Los derechos del sordo se quedan en el papel
La ley de la lengua de signos apenas se cumple cuatro a?os despu¨¦s de ser aprobada - El colectivo reclama que se agilice su desarrollo y rechaza los recortes sociales que le castigan por partida doble
En Espa?a hay algo m¨¢s de un mill¨®n de personas sordas, el 2,3% de la poblaci¨®n. Es un tercio de los espa?oles con alg¨²n tipo de discapacidad, a los que la crisis econ¨®mica est¨¢ golpeando sobremanera. Cuando las Administraciones p¨²blicas dicen que ajustan gastos, suelen empezar por las ayudas a las organizaciones de estos colectivos. Es la queja de la Confederaci¨®n Estatal de Personas Sordas (CNSE), que celebra ma?ana el 75 aniversario de existencia y el D¨ªa Internacional de las Personas Sordas. El martes pasado, la CNSE lanz¨® un manifiesto exigiendo el cumplimiento de la legislaci¨®n vigente. "Las personas sordas no podemos dar ni un paso atr¨¢s", proclama Concepci¨®n D¨ªaz Robledo, presidenta de la CNSE y vicepresidenta de la Fundaci¨®n ONCE. Es sorda, naci¨® en C¨¢diz hace 40 a?os y se licenci¨® en Psicolog¨ªa, entre otros t¨ªtulos universitarios cursados en la Universidad de Granada.
En Espa?a hay m¨¢s de un mill¨®n de personas con deficiencia auditiva
Una trabajadora social denuncia la ca¨ªda de ayudas a las asociaciones
Dice una afectada: "El acceso a la cultura sigue vedado para nosotros"
"Con la crisis", a?ade un dise?ador, "vuelve la barrera de la comunicaci¨®n"
"Los sordos no nos podemos permitir un paso atr¨¢s", dicen en la CNSE
Los recortes en los servicios b¨¢sicos afectan m¨¢s a este colectivo
D¨ªaz Robledo no solo est¨¢ preocupada por los "recortes que afectan a las personas sordas en todos los ¨¢mbitos", sino tambi¨¦n por ajustes m¨¢s generales. Dice: "Cualquier recorte en servicios b¨¢sicos como la educaci¨®n o la sanidad afecta con m¨¢s fuerza a los colectivos m¨¢s necesitados, por el simple hecho de que parten de una situaci¨®n de mayor necesidad y menores recursos. Los recortes en educaci¨®n suponen un retroceso importante en un ¨¢mbito estrat¨¦gico del que depende el futuro de las personas sordas, necesitadas hoy m¨¢s que nunca de recursos como int¨¦rpretes, docentes sordos, profesionales sordos especialistas en lengua de signos, logopedas o profesorado de apoyo".
Fundada en 1936 por Juan Lu¨ªs Mallorqu¨ªn, la CNSE ha evolucionado mucho. Naci¨® como una organizaci¨®n puramente asistencial y hace a?os que ejerce un papel de reivindicaci¨®n e incidencia pol¨ªtica. Es la entidad m¨¢s representativa de las personas sordas en Espa?a, con 18 federaciones auton¨®micas y 118 asociaciones locales.
"El movimiento asociativo CNSE quiere lanzar un llamamiento a la sociedad para reivindicar la visibilidad de nuestro colectivo, la necesidad de que se cumplan las medidas que hagan posible la igualdad de oportunidades y el acceso a la informaci¨®n y la comunicaci¨®n, y el reconocimiento a las compa?eras y los compa?eros que a lo largo de tantos a?os han luchado por los derechos b¨¢sicos de las personas sordas y han contribuido a la creaci¨®n de una sociedad m¨¢s respetuosa con la diversidad", dice la CNSE en el primer p¨¢rrafo del manifiesto. El lugar escogido para lanzar ma?ana esta llamada de atenci¨®n es el complejo deportivo Somontes, a las afueras de Madrid, donde habr¨¢ exposiciones sobre el bagaje hist¨®rico de este movimiento asociativo, y tambi¨¦n sobre la llamada "cultura sorda".
