ha tenido acceso EL PA?S, revela que el episodio madrile?o fue tres veces m¨¢s mortal que la media de todos los ocurridos en Espa?a en la d¨¦cada 1999-2009. Su letalidad fue del 12,6%, mientras que la media de los 501 brotes de legionelosis contabilizados en Espa?a fue del 4,1% (138 fallecimientos). Entre 2006 y 2008 solo se notificaron dos brotes con 10 o m¨¢s casos, seg¨²n un informe del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa de noviembre de 2010.

Los fallecidos en Madrid fueron cuatro hombres y dos mujeres, con edades comprendidas entre los 55 y los 92 a?os. Sanidad asegura que no dio a conocer la sexta v¨ªctima porque el an¨¢lisis que demostraba su relaci¨®n con el episodio lleg¨® m¨¢s tarde.

El brote empez¨® el 20 de octubre de 2010, cuando se declararon tres casos de legionelosis ingresados en un hospital. A medida que pasaban los d¨ªas se incrementaba el n¨²mero de afectados. Las encuestas epidemiol¨®gicas a los enfermos permitieron situar el posible origen de la infecci¨®n en el centro de la capital, un ¨¢rea muy densa, con centenares de torres de refrigeraci¨®n, que se convirtieron en el principal objetivo de los expertos de Sanidad.

La consejer¨ªa moviliz¨® a medio centenar de personas, entre epidemi¨®logos, microbi¨®logos, inspectores de Salud P¨²blica, expertos en Sanidad Ambiental y en georreferenciaci¨®n. Realizaron 488 inspecciones a torres de refrigeraci¨®n. El documento, que se present¨® en una jornada t¨¦cnica celebrada en junio, se?ala graves deficiencias en los sistemas de control de esas instalaciones. El origen del brote nunca se encontr¨®.La exhaustiva labor de inspecci¨®n de la Consejer¨ªa de Sanidad permiti¨® destapar el deficiente mantenimiento de las torres de refrigeraci¨®n del centro de la capital. Los inspectores encontraron instalaciones contaminadas por legionela, con condiciones "higi¨¦nico-sanitarias deficientes", torres mal ubicadas o con dif¨ªcil acceso y torres fantasma, es decir, en funcionamiento pero sin haber sido notificadas tal y como obliga la legislaci¨®n. Comprobaron tambi¨¦n que, pese a ello, en los registros peri¨®dicos de las instalaciones, llevadas a cabo por empresas de mantenimiento, las condiciones del agua se hab¨ªan considerado correctas. Sanidad impuso 40 sanciones a los titulares de las torres.

Los inspectores tomaron muestras de agua en 153 torres de refrigeraci¨®n. En una de cada cuatro (38) los recuentos fueron positivos, es decir, encontraron la bacteria legionela. Los expertos examinaron los partes de las revisiones peri¨®dicas anteriores y constataron que solo en una de esas 38 torres los an¨¢lisis hab¨ªan dado positivo. Su conclusi¨®n fue que las condiciones higi¨¦nicas de las instalaciones eran "deficientes". Por ejemplo, seg¨²n detalla el documento, en m¨¢s de una tercera parte de las torres con legionela hab¨ªa corrosi¨®n, incrustaciones o lodos. Se encontraron tambi¨¦n "conductos o balsas deteriorados", "relleno en mal estado de conservaci¨®n", "separador de gotas con dep¨®sitos salinos o en malas condiciones", etc¨¦tera.

La legionela es una bacteria que vive en los h¨¢bitats acu¨¢ticos. Desde all¨ª puede colonizar las redes de abastecimiento de las ciudades y llegar a torres de refrigeraci¨®n u otras instalaciones. Si hay agua estancada y la temperatura es templada, se multiplica. Las bacterias se trasladan por el aire en aerosoles (gotas diminutas) y pueden ser inhaladas, llegar a los pulmones y comenzar la enfermedad, que no se contagia de persona a persona ni bebiendo agua contaminada.

El buen mantenimiento de las torres de refrigeraci¨®n -as¨ª como de otras instalaciones como sistemas de agua caliente sanitaria o fuentes ornamentales- es vital para evitar la proliferaci¨®n de la bacteria. Cuando se descubri¨® el brote, y a partir de los puntos comunes que se?alaron los afectados, los inspectores revisaron las torres en un radio de 500 metros. Lo hicieron a partir de un registro de torres y de condensadores evaporativos que gestiona la Comunidad de Madrid. Los propietarios y las empresas instaladoras est¨¢n obligados a notificar, en el plazo de un mes desde que empiezan a funcionar, d¨®nde est¨¢n y qu¨¦ caracter¨ªsticas t¨¦cnicas tienen. Pero es un sistema de autocontrol. Son los propietarios los que se encargan de pasar las revisiones y de asegurarse de que no hay zonas sucias en las que se acumulen las bacterias. Las inspecciones durante el brote descubrieron 35 torres sin notificar en pleno centro de la capital. El 46% eran mantenidas por empresas contratadas, destaca el documento. Otras 12 estaban mal ubicadas (el 58%, mantenidas por empresas).

La ponencia de la Direcci¨®n General de Ordenaci¨®n e Inspecci¨®n parece apuntar a estas firmas como las culpables. Destaca, por ejemplo, que el 92% de las torres contaminadas con legionela estaban mantenidas por empresas contratadas. El 46% de las no notificadas tambi¨¦n. Tambi¨¦n se?ala que solo dos compa?¨ªas realizan el mantenimiento de la gran parte de las torres en las que se encontr¨® mayor concentraci¨®n de la bacteria. Adem¨¢s, varias de las empresas compart¨ªan el mismo director t¨¦cnico. "Los elevados recuentos en algunas instalaciones evidencia que el mantenimiento realizado por las empresas contratadas no ha sido el adecuado", concluye el documento. "La torre de refrigeraci¨®n es un sistema eficiente", a?ade, y recomienda su uso, pero con una advertencia: "Requiere un mantenimiento riguroso para que no suponga un riesgo para la salud de la poblaci¨®n".