Carnaval de cr¨¦dito en Brasil
El 'boom' hipotecario recuerda al de pa¨ªses donde estall¨® la burbuja inmobiliaria
La bonanza econ¨®mica que vive Brasil hace que sus ciudadanos no solo empiecen a gastar el dinero extra que tienen disponible, sino tambi¨¦n el que no tienen. La ampliaci¨®n del acceso al cr¨¦dito a muchas m¨¢s clases sociales agiganta el consumo interno y es uno de los motores que ha permitido el despegue del pa¨ªs y su r¨¢pida salida de la crisis. El volumen total de pr¨¦stamos creci¨® un 20% en los ¨²ltimos 12 meses, hasta alcanzar un r¨¦cord de 1.854.000 millones de reales (811.200 millones de euros). Para los optimistas, esta evoluci¨®n significa un impulso hacia la prosperidad. Para los m¨¢s prudentes, suena la alarma de la euforia exagerada que llev¨® a otros pa¨ªses a la ruina.
La tasa de morosidad del consumidor creci¨® un 22,3% en el primer semestre de 2011, el mayor aumento de los ¨²ltimos nueve a?os, seg¨²n Serasa, una empresa especializada en an¨¢lisis del cr¨¦dito. Con n¨²meros tan impresionantes, la pregunta inevitable es si Brasil vive ahora una burbuja de cr¨¦dito.
El cr¨¦dito apenas supone el 47% del PIB en Brasil, frente al 127% de China
El acceso de una creciente clase media a la vivienda dispara los precios
Los expertos aseguran que no, al menos por ahora. Los n¨²meros m¨¢s recientes demuestran que, pese a su r¨¢pida expansi¨®n, los pr¨¦stamos todav¨ªa tienen una participaci¨®n t¨ªmida en la econom¨ªa brasile?a. El actual volumen de cr¨¦dito respecto al PIB es del 47%, valor que sigue siendo bastante bajo comparado con pa¨ªses como China (127%), Estados Unidos (86%) o la media de los pa¨ªses de la eurozona (106%). Si los niveles actuales de cr¨¦dito no son alarmantes, lo que s¨ª preocupa a los expertos es su velocidad de crecimiento y el perfil del consumidor que empieza a acceder a las hipotecas. "La tasa de expansi¨®n del cr¨¦dito es muy alta y proporciona la entrada de personas que no tienen cultura financiera y que pueden arriesgarse m¨¢s de lo que deber¨ªan", se?ala Enestor dos Santos, economista s¨¦nior para Brasil de la unidad de econom¨ªas emergentes del BBVA.
El ejemplo m¨¢s visible del veloz repunte del cr¨¦dito en Brasil est¨¢ en el mercado inmobiliario. En el primer semestre del a?o, el volumen de hipotecas creci¨® un 55% respecto al mismo periodo de 2010, hasta 37.000 millones de reales (15.975 millones de euros). Seg¨²n las estimativas de Abecip, la asociaci¨®n brasile?a de entidades de cr¨¦dito inmobiliario, estos pr¨¦stamos en 2011 ser¨¢n 30 veces mayores que en 2004. Con m¨¢s financiaci¨®n disponible, nuevos consumidores reci¨¦n ascendidos a la clase media empiezan a comprar sus primeras viviendas. De esta manera, la demanda de nuevos pisos es actualmente bastante superior a la oferta de las constructoras, lo que eleva los precios de los inmuebles. El valor medio del metro cuadrado en S?o Paulo en los a?os previos a la crisis de 2008 era de 3.375 reales (1.460 euros). En los ¨²ltimos dos a?os, este valor ascendi¨® a los 4.824 reales (2.090 euros), un 43% m¨¢s.
El aumento de la demanda tambi¨¦n es alimentado por el Minha casa, minha vida (mi casa, mi vida), un programa social del Gobierno que aporta un gran n¨²mero de viviendas a la poblaci¨®n m¨¢s pobre con financiaci¨®n m¨¢s accesible. "El programa del Gobierno ha contratado la construcci¨®n de un mill¨®n de viviendas en los ¨²ltimos dos a?os. Hasta 2014 se construir¨¢n dos millones m¨¢s. Este es un factor que, sumado a la capitalizaci¨®n de inmobiliarias en la Bolsa y al cr¨¦dito inmobiliario, dio un impulso fuerte al mercado", explica Sergio Watanabe, presidente del sindicato de la construcci¨®n.
