Mourinho se?ala al enemigo exterior
El entrenador del Madrid arenga a sus jugadores ante la sospecha de que no le respaldan
A la derrota frente al Levante y el empate en Santander, el t¨¦cnico madridista, Jos¨¦ Mourinho, respondi¨® reuniendo a sus jugadores el jueves en el campo de Valdebebas, durante 40 minutos, para emitir un discurso que muchas veces se pareci¨® a un soliloquio. No hubo turno de r¨¦plica. Los jugadores no hablaron. Solo intentaron escucharle mientras les lanzaba una advertencia tras otra. Seg¨²n los presentes, Mourinho les dijo que ¨¦l ten¨ªa menos que perder que ellos; que ¨¦l ya hab¨ªa ganado todo lo que ten¨ªa que ganar y que en cualquier caso le esperaba un futuro de prestigio, en el Madrid o en otra parte; que eran ellos quienes deb¨ªan su profesionalidad a la afici¨®n para reconducir la situaci¨®n, y que si no respond¨ªan se pondr¨ªan en el punto de mira de la hinchada.
El entrenador, que sospecha que el vestuario ha dejado de seguirle en bloque, altern¨® amenazas veladas con elogios. "Vosotros sois jugadores de primer nivel y pod¨¦is sacar esto adelante", le oyeron proclamar. Luego se?al¨® al enemigo exterior, recurso viejo para unir grupos con tendencia a la dispersi¨®n. Les advirti¨® de que hay "mucha gente" desando que fracasen, defendiendo los intereses del Barcelona, en palabras de Mourinho, "los ni?os bonitos del f¨²tbol", y disfrutando cada vez que perd¨ªan puntos en Liga. Insisti¨® en que el Madrid era un club envidiado y en el que cunden los enemigos dispuestos a "hacerles da?o". Seg¨²n uno de los oyentes, la actitud de la plantilla oscil¨® entre la atenci¨®n y la distracci¨®n. Incluso hubo alg¨²n bostezo.
Mourinho siempre crey¨® que el f¨²tbol era un juego m¨¢s psicol¨®gico que f¨ªsico, una disputa que se ganaba con el coraz¨®n antes que con la t¨¢ctica. Quiz¨¢ por eso ha dedicado gran parte de su trabajo en los ¨²ltimos d¨ªas, m¨¢s que a preparar los detalles t¨¦cnicos del partido contra el Rayo (20.00, Canal + Liga y GolTV), a establecer una estrategia de comunicaci¨®n para motivar a sus futbolistas, arengar a la afici¨®n, y convencer a los periodistas de su vigencia como l¨ªder. Ayer no quiso hablar de f¨²tbol. Se present¨® en la sala seguido de sus lictores -Karanka, Louro y Faria- y lanz¨® mensajes ir¨®nicos contra esos enemigos que pueblan su mente a los que acus¨® de ser felices cuando pierde: "Mi sensaci¨®n es que la gente que est¨¢ contenta tiene que aprovechar para disfrutar porque despu¨¦s del partido contra el Rayo ya no tendr¨¢n m¨¢s alegr¨ªas".
Retador, Mourinho no desvi¨® la atenci¨®n hacia los arbitrajes, como de costumbre. Esta vez se fij¨® en las encuestas que por primera vez revelan que ha perdido adeptos. En este sentido, mezcl¨® a los encuestadores con sus indefinidos adversarios externos, se?alados por querer "perpetuar una crisis inexistente".
"Si los aficionados creen que soy el responsable, por m¨ª perfecto", dijo. "Pero me han informado de que hay diferentes encuestas y que no todos los que las hacen son verdaderos madridistas. Si los aficionados piensan que el responsable de este momento negativo soy yo, encantado de que sea as¨ª. Encantado de que ma?ana (hoy) est¨¦n con los jugadores. Yo encantado de que aplaudan a los jugadores y que me piten a m¨ª cuando me levante del banquillo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.