Una grieta divide un pueblo

Barber¨¤ de la Conca, de apenas 550 habitantes, en la Conca de Barber¨¤, se rompe. Literalmente. Una grieta de 200 metros de largo recorre el municipio y los vecinos contemplan angustiados c¨®mo se resquebrajan casas, calles y la iglesia. Hay 40 edificios afectados y, como medida de urgencia, ayer el Ayuntamiento prohibi¨® la circulaci¨®n de personas y veh¨ªculos por el centro del pueblo, y cerr¨® la iglesia ante el peligro que comporta la grieta.

El roset¨®n de la iglesia de Santa Maria se sostiene a duras penas mientras una grieta avanza en l¨ªnea recta hacia el techo del templo y recorre el suelo. "Se construy¨® en 1700 y tiene un t¨ªmpano rom¨¢nico que peligra en su interior", dice Marc Rovira, primer teniente de alcalde.

La causa de la grieta es un misterio. "Las primeras aparecieron en agosto de 2010, un a?o despu¨¦s la situaci¨®n se ha vuelto insostenible", se lamenta Rovira. Cuando el verano del a?o pasado estaba a punto de finalizar, algunos vecinos observaron con temor que sus fachadas se hab¨ªan resquebrajado sin motivo aparente. Lo notificaron al Ayuntamiento y, poco a poco, los casos fueron en aumento. Al principio, solo afectaban al exterior de las casas, pero en pocos meses la situaci¨®n empeor¨® y aparecieron agujeros en la pared, en escaleras, habitaciones y patios. Justo en la misma direcci¨®n en la que avanza en l¨ªnea recta una enorme grieta que atraviesa el pueblo. En algunos tramos el agujero alcanza los cuatro cent¨ªmetros de anchura.

El Consistorio alert¨® al Instituto Geol¨®gico de Catalu?a, que realiz¨® dos estudios, en enero y marzo de este a?o. En el ¨²ltimo se comprob¨® que la grieta se hab¨ªa bifurcado 85 metros en paralelo a la direcci¨®n principal y se concluy¨® que el pueblo sufr¨ªa un "riesgo geol¨®gico alto" por un movimiento de tierra activo. Sin embargo, a¨²n no se sabe con seguridad a qu¨¦ se debe y por ello hoy los expertos realizar¨¢n otro estudio. "Creemos que puede ser una subida del nivel fre¨¢tico, porque pasan r¨ªos subterr¨¢neos por debajo del pueblo y con las lluvias ha podido haber desprendimientos en el subsuelo. Adem¨¢s, estamos en lo alto de una monta?a, con lo que la topograf¨ªa tambi¨¦n influye negativamente", afirma Rovira.

Los vecinos intentan reparar por sus propios medios las grietas de sus casas. Algunas fueron construidas en el siglo XIX y casi sin cimientos. La m¨¢s perjudicada es Cal Joan del Sastre, propiedad de un matrimonio de ancianos. "Cada d¨ªa hay m¨¢s grietas, no sabemos qu¨¦ pasa debajo de la tierra", dice apesadumbrado Joan Ribes, hijo de los due?os de la casa. Las escaleras est¨¢n reventadas y desde las habitaciones se ve el exterior. "Podemos pasar la mano por los agujeros", afirma Ribes, que ha prohibido a sus padres acceder a lo alto de la casa. En algunos domicilios se han partido las tuber¨ªas del agua y un muro del centro del pueblo se ha venido abajo.