En juego, mucho m¨¢s que un t¨ªtulo
Casi sin tiempo para las especulaciones, nos espera hoy el primer partido oficial del a?o: la Supercopa. Un cl¨¢sico que llega quiza demasiado pronto para la trascendencia que puede tener, en lo psicol¨®gico, con vistas a la temporada. No importar¨¢ la inmediatez del partido o la falta de rodaje en la competencia de los equipos. El duelo representa para ambos mucho mas que la copa que esta en juego.
Para el Barcelona significa reafirmarse en su superioridad de los ¨²ltimos a?os y mantener al m¨¢ximo rival en el siempre dudoso sitio del perseguidor. Demostrar que el ciclo a¨²n tiene cuerda. Para el Madrid, el partido es una ocasi¨®n clave para producir, como lo hizo en la final de la Copa del Rey, otra grieta en la fulgurante vitrina azulgrana de los ¨²ltimos a?os. Una oportunidad ¨²nica para empezar golpeando, inyectarse confianza y resquebrajar la dominaci¨®n psicol¨®gica que se percibi¨® en la seguidilla de derbis del semestre pasado.
Un cl¨¢sico que llega quiz¨¢ demasiado pronto para la trascendencia psicol¨®gica que puede tener
Los procesos que viven estos dos equipos, siendo radicalmente distintos, no carecen de ciertas coincidencias.
El Barcelona, en una c¨®moda meseta, intentar¨¢ no sentirse saciado de ¨¦xito. Su objetivo mas complejo es lograr, entre tantos laureles, mantener la vigilia y la intensidad. Sus incorporaciones parecen detalladamente pensadas para encajar como piezas de alta relojer¨ªa. La llegada de Alexis S¨¢nchez aportar¨¢ variantes y soluciones ofensivas. Nunca sobran en un plantel los elementos que puedan generar profundidad. La perseverante puja por Cesc parece responder a necesidades m¨¢s espirituales que futbol¨ªsticas en el intento por generar una competencia id¨®nea a sus m¨¢ximas figuras y tratar de mantener vivo el fuego.
El Madrid, todav¨ªa al acecho, no puede permitirse el lujo de relajar el paso. Con los nuevos fichajes se garantiza dos equipos completos, incluso si decide no contar con jugadores como Lass y Gago. Sin ocasiones para la distracci¨®n, no estar¨¢ permitido pesta?ear en el equipo de Mourinho, con m¨¢ximas atribuciones y sobrado de individualidades.
S¨ª ha habido modificaciones en la estructura madridista. Movido por las exigencias de control total que reclama una personalidad como la de su entrenador y el escaso margen que se autoimpone Florentino Perez para dar caza a uno de los mejores equipos de la historia, el Madrid quebr¨® la tradici¨®n y, refutando a Montesquieu, erigi¨® a Mourinho para nuclear los distintos poderes de la instituci¨®n.
En estas condiciones, con sus deseos cumplidos respecto a las altas y bajas, a la conformaci¨®n de la estructura deportiva y a la canalizaci¨®n de la informaci¨®n, Mourinho asume el poder omn¨ªmodo y el club profundiza su modelo y se juega todas las cartas a desbancar al Barcelona esta temporada. Dif¨ªcilmente se permitan una tercera chance un entrenador tan habituado a la victoria y un club tan poco acostumbrado a la espera.
Sin embargo, el andamiaje futbol¨ªstico que esta montando el Madrid parece apuntar al largo plazo. Sustentado en la base del a?o anterior y en sus ¨²ltimos fichajes, es responsable respecto a las compras y apunta mas all¨¢ de las incertidumbres que todo entrenador tiene sobre su propio futuro. Los fichajes de Coentr?o, Sahin, Altintop y Varane y el regreso de Callej¨®n rebajan el nivel de edad del grupo hasta los 25 a?os y colocan al club blanco en posici¨®n de derrocar al Barcelona esta temporada o, de no conseguirlo, dejar sentadas las bases para un proceso futuro.
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