El invierno del sexo
Hace un par de a?os lleg¨® un debut de apariencia discreta, en forma de miniatura confeccionada sin aparente esfuerzo. Era un debut tard¨ªo: su director se estrenaba a los sesenta a?os de edad y lo poco que sab¨ªamos de ¨¦l es que hab¨ªa sido uno de los guionistas de Gomorra (2008), ambiciosa adaptaci¨®n del libro de no ficci¨®n de Roberto Saviano a cargo de Matteo Garrone. El oto?al principiante en cuesti¨®n se llamaba Gianni Di Gregorio y su opera prima era Vacaciones de ferragosto (2008), una pel¨ªcula de metraje escueto -tan solo 75 minutos- que evocaba la comicidad derrumbada y melanc¨®lica de la mejor comedia italiana de posguerra. Su historia era casi un vodevil disecado: la cr¨®nica del Ferragosto de un solitario sesent¨®n, que se ve¨ªa en el brete de cuidar, durante ese fin de semana, no solo de su anciana e irritante madre, sino tambi¨¦n de las venerables madre y t¨ªa de su casero. Di Gregorio ejerc¨ªa de protagonista, coguionista y director de la pel¨ªcula, que ocultaba una secreta grandeza bajo su modesta apariencia: Vacaciones de ferragosto conten¨ªa afortunadas caracterizaciones c¨®micas trazadas casi con l¨¢piz invisible, esbozaba una posible puesta al d¨ªa, casi poshumor¨ªstica, de la cl¨¢sica comedia italiana y constru¨ªa un agridulce panorama de precariedades econ¨®micas y necesidades afectivas.
Ahora, el estreno de Gianni y sus mujeres confirma que Vacaciones de ferragosto no era un aislado capricho, sino la primera piedra de un proyecto creativo. Gianni Di Gregorio parece haber adoptado la metodolog¨ªa de trabajo de los grandes c¨®micos del cine mudo; un modo de hacer que se perpetu¨® en Jacques Tati y, en cierta medida, sigue teniendo en Woody Allen a un infatigable guardi¨¢n de las esencias. Como en tiempos de Chaplin y Keaton, la clave est¨¢ en acortar las distancias entre actor / creador y personaje: el Gianni de la pel¨ªcula es una destilaci¨®n autoir¨®nica del propio Di Gregorio y, tambi¨¦n, una modulaci¨®n del Gianni de Vacaciones de ferragosto. Aqu¨ª, ese arquetipo de sesent¨®n resignado tiene mujer, hija y seudoyerno con las horas contadas, pero sigue cargando con una mamma que es la mayor prueba que el destino ha puesto a su madera de santo Job.
Si en Vacaciones de ferragosto perviv¨ªa el vodevil en el contexto terminal de un hogar poblado de ancianas compitiendo por el afecto y la atenci¨®n del antih¨¦roe, Gianni y sus mujeres ser¨ªa la negaci¨®n crepuscular de una comedia de ?lvaro Vitali o un funeral por el esp¨ªritu de Benny Hill: Gianni, el personaje, intenta recuperar su visibilidad frente al elemento femenino, obteniendo una sucesi¨®n de sutiles humillaciones que convierten a la pel¨ªcula, por su habilidad para el slapstick del desencuentro masculino / femenino, en la respuesta desacelerada al Siete ocasiones (1925) de Buster Keaton. La sutileza con la que Di Gregorio establece din¨¢micas de pareja c¨®mica casi con cada miembro restante del reparto -aunque la madre y el yerno se llevan la palma- es otro testimonio del genio c¨®mico que anida en esta pel¨ªcula que explora las amargas negociaciones con el invierno del deseo.
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