Medio Ambiente investiga si Garo?a calienta en exceso el r¨ªo Ebro
Greenpeace denuncia que el embalse junto a la central lleg¨® a 30 grados
La Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro, del Ministerio de Medio Ambiente, ha abierto una investigaci¨®n para determinar si la central nuclear de Garo?a (Burgos) calienta el r¨ªo Ebro m¨¢s de lo permitido. La investigaci¨®n parte de una denuncia de Greenpeace, que hace meses contrat¨® a una empresa para medir la temperatura del agua junto a la central y ha encontrado picos de hasta 30 grados, cuando la concesi¨®n solo permite a la planta devolver el agua tres grados m¨¢s caliente que a la entrada. La central afirma que tiene todo en regla y que una empresa realiza controles peri¨®dicos sin que haya detectado anomal¨ªas.
Las nucleares necesitan un flujo constante de agua para refrigerarse. Por eso est¨¢n situadas junto a r¨ªos o el mar. La concesi¨®n de aguas otorgada a Garo?a le permite utilizar un caudal de 24,331 metros c¨²bicos por segundo, que en su mayor parte se devuelven al cauce. En este caso la toma y la devoluci¨®n de agua se realizan en el embalse de Sobr¨®n. Ese caudal sirve para extraer calor del n¨²cleo, por lo que el agua se calienta antes de volver al r¨ªo.
La planta, de Endesa e Iberdrola al 50%, afirma que cumple la normativa
Fue la propia Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica la que, en julio de 2009, durante el tr¨¢mite para renovar el permiso de Garo?a, alert¨® sobre un posible problema en el sistema de refrigeraci¨®n. Entonces se?al¨® que no se pod¨ªa garantizar el caudal de agua suficiente para Garo?a y que una soluci¨®n ser¨ªa construir un sistema de refrigeraci¨®n cerrado: "Con el actual sistema de refrigeraci¨®n se enfrenta al riesgo de carecer de garant¨ªas ante ¨¦poca de sequ¨ªa".
Greenpeace, con la sospecha de que Garo?a incumple la concesi¨®n, ha contratado a la consultora Anbiotek para seguir la temperatura en el embalse de Sobr¨®n. Las ¨²ltimas muestras se tomaron el 29 de agosto. Seg¨²n el informe, la temperatura de referencia en el Ebro ese d¨ªa era de 18,1 grados, y las mediciones son ascendentes hasta llegar a los 30,9 grados en el embalse. No toda esa subida se puede atribuir a Garo?a, ya que al realizar el vertido en un embalse, este est¨¢ m¨¢s caliente que en el r¨ªo. Anbiotek considera que "en ausencia de la actividad de la central lo esperable habr¨ªa sido encontrar una temperatura en el r¨ªo (y en el embalse) no superior a los 25 grados". El informe concluye que "el incremento de temperatura no puede ser debido a la acci¨®n solar y se atribuye, en gran parte, al vertido de la central nuclear". A?ade como prueba que, en mayo, con la central parada, la diferencia de temperatura entre el r¨ªo y el embalse era de 4,1 grados mientras que en febrero, con la central en marcha, esa diferencia ascend¨ªa a 15,7 grados.
Garo?a (propiedad al 50% de Endesa e Iberdrola) responde con otro informe de la consultora URS, seg¨²n el cual cumple con la autorizaci¨®n de vertido, y afirma que si en alg¨²n momento se supera la diferencia de tres grados se debe a que en el embalse el agua estancada siempre est¨¢ m¨¢s caliente que en el r¨ªo. La central aporta un informe biol¨®gico seg¨²n el cual no hay afecci¨®n para los peces ni cambios relevantes en el embalse. La nuclear se?ala que esta acusaci¨®n ecologista no le causa ninguna preocupaci¨®n.
Por el contrario, Greenpeace replica con otro documento que afirma que "la descarga t¨¦rmica favorece la implantaci¨®n de estas especies introducidas, ligadas a aguas m¨¢s c¨¢lidas (perca americana, siluro, pez sol y carpa), que encuentran en este embalse 'condiciones de balneario' para vivir".
