"Como no pagan, faltan donantes. No pod¨ªamos asumir la lista de espera"

Lo primero que pide Emma es permanecer en el anonimato, as¨ª que este no es su nombre. Desde Par¨ªs, donde vive, esta mujer de 38 a?os cuenta por qu¨¦ tuvo que acudir a Espa?a para quedarse embarazada. Un proceso que complet¨® con ¨¦xito en la cl¨ªnica que el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) tiene en Madrid. Aquello fue hace ocho meses, as¨ª que Emma, una ejecutiva que se dedica a los productos de consumo inmediato, ya solo espera el nacimiento de su hija. "Ya le hemos elegido el nombre, pero tampoco lo voy a decir", afirma.

"Mi marido y yo hab¨ªamos hecho muchos intentos en Francia, pero por desgracia mis ¨®vulos ya no eran lo suficientemente buenos, probablemente por una endometriosis que tuve que me diagnosticaron tarde", afirma la mujer.

Cuando Emma habla de "muchos intentos" no lo dice de boquilla. "Estuvimos cinco a?os intent¨¢ndolo. En ese periodo me somet¨ª a ocho inseminaciones y tres fecundaciones in vitro, pero sin resultado. Y a muchas inyecciones. No s¨¦ cu¨¢ntas, pero seguro que no fueron menos de 500", cuenta.

"Al final, el m¨¦dico nos explic¨® que la ¨²nica posibilidad que nos quedaba era una donaci¨®n de ¨®vulos que luego se inseminar¨ªan con el esperma de mi marido. Nos dijo que la pr¨¢ctica es legal en Francia y es an¨®nima, como en Espa?a, pero el problema es que las mujeres no reciben ninguna compensaci¨®n por las molestias. Y eso es injusto para ellas, porque tienen que someterse a un proceso con muchas molestias. As¨ª que faltan donantes, y la lista de espera es de tres o cuatro a?os. Para cuando me tocara, podr¨ªa tener 42 a?os en el mejor de los casos", afirma. "Y eso es demasiado tarde para tener a nuestra primera hija", afirma. Las opciones, seg¨²n les explic¨® el m¨¦dico que la atend¨ªa, eran esperar -algo que la pareja descart¨®-, "y nos cont¨® c¨®mo era el proceso y las esperas que hab¨ªa en B¨¦lgica, Espa?a y los pa¨ªses del este de Europa".

La idea de viajar para someterse a un tratamiento m¨¦dico no era la preferida de la pareja. Pero las ganas de ser padres pudo m¨¢s que sus recelos y sus miedos. "Estuvimos pens¨¢ndolo cerca de un a?o. No es algo que se pueda decidir de un d¨ªa para otro", relata.

Al final, se decantaron por Espa?a. Contactaron con dos centros de Madrid, pero eligieron el IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad) porque fue el que les pareci¨® "m¨¢s profesional" y el que les dio "m¨¢s garant¨ªas".

Era septiembre de 2010. A partir de ah¨ª, el proceso fue bastante r¨¢pido. "Nos cost¨® tres vistas a Madrid en cuatro meses, pero pod¨ªamos haberlo hecho en menos. Al final, me inseminaron en Navidad. Fue mi mejor regalo", dice la mujer.

En total, la pareja calcula que se ha gastado entre visitas a Madrid, hoteles y el tratamiento en s¨ª unos 9.000 euros. De ellos, la parte m¨¦dica se ha llevado alrededor de 6.000. Y aunque todav¨ªa no ha nacido la ni?a, la pareja ya planea "ahorrar, para hacer un segundo intento".

En septiembre esperan tener en brazos el fruto de todo este esfuerzo. "Despu¨¦s de muchos a?os de decepciones, falsas esperanzas, estr¨¦s, tristezas y tratamientos m¨¦dicos, estamos muy agradecidos por la oportunidad que hemos recibido", concluye Emma.