?Qui¨¦n es m¨¢s fuerte, Spiderman o Son Goku?
Marvel encarga a autores asi¨¢ticos historietas americanas para buscar "perspectivas novedosas" a sus h¨¦roes
?Qui¨¦n es m¨¢s fuerte, La Cosa o La Masa? La cl¨¢sica pregunta de toda buena reuni¨®n de aficionados a los superh¨¦roes parece tener las horas contadas en estos tiempos de globalizaci¨®n y crisis. Pese al espectacular ¨¦xito de las pel¨ªculas que adaptan los superh¨¦roes de los c¨®mics a la gran pantalla, la sangr¨ªa continuada de ventas de los tradicionales comic-books en papel obliga a cambiar perspectivas a las grandes editoriales Marvel y DC. Si en el auge especulativo de los noventa las colecciones punteras pod¨ªan llegar a vender un mill¨®n de ejemplares, hoy los t¨ªtulos m¨¢s vendidos, asociados casi siempre a estudiadas operaciones de marketing, rara vez superan los 100.000 ejemplares. Una ca¨ªda que obliga a aprovechar la estructura que las grandes multinacionales Disney y Warner pueden poner a su disposici¨®n para buscar nuevos mercados m¨¢s lucrativos.
En los a?os sesenta se intent¨® la aventura con un Batman nip¨®n
Conquistados el mercado europeo y suramericano, el objetivo es evidente: el gigantesco y emergente mercado asi¨¢tico. Un mercado dominado de forma aplastante por el manga, el c¨®mic japon¨¦s, una gigantesca industria que controla casi un 40% del mercado editorial en su pa¨ªs, con cifras de facturaci¨®n cercanas a los 200 millones de euros. Un fen¨®meno ampliamente introducido en la sociedad, con productos cuidadosamente dirigidos a todos los p¨²blicos y edades (se puede encontrar manga espec¨ªfico para ni?os, para la tercera edad, para chicas o chicos...) y atendiendo a todos los posibles g¨¦neros imaginables (desde los cl¨¢sicos de fantas¨ªa o terror hasta los deportivos, o incluso los dedicados a la reposter¨ªa) que ha sabido exportarse exitosamente no solo a los pa¨ªses de su entorno, donde supera ampliamente a los c¨®mics americanos, sino implantarse en Occidente. A trav¨¦s de las series de animaci¨®n (conocidas como anime), el manga ha conseguido una importante cuota de mercado en Europa e incluso comenzar a asentarse en EE UU, que ha visto c¨®mo los j¨®venes prefer¨ªan las aventuras de los din¨¢micos personajes nipones a los tradicionales e ic¨®nicos superh¨¦roes. Y ahora que la crisis parece haber afectado gravemente a las ventas de manga en estos pa¨ªses, las editoriales americanas aprovechan la aparente debilidad del "enemigo" para intentar lanzar la respuesta, publicando a sus personajes m¨¢s famosos directamente en los mercados asi¨¢ticos.
No es la primera vez que se intenta la aventura: ya en los a?os sesenta, la editorial Shonen Gahosha publicaba una adaptaci¨®n de las aventuras de Batman en el mercado nip¨®n, explotando el ¨¦xito de la famosa serie de televisi¨®n protagonizada por Adam West. Un intento aislado que intent¨® ser m¨¢s serio en los a?os setenta, cuando Marvel autoriza versiones de Spiderman y Hulk realizadas por prestigiosos mangakas como Riochi Ikegami, Kazuo Koike y Yoshihiro Morituo, pero que tampoco consigui¨® que el c¨®mic americano interesara al p¨²blico asi¨¢tico. De hecho, el resultado fue casi al contrario: durante los a?os noventa, el estilo de dibujo del manga se introdujo en las preferencias del p¨²blico americano hasta el punto de que los tradicionales comic-books acogieron un nuevo estilo, el amerimanga, que invadi¨® durante esa d¨¦cada casi todas las series m¨¢s famosas con personajes ani?ados de grandes ojos. Hasta Marvel tuvo que hincar la rodilla ante este ¨¦xito creando un ef¨ªmero mangaverso para intentar atraer a nuevos lectores.
Pero la crisis lo cambia todo y las posibilidades de globalizaci¨®n que aporta la publicaci¨®n digital han dado nuevos aires a la hasta ahora imposible tarea de introducirse en el mercado asi¨¢tico. Los ¨¦xitos de pel¨ªculas como Iron Man o Thor pueden ser la llave para poder intentarlo de nuevo, esta vez con nuevos planteamientos, como asegura el presidente de DC, Paul Levitz: "Para cambiar debemos aportar nuevos artistas y guionistas con perspectivas novedosas", lo que se traduce en que autores locales sean los que firmen las nuevas aventuras de los personajes, con mucho mayor control creativo. La primera de esas experiencias corresponde a Marvel, que ha delegado en Benjamin Ang, un dibujante de Singapur que intentar¨¢ con su ecl¨¦ctico estilo aportar a los personajes de la editorial lo mejor de Oriente y Occidente, como bien expresa con un s¨ªmil gastron¨®mico: "Creo que no puedes llegar a casa de alguien y pedirle que cambie su arroz por patatas; es m¨¢s f¨¢cil intentar a?adir unas pocas patatas a su arroz". Un cambio que, seg¨²n el autor, se facilitar¨¢ "teniendo m¨¢s personajes y autores asi¨¢ticos, lo que permitir¨¢ que muchos lectores se acerquen al medio". No es la primera vez que autores asi¨¢ticos firman historietas americanas (como el caso de Yoshitaka Amano), pero s¨ª es la primera vez que lo hacen no pensado en el mercado interior, sino en la expansi¨®n exterior, intentando que la nueva pregunta que recorra los corrillos globalizados de aficionados en Internet sea: "?Qui¨¦n es m¨¢s fuerte, Son Goku o Spiderman?".
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