No sobre mi cabeza
Saber exactamente cu¨¢ndo va a caer a tierra el sat¨¦lite UARS de la NASA es tan dif¨ªcil que hasta podr¨ªa haber ocurrido ya cuando usted lea esto. Eso ser¨ªa una buena noticia, desde luego, porque implicar¨ªa que no le ha ca¨ªdo a usted sobre la cabeza. Lo m¨¢s probable, sin embargo, es que el artefacto a¨²n se retrase unas horas o unos d¨ªas, nadie sabe cu¨¢ntas ni cu¨¢ntos, ni por tanto d¨®nde. Esto ¨²ltimo puede parecer lo m¨¢s preocupante, pero esa es una perspectiva francamente ego¨ªsta. Ser¨ªa como decir "que se caigan los sat¨¦lites mientras no sea sobre mi cabeza" y ?qui¨¦n podr¨ªa pensar esa barbaridad en una situaci¨®n as¨ª? La NASA, por ejemplo, ha calculado que la probabilidad de que ciertas piezas del sat¨¦lite que no se destruyan al entrar en la atm¨®sfera, como pudieran ser aristas de acero o pedruscos de titanio, produzcan heridas a una persona es tan solo de una entre 3.200, lo que puede resultar bastante tranquilizador, excepto para quienes jueguen a la loter¨ªa, donde el gordo no pasa de una probabilidad de una entre 100.000. Son unos riesgos irrisorios si se comparan con la probabilidad de acabarse muriendo de cualquier otra cosa, que roza el 100% para el ser humano.
En todo caso, y mientras nos llega del cielo el d¨ªa del juicio -o no-, conviene recordar algunos hechos. El sat¨¦lite UARS (las siglas son de Upper Atmospheric Research Satellite) tom¨® importantes datos sobre las capas exteriores de la atm¨®sfera, incluyendo el adelgazamiento de la capa de ozono, hasta el final de su misi¨®n en 2005. Por entonces orbitaba la Tierra a 600 kil¨®metros de altura. Hace tres semanas solo estaba a 230 kil¨®metros, y ayer ya bajaba de los 200. A partir de una altura cr¨ªtica de unos 150 kil¨®metros, la resistencia por la fricci¨®n contra la atm¨®sfera lo har¨¢ caer como una piedra, solo que mide 10 metros de largo y pesa seis toneladas.
La NASA actualizar¨¢ sus alertas cada dos horas en las etapas finales de la ca¨ªda. Pero, como el UARS da una vuelta a la Tierra cada hora y media, incluso ese margen cambia dr¨¢sticamente la predicci¨®n de la zona de ca¨ªda. As¨ª que preocuparse ser¨ªa absurdo (e imposible durante m¨¢s de una hora). Del cielo caen cosas de vez en cuando, pero rara vez sobre su cabeza.
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