Atrapados en el turismo de bajo coste
El modelo 'low cost' sale caro - Tras los incidentes en Lloret de Mar, parte del sector pide a la Administraci¨®n que lidere un cambio
Una jovencita con tacones de infarto recorre el centro neur¨¢lgico de Lloret de Mar (Girona) repartiendo propaganda de una discoteca. "Es el ¨²nico sitio elegante", vende al turista. "Hay mucha seguridad, m¨²sica espa?ola, tranquilidad y no se admite la entrada a borrachos", insiste para convencer. Lloret, con cerca de 40.000 habitantes, tiene 25 discotecas, 27 bares musicales, siete salas de fiestas... Cuando de comer y de dormir se trata, el visitante puede elegir entre 261 bares y restaurantes y 31.222 camas hoteleras.
Unos n¨²meros mareantes que se traducen en pol¨ªticas de bajos precios para atraer un turismo masivo, conocido como de low cost. El a?o pasado, m¨¢s de un mill¨®n de personas visitaron Lloret, que logr¨® la apabullante cifra de m¨¢s de cinco millones de pernoctaciones. La otra cara de la moneda son las batallas campales de j¨®venes turistas contra polic¨ªas que se han vivido esta semana. La madrugada del jueves, los Mossos d'Esquadra detuvieron a 20 j¨®venes (la mayor¨ªa entre 18 y 22 a?os) por destrozar mobiliario urbano. El lunes, tambi¨¦n de madrugada, 400 personas protagonizaron disturbios en el centro de la ciudad. Ya en 2004, a ra¨ªz de unos incidentes similares, la ex consejera de Interior, Montserrat Tura, lo bautiz¨® como turismo de borrachera.
"Sobran turistas que no contribuyan a la rentabilidad", dicen en Exceltur
Playa de Palma cuenta con un proyecto que prev¨¦ eliminar oferta
"Lloret juega su papel en su entorno", opina un empresario
"No hay consenso para el cambio entre los hoteleros", dice uno de ellos
El alcalde de la ciudad, Rom¨¤ Codina (CiU), considera que los incidentes han marcado un "punto de inflexi¨®n". La ciudad ha de cambiar de modelo: las discotecas deben cerrar antes y el turista, asumir que Lloret no es una ciudad sin ley.
?Pero realmente es posible? ?Lloret, con tantas camas de hotel casi como poblaci¨®n nativa, puede realmente afrontar el cambio? "Es un trabajo de sentarse empresarios y Administraciones p¨²blicas. Renovar zonas obsoletas y reinventar el destino en otra oferta", defiende el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Agencias de Viajes (FEAAV), Rafael Gallego. A su entender, hace falta "estrujarse el coco" para buscar una f¨®rmula nueva.
"El sector tur¨ªstico es muy heterog¨¦neo, existe una escasa cohesi¨®n. Las Administraciones son las ¨²nicas que pueden ayudar a conducir la reconversi¨®n. Y no solo a trav¨¦s de las normas, sino desde un punto de vista de liderazgo", a?ade Jos¨¦ Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur (que agrupa a empresas de peso del sector, como Sol Meli¨¤, Barcel¨®, RiU Hotels, Orizonia, Amadeus y tambi¨¦n a Renfe e Iberia).
Eso dice la teor¨ªa. Pero, en la pr¨¢ctica, los expertos no encuentran un modelo de ciudad con un perfil similar al de Lloret que haya logrado cambiar su posicionamiento en el mercado tur¨ªstico. "Hay algunas iniciativas que tibiamente lo est¨¢n intentando, como Playa de Palma, que ten¨ªa un gran plan de reconversi¨®n complejo, que est¨¢ teniendo dificultades pol¨ªticas y empresariales", cuenta Zoreda.
Playa de Palma tiene mucho en com¨²n con Lloret. Aunque no sufre batallas campales, la zona tiene 40.000 camas hoteleras y una amplia oferta de ocio nocturno, con turistas que buscan el "todo incluido, beben garraf¨®n y est¨¢n tirados en la playa", cuenta el presidente del consorcio Playa de Palma, ?ngel Gij¨®n. La entidad (formada por el Gobierno central y el auton¨®mico, los Ayuntamientos de Palma y Llucmajor, y el consejo insular) se cre¨® expresamente para poner fin a esa situaci¨®n.
"Primero hemos hecho una ley espec¨ªfica que da la autoridad urban¨ªstica al consorcio", explica Gij¨®n. El plan de rehabilitaci¨®n, a 20 a?os vista, prev¨¦ invertir 3.500 millones en la zona para expropiar, derribar edificios y renovar instalaciones. El proyecto, sin embargo, est¨¢ parado por la oposici¨®n vecinal a las expropiaciones. Hasta el momento, solo en estudios y proyectos se han invertido 20 millones.
