La peor vecina de Llavaneres
Un alga causa decenas de casos de trastornos respiratorios tras colonizar la costa del municipio - El Ayuntamiento descarta por ahora prohibir el ba?o
Bordeando el paseo mar¨ªtimo de la playa de Sant Andreu de Llavaneres (Maresme) un espig¨®n cubierto por bloques de piedra otorga a la zona un color marr¨®n cobrizo. Entre las algas adheridas a las piedras se ha reproducido la ostreopsis, cuya presencia ha causado decenas de casos de rinitis, conjuntivitis y otros problemas respiratorios a ba?istas y turistas que pernoctan en los apartamentos en primera l¨ªnea de playa.
"Se trata de una especie de microalga que vive encima de un alga mayor. A partir de esta uni¨®n se crea un muc¨ªlago (una pel¨ªcula similar al lodo) que debido al oleaje y a la meteorolog¨ªa termina concentr¨¢ndose en el mar", explica la investigadora del CSIC Magda Vila, que lleva varios meses analizando la composici¨®n de esta alga. "Este agrupamiento en el agua forma una espuma marr¨®n de la que surgen unas micropart¨ªculas que se desplazan por el viento hasta la costa", matiza Vila.
La 'ostreopsis' oblig¨® a hospitalizar a 115 ba?istas en G¨¦nova hace siete a?os
Ante las posibles complicaciones sanitarias, el Ayuntamiento ha instalado carteles que advierten a los ba?istas de la presencia de estas algas. "Es necesaria una exposici¨®n continuada a las micropart¨ªculas para que la persona que las respire empiece a encontrarse mal; no bastar¨ªa con estar solo un par de horas", sentencia Vila, y a?ade: "Con alejarte de la zona es suficiente para que desaparezcan los efectos".
Desde el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona se realizaron meses antes del verano mediciones de ostreopsis en el mar, pero no se llegaron a localizar concentraciones potencialmente peligrosas. "A pesar de que hab¨ªamos encontrado unos niveles muy bajos, el bloom [crecimiento exponencial de la poblaci¨®n de ostreopsis] se ha producido debido al mal tiempo que hemos tenido las ¨²ltimas semanas", afirma la investigadora. "Son organismos unicelulares con forma de l¨¢grima que se alimentan de los peque?os micronutrientes del mar y que pueden realizar la fotos¨ªntesis", aclara Cesar Blanch¨¦, catedr¨¢tico de Bot¨¢nica de la Universidad de Barcelona.
No existe una manera concreta de terminar con esta microalga, ya que se desconocen sus caracter¨ªsticas. "Se descubrieron en los a?os setenta en las islas del Pac¨ªfico y una d¨¦cada m¨¢s tarde en el Mediterr¨¢neo. A¨²n se est¨¢n realizando diversas pruebas para poder determinar su secuencia gen¨¦tica, ya que no siempre es f¨¢cil localizarlas", advierte Blanch¨¦.
Respecto a sus efectos en la fauna marina, los an¨¢lisis m¨¢s recientes determinan que esta alga afecta principalmente a especies de escasa movilidad como estrellas y erizos de mar. "No provocan ninguna reacci¨®n si se tocan, solo si se inhalan o se ingieren. En todos estos casos la dosis es determinante para sus efectos", aclara el experto en bot¨¢nica.
A pesar de que por el momento no se ha registrado un cuadro masivo de afectados, hace siete a?os en G¨¦nova (Italia) la ostreopsis oblig¨® a la hospitalizaci¨®n de 115 ba?istas aquejados de diversos problemas respiratorios, urticarias e incluso fiebre. En aquel momento se decidi¨® prohibir el ba?o durante tres d¨ªas, algo que de momento no se prev¨¦ desde el Ayuntamiento.
"Nosotros informamos a los ba?istas de la situaci¨®n y de que si se encuentren mal acudan al centro de atenci¨®n primaria para que les abran una notificaci¨®n, pero las banderas las colocamos en funci¨®n de la calidad del agua y de las corrientes, no de las algas", asegura Oriol Mas, socorrista de la playa.
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