Donde todos saben tu nombre
As¨ª ser¨¢ la adaptaci¨®n al espa?ol de 'Cheers', la serie que cambi¨® el humor en la tele
Entre una idea descabellada y una genialidad que marcar¨¢ un nuevo hito televisivo se mueve el Cheers espa?ol. Es decir, el remake nacional de una serie televisa que en los a?os ochenta rompi¨® moldes, audiencias y fronteras. A priori, la idea suena, s¨ª, descabellada. Pero si se pasan unas horas en el plat¨® donde estos d¨ªas se ruedan los 26 cap¨ªtulos previstos para la primera temporada la cosa empieza a tomar cuerpo, sentido y, finalmente, gracia. Cheers, dirigido por el cineasta Manuel G¨®mez Pereira y con un reparto que encabezan Antonio Resines y Alberto San Juan, busca el milagro: la chispa de la memoria como reclamo para los mimbres de una nueva historia.
El mito rodea a Cheers. Empez¨® con mal pie pero la cadena decidi¨® aguantar el chaparr¨®n inicial. Lo que vino despu¨¦s fue una lluvia de cifras y ¨¦xitos: dur¨® 10 a?os, se rodaron 276 cap¨ªtulos en 11 temporadas, fue candidata a 117 premios Emmy y gan¨® 26. En 1993, uno de sus personajes, el psiquiatra Frasier Crane, se convirti¨® en la estrella de lo que en la jerga se llama spin-off. Frasier abandonaba el a?ejo Boston para encontrarse en la otra costa (Seattle) con su familia real y con un respetable trabajo como psiquiatra radiof¨®nico. Dejaba atr¨¢s un bar que se convirti¨® en un icono de la vida americana, de la capital de Massachusetts y de la buena sinton¨ªa. Como rezaba su popular canci¨®n, Cheers era el sitio "donde todos saben tu nombre".
Alberto San Juan crey¨® que la oferta era una broma para una c¨¢mara oculta
Cuando a¨²n no exist¨ªan recorridos tur¨ªsticos por el Manhattan de Sexo en Nueva York o de Friends, ya era un plato popular la hamburguesa Norm (bautizada en honor al personaje al que todos saludaban con un un¨ªsono "?Nooorm!"). Y decenas de bares buscaban convertir sus locales en esa prolongaci¨®n del sal¨®n de casa en que se hab¨ªa convertido la barra del seductor Sam Malone.
Era dif¨ªcil no coger cari?o a aquellos tipos solitarios que pasaban el d¨ªa hablando de sus cosas y desnudando sus miserias. "Para m¨ª fue el gran acierto de la serie. No era un bar al uso. Formaban una familia", dice Carlos Mart¨ªn, uno de los cerebros del remake espa?ol. Mart¨ªn ha dirigido al equipo de guionistas que han desmenuzado los 276 cap¨ªtulos de la serie original para adaptarla a otro tiempo y otro idioma. "Tenemos una ficha de cada cap¨ªtulo, con su estructura, sus personajes y los gags que m¨¢s nos gustaban". La principal diferencia en la estructura de los cap¨ªtulos (rondan los 28 minutos) es que mientras en el Cheers original hab¨ªa una ¨²nica trama y un running gag por episodio, en el espa?ol las tramas ser¨¢n dos y mezcladas. Cheers no es una franquicia dejada de la mano de Dios. Un representante de la CBS viaj¨® a Madrid para supervisar los guiones y los ensayos. Cada personaje necesitaba el visto bueno de sus padres originales. "No dir¨ªa que controlan, pero est¨¢n muy encima y si algo no les gusta lo dicen e intentan cambiarlo", explica Mart¨ªn.