El caso se ha convertido en una confrontaci¨®n de informes porque la Confederaci¨®n no mide la temperatura ni el estado biol¨®gico del embalse en el entorno de la central. Se f¨ªa de las mediciones que desde 1998 les env¨ªa URS, la empresa contratada por Garo?a. Sin embargo, nadie ha puesto en duda la medici¨®n de los 30 grados. Carlos Bravo, de Greenpeace, cree que la confederaci¨®n no tiene inter¨¦s en vigilar a la nuclear. "Que manden a sus agentes y vean si se supera la temperatura. Los 30 grados en un embalse en Burgos no son normales", dice.
La confederaci¨®n explica que la zona de Garo?a la masa de agua est¨¢ "fuertemente modificada", con embalses y saltos hidroel¨¦ctricos, por lo que su estaci¨®n de medici¨®n m¨¢s pr¨®xima est¨¢ en Miranda de Ebro, unos 30 kil¨®metros aguas abajo. La confederaci¨®n considera que medir el efecto de Garo?a sobre el embalse es complicado y que lo m¨¢s relevante es que el informe biol¨®gico de la empresa no halla alteraciones.
El organismo apunta que las temperaturas altas no implican necesariamente que el vertido supere lo autorizado. Seg¨²n su respuesta, "es posible que la capa superior, la m¨¢s superficial del embalse, circule hacia arriba mientras que el agua entrante, m¨¢s fr¨ªa, y por lo tanto m¨¢s densa, se vaya al fondo. De esta manera, da la sensaci¨®n que el agua caliente procedente del vertido remonta hacia arriba, cuando en realidad esto s¨®lo afecta a la capa superficial ¨²nicamente". Es decir, que las mediciones de 30 grados podr¨ªan "formar parte de la propia hidrodin¨¢mica del embalse".
Precedentes en Asc¨® y Zorita
Que una nuclear supere la temperatura de vertido puede parecer un problema menor, no es ning¨²n fallo de seguridad ni afecta al funcionamiento. Esos l¨ªmites se establecen para que no afecte a la fauna, acostumbrada en cada tramo a un rango de temperatura. Sin embargo, si, como denuncia Greenpeace, Garo?a calienta el agua m¨¢s de lo permitido deber¨ªa incurrir en costosas inversiones para construir un circuito cerrado de refrigeraci¨®n que evite el excesivo calentamiento.
No ser¨ªa el primer caso. La nuclear de Zorita (Guadalajara) tuvo que construir una serie de peque?as torres de refrigeraci¨®n porque calentaba el agua del Tajo demasiado y lleg¨® a causar una mortandad de peces en una piscifactor¨ªa aguas abajo. Cuando cerr¨®, en 2006, las torres estaban casi nuevas.
Asc¨® (Tarragona) tambi¨¦n tuvo que construir un circuito cerrado de refrigeraci¨®n tras una pugna con la comisar¨ªa de Aguas de la Confederaci¨®n del Ebro por el mismo motivo. El organismo matiza que el vertido de Asc¨® era directamente al r¨ªo y no a un embalse, por lo que era m¨¢s sencillo atribuirle el exceso de temperatura. Adem¨¢s, los dos reactores de Asc¨® tienen cuatro veces m¨¢s potencia que Garo?a, por lo que la refrigeraci¨®n era m¨¢s exigente. El problema para Garo?a ser¨ªa que no es lo mismo invertir en una central con una larga expectativa de funcionamiento que en una m¨¢s peque?a y con fecha de cierre. Industria fij¨® para 2013 el cierre de Garo?a, aunque el PP ha anunciado que la mantendr¨¢ abierta si gobierna. A una eventual inversi¨®n para mejorar la refrigeraci¨®n habr¨ªa que a?adir la derivada de las pruebas de resistencia pos-Fukushima.
Hasta ahora, Endesa e Iberdrola no han escatimado inversiones en Garo?a para que sea la primera que funciona hasta los 60 a?os, en vez de los 40 previstos inicialmente.
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