Semillas exiliadas de L'Horta
La asociaci¨®n Llavors d'Ac¨ª recupera variedades de hortalizas y frutas que ya no se cosechan y defiende la producci¨®n ecol¨®gica
Para que la comarca de L'Horta de Valencia recupere su gran variedad de frutas y verduras, el colectivo Llavors d'Ac¨ª trabaja desde hace cuatro a?os en revitalizar especies olvidadas, semillas exiliadas de las tierras que una vez dominaron. "Recogemos semillas de los intercambios que organizamos y luego las repartimos entre una peque?a red de agricultores que las prueban, las trabajan y mejoran", explica Marta Rib¨®, del colectivo. Llavors y otras entidades protagonizan el movimiento verde en la Comunidad Valenciana y advierten, convencidos, de que lo suyo es algo m¨¢s que una moda.
Llavors no solo busca especies de L'Horta, sino que acepta y mima todas las que han existido y hayan perdido protagonismo frente al empuje de las variantes h¨ªbridas en la comunidad.
"La Tierra ha perdido el 75% de sus granos locales"
En toda Europa solo hay seis espacios como el de la huerta
"Desde la d¨¦cada de 1970, los a?os de la revoluci¨®n verde, La Tierra ha perdido el 75% de sus semillas locales seg¨²n n¨²meros de la FAO". Con revoluci¨®n verde, Marta se refiere al boom de la agricultura industrial, la irrupci¨®n de los productos qu¨ªmicos y la aparici¨®n de semillas h¨ªbridas m¨¢s resistentes a la agresi¨®n de herbicidas y plaguicidas. Esto supuso una homogeneizaci¨®n gradual de las especies: menos tipos de tomates, desaparici¨®n de las sand¨ªas de pepitas grandes...
Van poco a poco. Llavors d'Ac¨ª organiza encuentros para intercambiar semillas. En poco tiempo ha recuperado variedades de sand¨ªa, lechuga y habas entre otras. Tambi¨¦n participa en ferias de biodiversidad, organiza talleres y cursos e invita a catas a sus simpatizantes.
El colectivo, sus integrantes y dem¨¢s entidades de objetivos parecidos protagonizan en la comunidad esa reacci¨®n por lo propio, por la producci¨®n local y la cosecha de temporada. Defienden que la producci¨®n ecol¨®gica trasciende las modas, que supone algo m¨¢s que una forma de jugar a cambiar las cosas. Es, dicen, el embri¨®n de un cambio del modelo productivo.
Antonio Montiel, portavoz de la plataforma Per L'Horta, asume la misma idea y a?ade que la agricultura ecol¨®gica "tiene much¨ªsimas posibilidades" m¨¢s all¨¢ de generar una producci¨®n amable de frutas y verduras. "Si se recupera el entorno de las ciudades para abastecerlas de productos frescos, el paisaje tambi¨¦n mejora, un valor a?adido para el turismo rural", argumenta. No solo eso, Montiel insiste en que la agricultura ecol¨®gica supone una protecci¨®n impl¨ªcita del trabajador y su tierra: se eliminan proveedores y se respetan los tiempos de recuperaci¨®n de los campos.
Seg¨²n la Agencia Europea de Medio Ambiente, en todo el continente solo hay seis espacios de caracter¨ªsticas similares a L'Horta. Dos est¨¢n en la Comunidad Valenciana (L'Horta y La Vega Baja). "Edificios de Calatrava hay en todo el mundo", sentencia Montiel, "espacios como estos...".
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