Internacionalmente, Ricardo Santom¨¤, experto en calidad tur¨ªstica de la escuela TSI Turismo Sant Ignasi, se refiere a Miami Beach y a Acapulco como ejemplos de reconversi¨®n. Ambas sufr¨ªan un turismo de baja calidad de sol, playa y ocio nocturno. "Han logrado involucrar a las partes: al sector p¨²blico y privado", explica Santom¨¤. Tenerife, a?ade, est¨¢ haciendo un esfuerzo tambi¨¦n para conseguir el sello de un turismo m¨¢s ecol¨®gico y no vivir ¨²nicamente del sol y la playa.
Una reconversi¨®n que, en todos los casos, pasa por grandes inversiones y el cierre de camas hoteleras. "En determinadas zonas del Mediterr¨¢neo se creci¨® mucho en n¨²mero de camas sin valorar las consecuencias. Dif¨ªcilmente se puede cambiar la situaci¨®n si no se hace desaparecer esa fuente de producci¨®n indemnizando a los empresarios", defiende Gallego.
"Sobra capacidad de alojamiento y sobran turistas que no contribuyan a una rentabilidad social y econ¨®mica en el tiempo", a?ade Zoreda, que matiza que no se busca el veto, pero s¨ª potenciar un turismo que asegure la "rentabilidad econ¨®mica y que no comprometan la imagen de un destino, como Lloret o Salou". "Turistas que vengan a una semana a 200 euros con transporte incluido dif¨ªcilmente rentabilizan las infraestructuras p¨²blicas y privadas que requieren", explica.
Pero hay quien ve en los recortes de oferta una pol¨ªtica muy agresiva que puede perjudicar a la econom¨ªa local, y m¨¢s en un contexto de crisis (el turismo en Espa?a representa el 10% del PIB y m¨¢s del 11% del empleo, seg¨²n datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo). "Lo l¨®gico ser¨ªa reducir la oferta e invertir. Pero la situaci¨®n global no est¨¢ como para eso. La demanda es la que manda y si hay un touroperador que quiera un precio bajo, habr¨¢ un hotel dispuesto a d¨¢rselo", sostiene Bruno Hall¨¦, socio de la consultora Magma Turismo.
Los hoteleros en Lloret de Mar admiten que no se ponen de acuerdo entre ellos para cambiar el modelo. "No hay consenso en el sector, aunque se intent¨® en su d¨ªa. Ya ni se saca el tema", explica Antonio Casals, director de hotel Helios, ubicado en el centro del municipio. El establecimiento es una de las excepciones en la ciudad porque no acepta a grupos de j¨®venes ni ofrece precios de todo incluido por 30 euros, pero admite que las agencias de viaje llenan parte de las 400 plazas que tiene. "Ojal¨¢ alguien diese con la soluci¨®n, pero lo veo muy complicado", lamenta. Esa falta de consenso dificulta la posibilidad de subir precios, algo que algunos expertos ven como una medida a corto plazo para mejorar. "Hay que decidir si quiero ingresos por precio o por cantidad", sostiene Santom¨¤. Pero los hoteleros temen la cama vac¨ªa. "Existe el riesgo que mucha gente acabe en el paro", augura Casals. En agosto del a?o pasado, los hoteles de Lloret emplearon a m¨¢s de 3.200 personas, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica.
Otra f¨®rmula consistir¨ªa en paralizar licencias. "Desde 2010, no se pueden construir m¨¢s hoteles en la zona de Ciutat Vella de Barcelona", ilustra Saida Palou, doctora en Antropolog¨ªa Social por la Universidad de Barcelona, que particip¨® en el plan estrat¨¦gico tur¨ªstico de la ciudad. Palou defiende un "debate abierto" entre todos los actores: Administraci¨®n, hoteleros, discotecas, vecinos, promotores culturales...
"Lloret juega su papel en su entorno. Si no existiese, tendr¨ªamos que inventarlo. Tiene que haber una oferta para los distintos tipos de turismo", contrapone Mart¨ª Sabri¨¤, gerente de la Uni¨®n de Empresarios de Hosteler¨ªa y Turismo de la Costa Brava. A su entender, los altercados son puntuales y se pueden solucionar con m¨¢s polic¨ªa. La pasada madrugada, los Mossos d'Esquadra blindaron la ciudad y garantizaron una noche segura. Sabri¨¤ propone adem¨¢s alejar los bares y discotecas del centro del municipio, pero Fecasarm, la patronal del ocio nocturno en Catalu?a, se niega.
La propuesta de Sabri¨¤ evitar¨ªa que a las 5.00 los turistas deambulen por el centro de Lloret, como ocurre. Las m¨¢quinas de vending acaparan la atenci¨®n de los j¨®venes para zamparse una hamburguesa con queso que rebaje la borrachera. Otros caminan dando bandazos, y los m¨¢s afortunados besan a la pareja improvisada durante la noche. Unos j¨®venes alemanes se escurren las camisetas (los que la llevan) todav¨ªa empapadas tras la fiesta de la espuma en una discoteca. "?He pasado la mejor noche de mi vida!", grita sonriente y ebrio Bruno, un alem¨¢n de 17 a?os. "Lloret es el mejor lugar para la fiesta de toda Europa. La gente es guapa, es un buen lugar para follar... Lo ¨²nico malo son los mossos" afirma.
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