Otros cuatro 'mossos' condenados por torturas aguardan un indulto
El Supremo les impuso penas de entre 25 meses y cuatro a?os y medio de c¨¢rcel por detener ilegalmente y agredir a un hombre al que confundieron con otro
Los mossos d'Esquadra condenados en casos de flagrantes abusos policiales est¨¢n recurriendo a la v¨ªa del indulto, una medida de gracia excepcional que concede el Gobierno central, para eludir su ingreso en prisi¨®n. El jueves se public¨® en el BOE el decreto que concede un indulto parcial a tres agentes condenados en sentencia firme por apalear a un ciudadano en comisar¨ªa tras un rifirrafe en una discoteca de Barcelona. No es el ¨²nico caso. Otros cuatro polic¨ªas auton¨®micos, condenados tambi¨¦n por el Tribunal Supremo por torturas, aguardan la resoluci¨®n del Consejo de Ministros.
Los agentes que est¨¢n a la espera de saber si deben ingresar en prisi¨®n son Jordi Perisse, Manuel Farr¨¦, Joan Salva y Fernando Cea. Todos ellos pertenec¨ªan a la unidad de atracos de los Mossos, pero fueron expulsados del cuerpo cuando el alto tribunal confirm¨®, parcialmente, la sentencia impuesta por la Audiencia de Barcelona. El Supremo rebaj¨® las condenas y castig¨® a Perisse, Farr¨¦ y Salva con la pena de cuatro a?os y medio de c¨¢rcel. A Cea le impuso dos a?os y tres meses de prisi¨®n.
Con la sentencia firme, los polic¨ªas debieron haber ingresado en prisi¨®n puesto que, aunque carecen de antecedentes, la pena supera los dos a?os de c¨¢rcel. Pero no lo hicieron. Pidieron un indulto a trav¨¦s de sus abogados y la Audiencia de Barcelona decidi¨® suspender la ejecuci¨®n de la condena a la espera de la decisi¨®n del Gobierno central. Esa situaci¨®n se mantiene hasta la fecha, confirmaron ayer fuentes judiciales y del Departamento de Interior.
Los hechos ocurrieron el 27 de julio de 2006. Los polic¨ªas confundieron a un ciudadano rumano, Lucian Paduraru, con un violento ladr¨®n de viviendas. Durante el arresto, le propinaron golpes por todo el cuerpo, le amenazaron de muerte y le insultaron sin identificarse en ning¨²n momento como polic¨ªas. En el traslado a comisar¨ªa le introdujeron una pistola en la boca y volvieron a amenazarle. El hombre iba acompa?ado de su mujer, que estaba embarazada y tambi¨¦n recibi¨® un trato degradante, seg¨²n considera probado la sentencia. Los polic¨ªas fueron condenado por delitos de lesiones y torturas agravadas.
El caso Lucian, por el nombre de la v¨ªctima, guarda algunas similitudes con el caso Bikini, en el que los mossos ya han obtenido el indulto. Fueron dos de los asuntos m¨¢s sonados en el esc¨¢ndalo de abusos policiales que estall¨® en el seno de los Mossos entre 2006 y 2007.En ambos casos, las sentencias dictadas contra los agentes fueron contundentes a la hora de valorar la actuaci¨®n de los polic¨ªas. Las agresiones compartieron, en parte, escenario: la comisar¨ªa barcelonesa de Les Corts, donde el Departamento de Interior instal¨® una c¨¢mara oculta que permiti¨® destapar diversos casos de abusos y malas pr¨¢cticas policiales en la sala de cacheos.
"Una condena a los Mossos es una condena al Estado. Por lo tanto, en mi opini¨®n, esto no es un indulto, es un autoindulto", interpreta el abogado Jaume Asens, que critica el perd¨®n concedido a los mossos que detuvieron de forma ilegal y apalearon a Jos¨¦ Antonio Medina tras discutir con ¨¦l en la sala Bikini de Barcelona. Asens critica que la denuncia a un polic¨ªa es "una carrera de obst¨¢culos desde el principio". "Cuesta much¨ªsimo llegar hasta el final y, cuando se llega, normalmente, quedan absueltos. Que sean condenados y luego se les conceda un indulto no es muy esperanzador, da a la sociedad un mensaje de impunidad".
En esa misma l¨ªnea se expresa Gemma Galdon, investigadora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experta en temas de seguridad p¨²blica "Estoy sorprendida por el indulto. Hay que valorar el mensaje que una medida as¨ª transmite a los cuerpos policiales: que las malas pr¨¢cticas no se castigan". Galdon remarca su sorpresa ante esa decisi¨®n, sobre todo en los casos Bikini y Lucian, porque se trata de "dos casos flagrantes de excesos, como han recogido las sentencias".
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