Curvas ¨ªntimas y famosas al desnudo
Marilyn Monroe, Scarlett Johansson: las actrices luchan por su privacidad
Nada como un cuerpo de mujer famosa con sus curvas m¨¢s secretas al descubierto para que el mundo al completo se entregue al voyeurismo. Esta semana, Scarlett Johansson se convert¨ªa en la en¨¦sima celebridad cuya intimidad se transforma en entretenimiento p¨²blico. Unas fotos que ella misma tom¨® en su ba?o y en su cama con su tel¨¦fono m¨®vil aparecieron colgadas en Internet y curiosamente, incluso despu¨¦s de denunciarlo y de que el FBI confirmara que hab¨ªa abierto una investigaci¨®n, al cierre de esta edici¨®n las im¨¢genes segu¨ªan online. Y es que en el siglo XXI eliminar el rastro que deja todo lo que llega hasta la Red resulta una ardua tarea. Cuatro a?os despu¨¦s de que Vanessa Hudgens, estrella de High school musical, denunciara a una web por colgar unas fotos de su cuerpo al desnudo hackeadas desde su correo electr¨®nico, las im¨¢genes a¨²n pueden encontrarse con facilidad buscando en Google. Curiosamente los mismos piratas inform¨¢ticos que robaron las fotos de Hudgens son los responsables del hackeo del tel¨¦fono de Johansson y de otras estrellas como Miley Cyrus. Al parecer el FBI les pisa los talones desde principios de a?o y podr¨ªa estar muy cerca de atraparles, seg¨²n han dicho esta semana.
Pero mucho antes de que existiera Internet, las mujeres guapas, ricas o famosas ya eran v¨ªctimas de aquellos que saben que no hay nada como un cuerpo de mujer prohibido para atraer la atenci¨®n del p¨²blico y, de paso, ganar dinero. Las curvas de Jackie Kennedy Onassis, por ejemplo, llegaron hasta la revista Hustler en 1975, y Larry Flynt, propietario de la publicaci¨®n, siempre ha dicho que fue la mejor inversi¨®n de su vida. Se las compr¨® en 1971 a un paparazi que caz¨® a Jackie tomando el sol desnuda en una isla griega, pero por aquel entonces la revista a¨²n no exist¨ªa. Cuatro a?os m¨¢s tarde, cuando la expl¨ªcita Hustler ya era una de las publicaciones m¨¢s buscadas de los quioscos, Flynt decidi¨® mostrar aquellas fotograf¨ªas (por las que hab¨ªa pagado 18.000 d¨®lares, lo que hoy corresponder¨ªa a unos 13.000 euros). En menos de una semana hab¨ªa vendido m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares, convirti¨¦ndose de la noche a la ma?ana en multimillonario.
Durante mucho tiempo, la variante robo de foto de famosa en top less fue bastante recurrente y, de hecho, a¨²n se cotiza en nuestros d¨ªas. Pippa Middleton, hermana de la duquesa de Cambridge, vio c¨®mo unas fotos suyas tomadas en un yate en Ibiza en 2006 sal¨ªan a la luz recientemente sin que la casa real pudiera evitarlo. Y es que el mundo rosado de las princesas y sus cortes es uno de los m¨¢s buscados. A¨²n se habla entre los paparazi veteranos de una famosa foto que se le tom¨® a Lady Di en Benalm¨¢dena durante el verano de 1994 y por la que la revista ?Hola! supuestamente pag¨® 200 millones de las antiguas pesetas (m¨¢s de un mill¨®n de euros), pero no para publicarla, sino para apartarla de la circulaci¨®n. Pero eso es una excepci¨®n (adem¨¢s de una inversi¨®n en futuro, puesto que garantiza exclusivas por parte de las casas reales). Lo normal es que todo llegue al papel o a Internet, incluso despu¨¦s de la muerte de las protagonistas retratadas.
En los a?os sesenta, el FBI consigui¨® un corto de 15 minutos en el que se ve¨ªa a Marilyn Monroe haci¨¦ndole una felaci¨®n a un hombre sin rostro. El v¨ªdeo se mantuvo oculto hasta 2008, cuando un admirador de la actriz lo adquiri¨® por 1,3 millones de euros con el objetivo de ocultarlo y no manchar su memoria. Claro que antes de ser famosa ella misma hab¨ªa mostrado sus curvas en la revista Playboy y supuestamente incluso grab¨® un v¨ªdeo porno que ahora puede verse sin complicaciones por Internet, pero en el que es dif¨ªcil saber si la protagonista es realmente ella. No obstante, los v¨ªdeos porno tambi¨¦n construyen carreras. Las de Paris Hilton y Kim Kardashian nacieron precisamente gracias a dos pirateados de sexo con sus novios.
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