Sofia se casa en la tierra del abuelo Coppola
La cineasta contrae matrimonio con el cantante de Phoenix, Tomas Mars
El sue?o americano al rev¨¦s. En 1904, el tatarabuelo Agostino Coppola abandonaba su pueblo natal, Bernalda, con una maleta de cart¨®n para buscar fortuna en Estados Unidos. Un siglo m¨¢s tarde, la tataranieta, afamada directora de Hollywood, vuelve con un enjambre de celebridades para casarse. La boda de Sofia Coppola, de40 a?os, con el cantante franc¨¦s de Phoenix, Thomas Mars, de 35, tuvo ayer el sabor de la vuelta a casa, del retorno a las ra¨ªces. La pareja ya tiene dos hijas: Romy, de cuatro a?os y Cosima, de 18 meses.
Fue el padre de la esposa, Francis Ford Coppola (Detroit, 1939), vestido con chaqueta de lino blanco para la ocasi¨®n, quien quiso traer a los 65 familiares y amigos hasta esta localidad del sur de Italia. Un lugar de 10.000 almas aferradas a las colinas de la Basilicata, tierra amarilla de trigo y olivos, orgullosa entre los edificios api?ados de piedra blanca.
El sue?o italiano de la familia Coppola se puso en escena, como si se tratara de una pel¨ªcula, en el interior de la mansi¨®n que el director de El Padrino y Apocalypse now compr¨® en esta localidad en 2002. "Desde hace cuatro d¨¦cadas el maestro pasa aqu¨ª una temporada en el verano", cuenta Bernardino Fuina, de 56 a?os, con manos rudas y potentes de campesino. "El director, con su gorro de paja, la barba y los pantalones cortos, sonr¨ªe, chapurrea italiano y firma aut¨®grafos. Su mujer Eleanor [tambi¨¦n cineasta] se sienta en la entrada del palazzo y se entretiene con su ganchillo", relata el paisano. La primera vez que el cineasta visit¨® Bernalda fue en 1971, como recuerda Michele Coppola, nieto de un hermano de Agostino, que ahora se queja por haber sido excluido del feliz evento. El pueblo es peque?o, aunque el ¨¢rbol geneal¨®gico de los Coppola tiene una melena muy amplia.
Los invitados al enlace son, en su mayor¨ªa, familiares cercanos, entre los que estaban Talia Shire, hermana del padrino, adem¨¢s de actriz y amigos, como el director de La guerra de las galaxias, George Lucas. Los que finalmente no asistieron fueron Nicholas Cage y Johnny Depp. El resto, menos conocidos, deambulaban ayer por las cafeter¨ªas del pueblo llamando la atenci¨®n, con sus esbeltas figuras, de los aut¨®ctonos. A pesar de estar situado en Umberto I, el paseo principal de Bernalda, el palacio Margherita custodi¨® la privacidad del nuevo matrimonio tras su se?orial fachada de finales del siglo XIX. En el interior, el inmenso jard¨ªn donde el alcalde de la ciudad ofici¨® la ceremonia, sirvi¨® tambi¨¦n para la celebraci¨®n del banquete. Justo antes de la cena, la pareja sali¨® a saludar un segundo a los curiosos. Y, por fin, los fot¨®grafos descubrieron que el vestido de la novia estaba firmado por Azzedine Ala?a.
Este recoleto lugar, adornado con una fuente y una piscina, respond¨ªa a la obsesi¨®n que la novia siempre recrea en sus pel¨ªculas, tal es el caso de Lost in translation (2003), Oscar al mejor guion, o Somewhere, Le¨®n de Oro en la pasada edici¨®n de la Mostra de Venecia.
La comida, amenizada por un cuarteto de violines, estuvo regada por los vinos de las bodegas de los Coppola en California y de la familia francesa del esposo. El men¨² no se salt¨® ni una receta de la gastronom¨ªa local. El ¨²nico inconveniente: los 40 grados que no debieron ayudar al sue?o de un d¨ªa perfecto.
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