Este tipo de cr¨¦dito casi no exist¨ªa durante la d¨¦cada de los a?os noventa, cuando el pa¨ªs todav¨ªa ten¨ªa una moneda inestable y conviv¨ªa con una inflaci¨®n que lleg¨® a alcanzar el 700% anual. Ahora, incluso despu¨¦s del actual crecimiento de m¨¢s del 50% en los ¨²ltimos 12 meses, el cr¨¦dito inmobiliario en Brasil todav¨ªa representa apenas el 4,3% del PIB. En Espa?a, actualmente, corresponde al 61,2% del PIB. "Solo con este dato ya se puede ver que los pr¨¦stamos para compra de pisos representan un riesgo m¨ªnimo para la estabilidad de la econom¨ªa brasile?a", afirma Jo?o Crestana, presidente de SECOVI, el sindicato de la vivienda.
La duda es si ese fren¨¦tico crecimiento del cr¨¦dito har¨¢ que Brasil siga los mismos pasos de ascensi¨®n y ca¨ªda que sufrieron el mercado inmobiliario espa?ol o el irland¨¦s, entre otros. Los representantes del sector garantizan que esta no es una preocupaci¨®n pertinente. Para Luiz Paulo Pomp¨¦ia, director de Embraesp, empresa brasile?a de estudios del patrimonio, la concesi¨®n de cr¨¦dito es mucho m¨¢s estricta en Brasil que en otros pa¨ªses, con una meticulosa comprobaci¨®n de la renta y la obligatoriedad de un ingreso inicial. Ya que los bancos no financian el valor total de la vivienda, el comprador debe tener una buena cantidad de dinero ahorrado para dar la entrada, lo que aumenta su compromiso con el cr¨¦dito. Seg¨²n los datos de Abecip, los bancos financiaron el 62,7% del precio total de los inmuebles hipotecados en el primer semestre de 2011. En Espa?a, antes de la crisis, el consumidor pod¨ªa financiar incluso el valor de la entrada e ingresar en su nueva vivienda sin haber pagado un c¨¦ntimo. Otra posibilidad eran los cr¨¦ditos superiores al valor de la vivienda, para gastos extra con reformas o la decoraci¨®n de la casa. Una opci¨®n que, de momento, no existe en el sistema bancario brasile?o.
Por ahora, las buenas condiciones del mercado de trabajo son el escudo que impide que el r¨¢pido aumento del cr¨¦dito se traduzca en un preocupante crecimiento de la morosidad. El desempleo en junio fue de un 6,2% de la poblaci¨®n activa, la cifra m¨¢s baja para este mes desde el inicio de la serie hist¨®rica, en 2002. La tasa de morosidad en agosto fue del 6,6% y, pese a ser la m¨¢s alta desde mayo del a?o pasado, no es considerada alarmante ni por el Banco Central ni por los economistas consultados. En Espa?a, la morosidad se situ¨® en el 6,4%. Eso s¨ª, si alg¨²n cambio de coyuntura econ¨®mica cambiara la buena situaci¨®n del empleo, el da?o puede ser mucho mayor ahora que hay un n¨²mero creciente de brasile?os endeudados. Seg¨²n datos divulgados recientemente por el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, el total de brasile?os con pr¨¦stamos bancarios que superan los 5.000 reales (2.165 euros) salt¨® de ocho millones en 2004 a 28 millones a finales del ¨²ltimo a?o.
Otra consecuencia de la expansi¨®n de los pr¨¦stamos es el aumento de la inflaci¨®n. La estimaci¨®n es que el ¨ªndice de precios al consumo termine 2011 en el 6,3%, casi dos puntos por encima de la meta de 4,5% del Gobierno. El Banco Central demuestra que no est¨¢ c¨®modo con la situaci¨®n y ha tomado medidas para contener la expansi¨®n del cr¨¦dito y los precios. El comit¨¦ de pol¨ªtica monetaria de la instituci¨®n ha aprobado cinco subidas de los tipos de inter¨¦s este a?o (del 10,75% al 12,5%) hasta su ¨²ltima reuni¨®n, el pasado mi¨¦rcoles, cuando acord¨® bajar el precio del dinero al 12% ante el deterioro de la econom¨ªa global. La entidad tambi¨¦n aument¨® el impuesto para las operaciones de cr¨¦dito y las exigencias de capital de los bancos en los pr¨¦stamos de largo plazo para la adquisici¨®n de bienes y para la tarjeta de cr¨¦dito.
Los efectos de las medidas, sin embargo, se muestran limitados. Seg¨²n un informe del instituto Ipsos publicado en agosto por la revista Exame, para el 65% de los brasile?os la subida de los intereses no les hace desistir de comprar parcelas. Adem¨¢s, un 60% de la poblaci¨®n pretend¨ªa contratar nuevos pr¨¦stamos hasta el final del a?o. As¨ª que, aunque las autoridades descarten la existencia de una burbuja crediticia en el pa¨ªs, lo cierto es que la m¨²sica suena demasiado parecida a la de pa¨ªses como Espa?a, Irlanda o Estados Unidos, que a¨²n lidian con las consecuencias de su estallido.
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