Mudarse
Cambiar de cadena es como cambiar de casa. A veces el ni?o que es muy salado y hace re¨ªr a la familia no funciona tanto cuando es exhibido en casa ajena. Este peligro acecha a la mudanza de El hormiguero a Antena 3. El programa de Pablo Motos hab¨ªa logrado en Cuatro lo imposible, comerse la cadena entera, otorgarle un perfil y una armon¨ªa desde el liderazgo de audiencia y la postura est¨¦tica. Pese a llamarse El hormiguero 3.0 en honor a la cadena y ser jaleado en cada uno de los espacios que comparten emisora, ahora tendr¨¢ que afianzarse entre unos espectadores algo m¨¢s cl¨¢sicos.
En la segunda emisi¨®n, con el actor Hugo Silva de invitado, se evidenciaron fantasmas que acechan al programa. Tras un v¨ªdeo divertido sobre la se?ora que baja el micro a los tertulianos de 59 segundos, lleg¨® la sobre-hormonaci¨®n de secciones, colaboradores y atracciones. Todas ellas en la estela blanca y gamberra que Motos defiende desde la radio, donde la cita es m¨¢s juego que conversaci¨®n. La secci¨®n de Mario Vaquerizo, que persigue sus reacciones desinhibidas y supernaturales, establece una presi¨®n reductora m¨¢s sobre el invitado, que presencia mudo c¨®mo un colaborador termina por ser otro invitado, pero adem¨¢s fijo y familiarizado.
Tambi¨¦n se abre un espacio para la autoayuda, de la mano de doctores que dicen frases vac¨ªas como "tenemos que creer m¨¢s en nosotros mismos" y "la crisis no trae solo carencias, sino tambi¨¦n oportunidades". Son latiguillos de esta crisis y ya suenan como cuando alguien dice en los entierros que a todos nos llega la hora. Hacer salir en el plat¨® a un jaguar, darle de comer pollo crudo y dejar que lamiera los bajos a un par de espectadores no produjo tanto temor como comprensi¨®n por el animal, que solo quer¨ªa volverse a casa y que aquello se limitara, como ha de ser, a un programa de entretenimiento entre humanos. Pero la despedida a Hugo Silva tuvo algo de escalofriante: "Ha sido un placer hablar contigo". Hablar, lo que se dice hablar, queda muy reducido en la hiperactividad y puede que eso perturbe a la clientela de Antena 3, m¨¢s pausada con el mando y acostumbrada al humor prudente y bienintencionado de los tanatorios.
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