Las celebraciones se mezclan con muchas decepciones y enfados, sobre todo por el lento desarrollo de la ley de la Lengua de Signos, aprobada en 2007 por las Cortes, en la que se establece la provisi¨®n de recursos para facilitar el aprendizaje de la lengua de signos, int¨¦rpretes y apoyo en los ¨¢mbitos educativo, sanitario, cultural, transportes; subt¨ªtulos en los medios de comunicaci¨®n, publicidad, cine, teatros... La ley est¨¢ muy poco cumplida. Esta es la queja de Pilar Lima Goz¨¢lvez: "La ley de signos no se siente. La logramos pero no se aplica como quisi¨¦ramos. La esfera privada no tiene cabida en dicha ley, y la cosa se complica cuando quieres ir a una academia privada a preparar oposiciones. ?Qui¨¦n cubre la necesidad de int¨¦rprete? O cuando vas a un concierto de Joaqu¨ªn Sabina... Mi amigo sordo y yo tuvimos la suerte de tener a una amiga que se ofreci¨® a interpretar la maravillosa letra de Sabina, pero fue en medio del p¨²blico, y no en el escenario, como deb¨ªa de ser".
A Lima Goz¨¢lvez, valenciana, diplomada en Trabajo Social y especialista en Lengua de Signos, le motiva principalmente trabajar para lo que llama "la comunidad sorda". Dice: "Las cosas mejoran y alcanzamos algunos sue?os, pero persisten dificultades y la accesibilidad a aspectos cotidianos de nuestras vidas avanza de manera lenta. Hace un momento me echaron de una oferta laboral porque, seg¨²n la orientadora, estaba incapacitada por ser sorda. ?Qu¨¦ hacer ante esto?" Su principal preocupaci¨®n "o problema" es el desempleo. "Es que es un hecho palpable la reducci¨®n de subvenciones a asociaciones y federaciones. Espero que el progreso no se convierta en retroceso".
Un poco m¨¢s optimista se muestra Lourdes G¨®mez Monterde, que se define "barcelonesa de nacimiento, madrile?a por profesi¨®n y casillera -de Casillas de Ranera, Cuenca- por devoci¨®n". Es maestra de ni?os sordos y se ha especializado en Audici¨®n y Lenguaje, en Pedagog¨ªa Terap¨¦utica y en Educaci¨®n Infantil. Fue asesora t¨¦cnica del Ministerio de Educaci¨®n y hoy es jefa de estudios adjunta y tutora en el colegio p¨²blico El Sol, en Madrid. Es sorda desde los 4 a?os. "Cuando las cosas son dif¨ªciles el orgullo de lograrlas es todav¨ªa mayor". El comentario lo hace porque, despu¨¦s de muchos ajetreos, ha logrado una relaci¨®n "muy gratificante" con su hija de 21 a?os, graduada "con matr¨ªcula de honor en Educaci¨®n Infantil y a punto de empezar Magisterio en la universidad".
El sue?o de Lourdes G¨®mez es "lograr una educaci¨®n de calidad para el alumnado sordo", pero le supera "el choque constante con realidades sobre las que no puede incidir (falta de dinero, falta de tiempo)". A?ade: "Estamos viviendo una de esas inciertas etapas de transici¨®n. La ley que impuls¨® la Lengua de Signos no es que se haya hecho notar mucho, la verdad".
Pone, entre otros ejemplos, los anuncios institucionales, algunos debates parlamentarios que aparecen de pronto con una "ventanita signante", el que ya se subtitulen desde el anuncio del 2x1 del Carrefour hasta los partidos de f¨²tbol, "pasando incluso por algunos de los profundos y sesudos debates del coraz¨®n, subt¨ªtulos estos ¨²ltimos que vienen bien tambi¨¦n a los oyentes pues a voz de grito no creo que nadie entienda lo que dicen".
La tecnolog¨ªa tambi¨¦n juega a favor de los sordos. "Hace tiempo que ya no tengo que pedir a nadie que haga una llamada por m¨ª. Internet, los m¨®viles... La comunicaci¨®n est¨¢ cada vez m¨¢s a nuestro alcance. No dependo de nadie para pedir una pizza, contratar un viaje o reservar unas entradas".
