Senderos por la memoria maqui
La sierra de C¨®rdoba redescubre las rutas de los guerrilleros antifranquistas
La guerrilla antifranquista que se desarroll¨® en Andaluc¨ªa tras la Guerra Civil contaba, entre sus principales armas, con el conocimiento del paisaje en el que se mov¨ªa y de quienes lo habitaban. Los maquis, como se conoc¨ªan a estas partidas de hombres y mujeres, terminaron desapareciendo, abatidos, apresados o ejecutados. Pero su memoria perdura. Y no solo en los libros de historia, sino en el entorno en que ejercieron su resistencia a la dictadura. En homenaje a esos guerrilleros, hay una serie de senderos en la Sierra de C¨®rdoba que siguen sus huellas, entre la barriada de Santa Mar¨ªa de Trassierra y el pueblo de Villaviciosa.
Bien pensado, es algo inevitable: todo paseo es un viaje por la historia. Para disfrutarlo, solo hace falta un buen gu¨ªa que te interprete las claves codificadas que quedan en el paisaje, ya sea urbano o rural. Y eso es precisamente lo que han hecho los responsables de Claves sociales y naturales de la guerrilla antifranquista en Sierra Morena. Recorrido hist¨®rico-natural por el valle medio del Guadiato, editado por la Diputaci¨®n de C¨®rdoba y el Ayuntamiento de Villaviciosa.
Un libro analiza los caminos y las claves de la resistencia en Sierra Morena
Una de las v¨ªas de escape transcurre junto al curso del r¨ªo Guadiato
Los autores, Luis Naranjo, Manuel Moral, Miguel Carrasco y Agust¨ªn Carrasco, estudian a la Tercera Agrupaci¨®n Guerrillera que actuaba en la zona y entre cuyos l¨ªderes se encontraba el comunista Juli¨¢n Caballero. Adem¨¢s, analizan el espacio biof¨ªsico del territorio para describir las condiciones de vida de los antifranquistas en los montes del Guadiato. Desde los caminos que usaban, a la vida de los rancheros (trabajadores rurales itinerantes que ayudaron a la guerrilla) y c¨®mo era ese entorno hace 70 a?os.
Tras esta radiograf¨ªa se proponen tres itinerarios por los valles, montes y cortijos por los que anduvieron las partidas de resistentes. La primera ruta serpentea por la orilla izquierda del r¨ªo Guadiato, afluente del Guadalquivir, una vez pasado el puerto Artafi de la carretera de Trassierra. El punto de arranque es una construcci¨®n llamada Casilla de la Plata. A medio kil¨®metro de ella parte una pista hacia la derecha que baja al r¨ªo. En el camino se llega a una de las mejores atalayas para contemplar la hendidura que hace el Guadiato en el paisaje.
La segunda ruta se centra en el barranco de la Huesa, vital para comprender el fin de los guerrilleros. Parte de una pista cercana al Aula de Naturaleza del Olivarejo, circula hacia el Norte y en un momento dado se asoma a la Umbr¨ªa de la Huesa, escenario, en 1947, de una matanza de guerrilleros. Aquel a?o, la represi¨®n se recrudeci¨® enormemente con la ley contra el bandidaje y el terrorismo que daba marco legal a la violencia del Estado. Solo ese a?o murieron 42 combatientes, 13 al a?o siguiente y 31 m¨¢s en 1949.
Y entre los ca¨ªdos destaca Juli¨¢n Caballero. Ese mismo camino transita por sus v¨ªas de ataque, escape y observaci¨®n. Tras pasar la casa del Olivarejo, se levantaba un cortijo que era usado espor¨¢dicamente como destacamento por la Guardia Civil, mientras que no muy lejos se refugiaba el grupo liderado por el joven comunista.
El tercer camino transita entre el collado de las Milaneras y Navaserrano. Dehesas onduladas que sirvieron a los maquis de retaguardia, como lugar donde proveerse y refugiarse.
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