La polic¨ªa vuelve a despejar Sol a golpes
Cuatro heridos en la protesta por las cargas del mi¨¦rcoles tras la marchas laica
Si anteayer la polic¨ªa carg¨® y desaloj¨® de la Puerta del Sol a quienes se manifestaban contra los gastos p¨²blicos que ocasiona la visita del Papa, ayer los antidisturbios volvieron a emplear las porras para echar a golpes de la c¨¦ntrica plaza madrile?a a unas 200 personas que se dec¨ªan laicas y que se negaban a abandonarla. Los concentrados hab¨ªan llegado a la plaza que fue s¨ªmbolo de los indignados para protestar por la contundente actuaci¨®n policial del mi¨¦rcoles, tras la marcha laica y los roces entre los participantes en esta y peregrinos de la JMJ.
La protesta por las cargas policiales del mi¨¦rcoles en Sol, que se saldaron con ocho detenidos y 11 heridos, comenz¨® de manera pac¨ªfica, aunque tensa. Las fuerzas de seguridad ten¨ªan orden de no impedir la celebraci¨®n de la protesta, y s¨ª de evitar el encuentro entre manifestantes y peregrinos. Hubo momentos de tensi¨®n entre peregrinos y los laicos: de un lado del cord¨®n policial, los peregrinos gritaban a los manifestantes "esta es la juventud del Papa". Del otro, los laicos contestaban: "Esa mochila la he pagado yo" y "esta no es la juventud del Papa". Fue a partir de ese momento cuando la polic¨ªa actu¨®.
Los incidentes se iniciaron tras nuevos roces entre laicos y preregrinos
La situaci¨®n cambi¨® a partir de las diez de la noche. A esa hora, la polic¨ªa persigui¨® con las porras en las manos a un grupo de unas 30 personas de la concentraci¨®n laica, que se encontraba en la confluencia entre la calle Carretas y la Puerta del Sol. La plaza, no obstante, segu¨ªa ocupada por unas 200 personas reunidas en asamblea.
Los agentes decidieron despejar la Puerta del Sol definitivamente, por lo que fueron empujando a golpes a los j¨®venes hacia la calle de Carretas, para conducirlos hacia la cercana plaza de Jacinto Benavente. Los participantes en la protesta subieron a la carrera, perseguidos por los polic¨ªas, que emplearon sin dudar sus porras. Una vez en Jacinto Benavente, la polic¨ªa despej¨® completamente la zona emple¨¢ndose a fondo.
Con informaci¨®n de Raquel Seco y Bel¨¦n Hern¨¢ndez.
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