Coentr?o y el v¨¦rtigo
Los jugadores del Madrid creen que Mourinho no debi¨® situar al lateral en el medio centro ante el Bar?a - El vestuario celebra el plan defensivo y cuestiona la orden de acabar r¨¢pido las jugadas
La gran mayor¨ªa de los futbolistas del Madrid anteponen la obediencia a su entrenador, Jos¨¦ Mourinho, al cuidado de su prestigio profesional particular. De puertas para adentro, sin embargo, no comparten todas las decisiones del t¨¦cnico en los partidos de la Supercopa. Por un lado, celebran que, por fin, se atreviera a plantear un partido valiente en defensa, ahogando al rival en su propio terreno. Por otra parte, tras la derrota (3-2) en el Camp Nou, en las reuniones que mantuvieron los jugadores criticaron la orden expresa de acabar las jugadas lo m¨¢s r¨¢pido posible para evitar las p¨¦rdidas y los sucesivos contragolpes de Messi. Tambi¨¦n lamentaron la ubicaci¨®n de Coentr?o en el medio centro, en la segunda parte. La primera decisi¨®n, seg¨²n los jugadores, les rest¨® claridad para rematar a un Bar?a m¨¢s fatigado que nunca. La segunda medida facilit¨® el gol de Messi porque Coentr?o no tiene oficio de volante defensivo.
"Ponerle en el centro, en lugar de Khedira, fue un regalo al Barcelona"
"El cambio de Coentr?o como medio centro, en lugar de Khedira, fue un regalo al Barcelona", comentaba ayer un miembro de la expedici¨®n al Camp Nou. "En el medio del campo Coentr?o se pierde, tanto en ataque como en defensa", dijo un compa?ero. "Ponerle a jugar ah¨ª es ponerle en un compromiso porque no es su sitio". Un tercer miembro del equipo apunt¨® lo que opina media plantilla: "En el tercer gol, Coentr?o, que piensa como un extremo, se queda mirando a Messi cuando lo que tiene que hacer un medio centro es encimarlo y, si no resulta, acudir a cortar la l¨ªnea de pase. No es su culpa. Pero no maneja los conceptos del puesto".
Seg¨²n los jugadores consultados, en el vestuario crece la sospecha de que Mourinho necesitaba demostrar que los 30 millones invertidos en el lateral zurdo han estado bien empleados. Esto motiv¨® que, primero, Coentr?o ocupara el puesto de Marcelo en el lateral y que, en el segundo tiempo, se juntara a Alonso para ejercer de volante central, una especialidad en la que ¨¦l mismo admiti¨® ser un ne¨®fito este verano.
Mourinho le hizo jugar como medio centro en varios de los amistosos de preparaci¨®n. Hasta la vuelta de la Supercopa nunca ocup¨® su posici¨®n natural en el lateral. Ante el Bar?a, su rendimiento en defensa qued¨® reflejado en la estad¨ªstica de robos de bal¨®n: en la primera parte, como lateral, quit¨® cinco balones; en la segunda, como centrocampista, uno.
La pobreza defensiva de Coentr?o como medio centro es consecuencia de su falta de experiencia en esa zona del campo. Khedira, en la primera parte, rob¨® seis balones. Alonso rob¨® nueve balones en la primera parte y seis en la segunda. Marcelo, en el lateral, tambi¨¦n super¨® ampliamente a su competidor interno con 11 robos en la segunda parte.
Desde que reclam¨® su fichaje, Mourinho insisti¨® en que Coentr?o es polivalente. "Puede jugar en varias posiciones", advirti¨®. Los jugadores observan que eso es verdad hasta cierto punto: le ven apto para ser lateral y extremo por la izquierda. Nada m¨¢s. El entrenador crey¨® que pod¨ªa jugar de volante central y ahora sus compa?eros lo se?alan como causa de una derrota que ha provocado una gran decepci¨®n en el vestuario.
El Madrid inici¨® su pretemporada el 11 de julio. El Bar?a se concentr¨® el 20. "Estuvimos todo el verano prepar¨¢ndonos para la Supercopa", cuenta un empleado madridista. "Quer¨ªamos dar un golpe de efecto. Ser los que empez¨¢bamos ganando t¨ªtulos. Tener un trofeo m¨¢s que el Bar?a esta temporada".
Antes del partido de ida, Mourinho ten¨ªa dudas sobre el estado f¨ªsico del Bar?a. Al comprobar que su rival no aguantar¨ªa el ritmo, el t¨¦cnico orden¨® a sus jugadores que en el Camp Nou hicieran la presi¨®n m¨¢s arriba que nunca. Hasta ah¨ª, el plan sali¨® perfecto. Los problemas del equipo comenzaron cuando el Madrid recuperaba la pelota. "En ataque estuvimos muy espesos", coment¨® un futbolista, "el m¨ªster nos pidi¨® que elabor¨¢semos las jugadas lo menos posible. Pero deber¨ªamos haber tocado m¨¢s, buscando el pase interior y corriendo menos por las bandas. En la ida todas nuestras ocasiones vinieron de centros. De los cuatro goles que le hicimos al Bar?a el ¨²nico que no vino a la salida de un c¨®rner fue el de ?zil en el Bernab¨¦u. Eso es porque nos precipitamos, no porque nos falte calidad".
Mourinho ha exigido a su equipo acabar las jugadas cuanto antes desde que lleg¨® al Madrid, hace un a?o. Contra el Bar?a, esta consigna se extrema porque el equipo de Guardiola es especialmente peligroso por su capacidad de trabajo en defensa y por la velocidad de sus combinaciones. Con los balones largos, divididos, empezando por los saques de puerta de Casillas, y con las jugadas de menos de cuatro pases, Mourinho pretende evitar p¨¦rdidas que comprometan la organizaci¨®n defensiva y faciliten los contragolpes al Bar?a. Con el bal¨®n, Mourinho les pidi¨® a sus jugadores ser verticales, sint¨¦ticos. Sin el bal¨®n, les orden¨® ser "duros". Igual que en la Copa del Rey, en la Supercopa les record¨® que los ¨¢rbitros espa?oles se arrugan. Que, trat¨¢ndose del Madrid, tardan en mostrar la primera amarilla. Y que, dif¨ªcilmente, expulsan.
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