"Un remake de una comedia de ¨¦xito de hace 20 a?os puede funcionar solo si se hace un trabajo exhaustivo de adaptaci¨®n", apunta el productor Sim¨®n Stern. "Esa labor te permite usar lo mejor de los di¨¢logos y las tramas originales, pero creando otras nuevas". Si el trabajo de guion ha llevado casi un a?o, el de la elecci¨®n de los actores se ha prolongado durante tres meses. Un tiempo infrecuente en las series de televisi¨®n. "En este tipo de comedias no cruzas la acera sin un buen reparto", afirma G¨®mez Pereira. Sabe que no era f¨¢cil encontrar a los actores dispuestos a atreverse con un experimento as¨ª, pero las piezas del reparto fueron encajando una a una. De Joan Pera (un c¨®mico muy popular en Catalu?a conocido m¨¢s all¨¢ de las fronteras como "la voz de Woody Allen") a Pep¨®n Nieto. De un humor que juega al surrealismo a otro superdotado con una vis c¨®mica para todos los p¨²blicos. "Cuando comimos con Alberto San Juan para proponerle el papel que hac¨ªa Ted Danson en el original se pas¨® todo el rato pensando que era una c¨¢mara oculta que le hab¨ªa montado su representante", recuerda el productor de la serie. "A m¨ª tambi¨¦n me pareci¨® una locura. Pero el d¨ªa que llegu¨¦ para grabar una prueba y vi el decorado me entusiasm¨¦ con la idea", dice Resines. San Juan llevaba 15 a?os sin aceptar un personaje fijo en una serie: "Ahora estoy feliz por hacer televisi¨®n, y no por poder disfrutar de un puesto de trabajo, sino por el hecho en s¨ª mismo de hacer este trabajo".
La televisi¨®n ha dejado de ser una mera salida laboral. Tambi¨¦n es un horizonte art¨ªstico muchas veces m¨¢s interesante que los escasos proyectos cinematogr¨¢ficos que circulan por una industria tocada por varias crisis: la econ¨®mica, la del soporte y la de su propio lenguaje. Bajo ese clima, G¨®mez Pereira -un integrista de la comedia cuyo ¨²ltimo trabajo, en 2008, fue el drama El juego del ahorcado- ha aceptado su primera serie y se adapta con oficio a un medio que tiene sus propias reglas: cuatro c¨¢maras (lo habitual en una sitcom, explican) que recogen los gestos y movimientos de cada personaje. "Esto tiene mucho de coreograf¨ªa", afirma la actriz Chiqui Fern¨¢ndez. Un baile coral que pide una batuta capaz de dar el ritmo exacto. "Y ¨¦l es un director con o¨ªdo", apunta su compa?ero de reparto Luis Bermejo. "Cada uno aporta un humor distinto, pero formamos un grupo compacto", a?ade Pep¨®n Nieto.
En la caja negra donde se encuentra el plat¨® madrile?o de Cheers es f¨¢cil abstraerse del solitario pol¨ªgono industrial que lo rodea y del calor que azota un mil¨ªmetro m¨¢s all¨¢ de sus puertas. La nostalgia tambi¨¦n se diluye en beneficio del presente. Y cuando el saludo a coro que fue se?a de identidad de Cheers (?Nooorm!) se sustituye por su hermano espa?ol (?Blaaas!) la vieja familia de Boston recobra la milagrosa vida de las ideas descabelladas.
Chiqui Fern¨¢ndez es Carla
- Es una mujer ¨¢cida que jam¨¢s se muerde la lengua. "Cada vez que entro doy la puntilla, hago la pu?eta. Todas mis frases son punzantes".
Antonio Resines es Frasier
- Un psiquiatra inseguro. Tard¨® 18 a?os en acabar la carrera. En el primer cap¨ªtulo le dejan plantado a pocos d¨ªas de su boda.
Alberto San Juan es Sam Malone
- Es un exfutbolista que lleg¨® a ser jugador internacional. La mala vida le arruin¨®. Tuvo problemas con la bebida. Mont¨® un bar.
Alexandra Jim¨¦nez es Diane
- Es una ni?a rica que lo perdi¨® todo cuando su padre abandon¨® el pa¨ªs por un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n y ahora le toca trabajar
en un bar.
Adam Jezierski es Woody
- Joven camarero polaco que trabaja en Cheers, es ingenuo y un poco alelado. Siempre est¨¢ contando an¨¦cdotas de su pueblo, Posrsk.
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