Otro testimonio de superaci¨®n surge de la boca de Celia Mart¨ªnez Mora, investigadora en el Departamento de Biotecnolog¨ªa y Protecci¨®n de Cultivos del Instituto Murciano de Investigaci¨®n y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) y teniente de alcalde y concejala de Medio Ambiente, Agricultura, Parques y Jardines y Mujer e Igualdad en el Ayuntamiento de San Javier (Murcia). Con apenas ocho a?os (naci¨® en 1973 en Cartagena) Celia Mart¨ªnez sufri¨® una meningitis v¨ªrica diagnosticada tarde. Salv¨® la vida de milagro. Cuando despert¨®, "no o¨ªa nada, nada en absoluto". Pese a todo, sus estudios se desarrollaron brillantemente: EGB, bachillerato, COU, Ingenier¨ªa T¨¦cnica Agr¨ªcola, Ingenier¨ªa Agron¨®mica... "Todo sin ayuda adicional, sin int¨¦rprete, tan solo con mi tenacidad, la fortaleza de mi familia y algunos amigos y amigas que, en momentos puntuales y a petici¨®n m¨ªa, me ayudaban. Ning¨²n profesor fue m¨¢s all¨¢ de decir: 'si¨¦ntate en la primera fila y lee los labios'. Ni unos apuntes de apoyo, ni una hora m¨¢s, ni una sola pregunta... Nada. Esto lo he vivido y luchado sola. Ha sido as¨ª y as¨ª lo he aceptado con conciencia de hacerlo", cuenta ahora.
Este fue el tema de su tesis: La investigaci¨®n biotecnol¨®gica con marcadores moleculares de especies aut¨®ctonas de melocotonero y albaricoquero. En la universidad se percataron de que hab¨ªa una alumna sorda total, que hab¨ªa estudiado all¨ª nada menos que casi siete a?os, doctorada en ingenier¨ªa agron¨®mica, cuando acudi¨® a leerla. "Fue un reconocimiento p¨²blico al que siguieron otros. Llegu¨¦ a darme cuenta de que lo que hab¨ªa hecho era extraordinario para los dem¨¢s. No antes, sino a partir de ah¨ª". Fue un hecho tan extraordinario que en 2006 fue premio Mujer Murciana del A?o.
?Problemas? Lamenta "el escaso conocimiento y difusi¨®n de lo que realmente es una persona sorda en la sociedad oyente", tambi¨¦n el poco peso y la escasez de entidades que respalden a la comunidad sorda, como la ONCE. Sobre todo, le indigna la lenta aplicaci¨®n y desarrollo de la ley estatal que impuls¨® la lengua de signos. "Lo siento, pero esto me parece una aut¨¦ntica desverg¨¹enza: aplicaci¨®n y desarrollo m¨ªnimos, por no decir nulos. La ley debi¨® acompa?arse de servicios de int¨¦rpretes, primero en Administraciones p¨²blicas y luego en empresas privadas, un servicio subvencionado y gratuito. El desatino es tal, que abogar¨ªa por sancionar en todos aquellos casos en los que se incumple esta ley y cuando una persona sorda se sienta discriminada".
El relato de Raquel Puebla Arias en el libro Sordo ?y qu¨¦! Vida de personas sordas que han alcanzado el ¨¦xito (editorial LoQueNoExiste. Madrid 2007) finalizaba diciendo que despu¨¦s de aprobar unas oposiciones comenzaba a trabajar en la Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Ah¨ª contin¨²a, "siempre dispuesta a superar cualquier reto".
Lo que m¨¢s le molesta ("terriblemente") es que el acceso a la cultura (cine, teatro, conferencias...) sigue vedado para los sordos. "Solo algunos cines cuentan con subtitulado; los teatros son contados y las conferencias no se subtitulan. Esa es mi lucha ahora. Cuando veo alguna situaci¨®n injusta o digna de elogio, a veces escribo cartas a los directores de peri¨®dico, con m¨¢s o menos fortuna. Poco a poco se ven t¨ªmidos avances respecto al subtitulado, pero a¨²n queda mucho camino por recorrer. Yo, al menos, pienso recorrerlo hasta donde haga falta".
Santiago Hern¨¢ndez Correa, dise?ador gr¨¢fico, lleva 18 a?os trabajando como especialista de la Lengua de Signos Espa?ola en la Asociaci¨®n de Personas Sordas de Valladolid (APSAVA), donde es educador. En su relato para EL PA?S se muestra "tecleando un port¨¢til sin o¨ªr el sonido, sino solo una vibraci¨®n".
