Fin del estr¨¦s

Se acab¨®. La ¨²ltima l¨ªnea de meta ya est¨¢ cruzada y ahora ya solo hay un pensamiento en el horizonte: el descanso. Esta Vuelta ha sido agotadora para todos; por diferentes razones para unos y para otros, pero la velocidad a la que se ha rodado a diario unida al estr¨¦s que se respiraba en el ambiente por las ajustadas diferencias entre los dos contendientes para la victoria final, han hecho que haya costado llegar al final m¨¢s de lo que muchos imaginaban.

Y enseguida, despu¨¦s de unos primeros d¨ªas de evasi¨®n, llegar¨¢ el momento de volver la vista atr¨¢s y analizar lo sucedido tratando de sacar conclusiones para el futuro. Para Cobo, para Matx¨ªn y su equipo Geox, y para el resto de los triunfadores en las otras clasificaciones, las cosas han salido bien y bastante tienen con disfrutar de lo conseguido.

Sin las bonificaciones Froome hubiese ganado, pero eso no es m¨¢s que un ejercicio de ficci¨®n

Para Froome y Wiggins, para su equipo Sky, es el momento de reflexionar. Segundo y tercero de la general, con Froome manteniendo las opciones matem¨¢ticas a la victoria hasta el ¨²ltimo d¨ªa, pero incapaces de desbancar al l¨ªder de su puesto de privilegio en la ¨²ltima semana de carrera.

Las bonificaciones han sido cruciales pero bien es cierto que sobra lamentarse -nadie lo ha hecho-, pues est¨¢n ah¨ª desde el primer d¨ªa y todos sab¨ªan que formaban parte del juego. Sin ellas, Froome hubiese ganado la Vuelta, pero tambi¨¦n la carrera se hubiese jugado de una manera bien diferente. Caer en el juego de preguntarse "?que hubiese pasado si?" cambiando ciertas circunstancias que se han dado durante la carrera, no es m¨¢s que un ejercicio de ficci¨®n e imaginaci¨®n que a lo ¨²nico bueno que puede conducir es a pulir errores de cara a situaciones venideras. Froome es joven y, tras esta aparici¨®n sorprendente y estelar, lo normal -y lo que esperamos- es que su proyecci¨®n se vea confirmada; as¨ª que la experiencia que ha acumulado y las lecciones aprendidas le servir¨¢n en el caso de aspirar a futuras oportunidades.

Una vez m¨¢s se ha visto que en las vueltas de tres semanas, las dos primeras son para conseguir, y la ¨²ltima para conservar lo logrado. En esta ¨²ltima, hay una fase de afianzamiento y otra de defensa. Cobo logr¨® el maillot de l¨ªder gracias a su exhibici¨®n en el Angliru. Hasta entonces la Vuelta tuvo cambio de l¨ªderes constantes, pero all¨ª se estableci¨® la verdadera jerarqu¨ªa. En Pe?a Cabarga afianz¨® su posici¨®n, no sin dificultades; y a partir de ah¨ª lleg¨® el momento de cerrar filas. Cobo se convirti¨® en la sombra de Froome para lo bueno y para lo malo, pues ni siquiera se separ¨® de ¨¦l en ese sprint bonificado que el kenyano-brit¨¢nico interpret¨® err¨®neamente camino de Vitoria. M¨¢s val¨ªa pecar de desconfiado que de ingenuo.

Me alegro por Juanjo, por Matx¨ªn, y por todos sus compa?eros, como dec¨ªamos en el juego del escondite. Mi enhorabuena para ellos. Y gracias a todos los dem¨¢s por el espect¨¢culo, que adem¨¢s he tenido la suerte de presenciar en directo por delante de mi casa, una circunstancia hist¨®rica totalmente impensable hace unos a?os.

Disfrutad del merecido descanso, compa?eros.