El don de la belleza
La belleza tiene el don de manifestarse de extra?as maneras. Mientras el franco suizo se deval¨²a y la cancilleresa Merkel arremete contra todo lo que pueda estropear la germanizaci¨®n de Europa, descubrimos que tiene un lado humano: su bolso color naranja, de marca francesa y 310 euros de precio. Cabe recordar que el naranja era el color favorito de Frank Sinatra: cre¨ªa que le daba suerte, y cierto es que la tuvo a raudales. Y tambi¨¦n mucho poder contra sus enemigos. En Europa es el color que identifica a Holanda, una naci¨®n que sufri¨® de todo por parte del ej¨¦rcito nazi, pero ahora Merkel parece querer proponer que sea el color del rescate. El naranja salvador, que ciega pero tambi¨¦n ilumina. Desconcierta un poco de la noticia que la oposici¨®n alemana arremetiera contra el bolso por su precio. Est¨¢ claro que esa oposici¨®n no veranea en Valencia y no ha visto el despliegue de Louis Vuitton de su alcaidesa cuando acud¨ªa a arropar al expresidente Camps. En este juego de arremetidas contra bolsos franceses se descubre que en Europa todo marcha a dos velocidades.
La derecha es de natural mod¨¦lica; la mala educaci¨®n es problema de progres
Llevamos toda la semana recordando el 11-S y otra vez sorprende en las im¨¢genes de ese d¨ªa el azul del cielo de Manhattan. Cinematogr¨¢fico tel¨®n de fondo para el terror real. Es probable que la propia naturaleza no sepa prever el desastre o que el horror tenga el don de manifestarse en los momentos m¨¢s hermosos, pero el 11-S asusta m¨¢s si se piensa que en ese d¨ªa la belleza y el horror consiguieron emparejarse. La escala del horror cambi¨®. Descubrimos que vivir¨ªamos para siempre inmersos en el desastre.
Y que las cosas m¨¢s peque?as, como un bautizo, tambi¨¦n pueden terminar en cat¨¢strofes. Por ejemplo, poco sab¨ªa Wendi Murdoch, conocida como Karate Wendi por la ¨¢gil defensa que ejerce sobre su marido Rupert en los juzgados, lo que fastidiari¨¢ a la imagen de Tony Blair sus declaraciones de que este acudi¨® al bautizo en el r¨ªo Jord¨¢n de una de sus hijas. "Estaban divinos Cherie y ¨¦l vestidos de blanco", expres¨®. Lo que Wendi no calibr¨® es que el poder que ella y su marido manejan convierte a todos los que se le acercan en asalariados. Wendi tuvo como padrinos de sus hijas a los actores Hugh Jackman y Nicole Kidman, que aportaban la sonrisa, y los Blair, que aportaban el silencio. Hay que entender a Blair, es horrible hablar mal de quienes te invitan. No es elegante, no tiene esa mundanidad que la derecha gusta mucho de exhibir. Conviene subrayar lo de que la derecha es de natural mod¨¦lica y la mala educaci¨®n un problema de los progres. All¨ª est¨¢ el libro-esc¨¢ndalo del actor Willy Toledo, que arremete contra bolsos, columnistas y calumniados. Norma Duval jam¨¢s escribir¨ªa un libro as¨ª.
Pero, como la belleza ilumina incluso desde el fondo del pozo, hay una lecci¨®n que aprender de todo esto: un primer ministro no es garant¨ªa de ser un buen padrino. Si se le presenta una devaluaci¨®n o un ataque, ?qu¨¦ tiempo va a encontrar para comprar un regalito en el santo del ahijado? Y un actor no es siempre la persona m¨¢s fiable. "Est¨¢n enamorados de s¨ª mismos", dijo Hitchcock m¨¢s de una vez.
La belleza se materializa y generalmente nos quedamos sin habla un breve instante. Leticia Sabater regresa a Telecinco, donde fue estrella de programas infantiles en 1991. Como ya no se estilan esos programas y los ni?os de ahora se bautizan en el Jord¨¢n con primeros ministros, Leticia regresa a un reality a ense?arnos qui¨¦n es. Una propuesta a todas luces m¨¢s pr¨®xima al cine de terror que a Heidi. Curiosamente el 91 tambi¨¦n fue el a?o en que se estren¨® Terminator 2. Veinte a?os despu¨¦s Leticia regresa para ser la Terminator 2011.
Siempre se dijo que los ni?os eran bellos porque s¨ª. All¨ª est¨¢ la nieta de Gadafi con la cual el ex dictador se volv¨ªa abuelito agradable, sin turbantes ni maquillaje. "?Me quieres?", pregunta Gadafi a la nieta. "Si soy muy dulce contigo...", le implora el derrocado, un verbo de uso poco frecuente, a la ni?ita que tan tranquila le espeta: "No te quiero", sabedora de que era la ¨²nica persona a la que tan demoledora verdad no le acarrear¨ªa da?o alguno. Habr¨¢ que observar c¨®mo se desarrolla esta nieta, pero sabemos ahora por qu¨¦ Gadafi calaba tan hondo ante Blair y Silvio: les trataba como nietos que s¨ª le dec¨ªan "te queremos".
La belleza, en efecto, aparece, y a veces de forma borrosa. Las fotos de los pr¨ªncipes de Asturias en su descanso griego est¨¢n tan fuera de foco como las de los oseznos nacidos en cautiverio en Asturias. Es imposible determinar ni el bikini de la princesa ni el pelaje de los osos. El paisaje s¨ª se vislumbra, verde asturiano para los cachorros y la lancha de gran cilindrada donde se instala una de las infantas Borb¨®n Ortiz. Es todo tan borroso que nadie se atreve a preguntar si es buena pol¨ªtica que nuestros pr¨ªncipes escojan Grecia para sentirse personas normales. Es t¨ªpico de los ricos aprovechar una gran ganga y, en efecto, es mucho m¨¢s barato, hasta divertido, veranear en ese pa¨ªs arruinado y con ruinas. Grecia, donde naci¨® la belleza, que es ahora borrosa.
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