A?ade: "Es curioso, pero disfruto escribiendo mis pensamientos sobre lo que siento como una persona sorda. El problema principal es la figura de educador sordo y el int¨¦rprete de la Lengua de Signos Espa?ola. Con los recortes por la crisis ha vuelto a caer otra vez la barrera de la comunicaci¨®n. No del todo, pero se nota la diferencia. Hay muchas personas sordas desempleadas y cuando tenemos que hacer un curso, el problema es que hay pocos int¨¦rpretes".
La barrera se llama desconocimiento
El Ayuntamiento de Santander anunci¨® el lunes pasado que organizar¨¢ cursos de lengua de signos para los trabajadores municipales que realizan tareas de atenci¨®n al p¨²blico. Lo hace en colaboraci¨®n con la Asociaci¨®n de Sordos de Cantabria y es apenas una gota en el p¨¢ramo del desconocimiento sobre c¨®mo actuar ante las personas sordas.
Hay unanimidad en que el desconocimiento es la primera barrera a superar en la inserci¨®n social de la comunidad sorda. Pero el obst¨¢culo mayor ahora es la crisis, que se ha llevado por delante el compromiso, incluso legal, de reservar un porcentaje de empleos a personas discapacitadas cuando una empresa supera el medio centenar de trabajadores. "Reclamamos una pol¨ªtica de empleo en la que los servicios p¨²blicos se adapten a las necesidades de las personas sordas y aumenten al 7% la cuota de reserva de empleo", dice el manifiesto emitido el martes por la Confederaci¨®n Estatal de Personas Sordas (CNSE).
Pese a todo, al finalizar el segundo cuatrimestre de 2011 se hab¨ªan cerrado 42.178 contratos a personas con discapacidad, frente a los 39.471 en el mismo periodo del 2010. Supone un 6,9% de incremento. La informaci¨®n la facilita mensualmente el Observatorio Estatal de la Discapacidad, de siglas OED.
En relaci¨®n con la contrataci¨®n general, la de personas con discapacidad presenta "un mayor dinamismo y se recupera algo mejor de la crisis, como ya ocurr¨ªa en los ¨²ltimos meses de 2010", afirma el OED. As¨ª, mientras que el n¨²mero de contratos realizados a personas con discapacidad aument¨® un 6,9% de enero a agosto de 2011 respecto a ese mismo periodo de 2010, la contrataci¨®n general lo hizo en solo un 1,4%. El incremento es mucho mayor si se comparan las cifras con las de 2009. Son las ayudas estatales y, sobre todo, la presi¨®n de la Administraci¨®n para que las empresas cumplan con la reserva del 2% de la plantilla para discapacitados las que explican este fen¨®meno. "Quien no cumple no puede participar en concursos p¨²blicos", recuerda Javier Benavente, presidente de la Fundaci¨®n Alares y pionero en programas de integraci¨®n de discapacitados y en el desarrollo de la Ley de Promoci¨®n de la Autonom¨ªa Personal y Atenci¨®n a Personas en Situaci¨®n de Dependencia.
Benavente apunta un hecho curioso: "Las personas con discapacidad integradas laboralmente en equipos diversos, con una gesti¨®n adecuada de la diversidad, contribuyen a generar un mayor esp¨ªritu de innovaci¨®n y conocimiento de mercados potenciales nuevos, como es el de las personas con discapacidad (m¨¢s de tres millones en Espa?a). Eso ayuda a que las organizaciones que integran esa diversidad sean m¨¢s competitivas y rentables".
El grupo Alares, a trav¨¦s de la fundaci¨®n del mismo nombre, est¨¢ realizando una campa?a de sensibilizaci¨®n en empresas de seguridad, ocio, comercio o transporte, para que las personas que trabajan ante el p¨²blico aprendan la lengua de signos, al menos en un nivel b¨¢sico, para facilitar la igualdad de oportunidades. La publicaci¨®n hace cuatro a?os de Sordo ?y qu¨¦!, junto a la editorial LoQueNoExiste, fue el primer paso de ese trayecto. El libro inclu¨ªa anexos con la publicaci¨®n de la ley por la que se reconoce la lengua de signos, entre otras normas.
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