TiVo contra Tivo

El diminutivo ha vencido a la marca. Primitivo seguir¨¢ siendo el titular del dominio tivo.es, a pesar de la multinacional californiana de id¨¦ntico nombre que da servicios de televisi¨®n inteligente. El dictamen de la Organizaci¨®n Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) es claro: "No cabe apreciar mala fe del demandado".

Primitivo Fern¨¢ndez, leon¨¦s de 32 a?os, respira m¨¢s tranquilo desde agosto. Un mensaje de su abogado del bufete Lehmann & Fern¨¢ndez le alegr¨® el d¨ªa. La OMPI hab¨ªa aceptado sus argumentos para desestimar la demanda de TiVo Inc, que le consideraba un ciberokupa. "Nunca ha habido ¨¢nimo de lucro por mi parte", a?ade Fern¨¢ndez, desde que registr¨® el dominio en disputa para su uso personal en noviembre de 2005.

"Todo el mundo me llama Tivo y la web coincide con mi diminutivo". Tivo.es dirige a su p¨¢gina en MySpace, donde comparte con amigos canciones, fotograf¨ªas, conciertos y otras actividades relacionadas con su afici¨®n. "Desde los 16 a?os soy m¨²sico. He tocado con el bajo en varias bandas. Con Supermano hasta grabamos un CD y fuimos de gira". Adem¨¢s, trabaja en soporte t¨¦cnico de Acens, el proveedor de servicios en la nube reci¨¦n adquirido por Telef¨®nica.

La misiva de su abogado pon¨ªa fin a un a?o de "mal rollo". En julio de 2010 recibi¨® un correo electr¨®nico de la representante legal de TiVo. "Me dec¨ªa de malas maneras y en ingl¨¦s que estaba infringiendo su marca, de la que desconoc¨ªa su existencia". Tambi¨¦n le exig¨ªa que cooperara "voluntariamente" para resolver el problema. Es decir, que dejara de usar el dominio que la compa?¨ªa californiana consideraba suyo, pero no hab¨ªa registrado en Espa?a.

Se qued¨® estupefacto. "Ese d¨ªa me enter¨¦ de qui¨¦nes eran y c¨®mo las gastaban. Pero les dije que no". Sin embargo, la multinacional no cej¨® en su empe?o. Y atac¨® a trav¨¦s de los abogados. "Regresaron con los mismos argumentos y amenazas" de llevarle a los tribunales.

Adem¨¢s, empezaron a ofrecer dinero. "Primero 600 d¨®lares [unos 445 euros], luego 1.000 y, al final, tambi¨¦n un descodificador de regalo". Paralelamente le contactaba la recuperadora de dominios Nameadvisers. Le dec¨ªa que representaba a una compa?¨ªa que quer¨ªa expandir su negocio en Espa?a. Y subieron la oferta econ¨®mica. "Llegaron hasta los 6.000 d¨®lares, pero ya estaba cansado de su estrategia de acoso y derribo. No dejaban de molestar con mensajes que, si no respond¨ªa, se convert¨ªan en llamadas. ?Si hasta me pusieron un detective!", recuerda. En una de sus respuestas, "muy cabreado", Fern¨¢ndez les dijo que por menos de 15.000 euros no zanjaba el asunto. "Y claro, llevaron el argumento ante la OMPI para demostrar mi intenci¨®n de lucrarme". Tambi¨¦n alegaron que, al ser t¨¦cnico de sonido, conoc¨ªa su servicio, aunque el leon¨¦s afincado en Madrid abandon¨® los estudios al empezar a trabajar en Acens en 2000.

Durante una temporada, Primitivo se olvid¨® del asunto. Hasta que el pasado 7 de junio supo que le hab¨ªan demandado ante la OMPI, que dirimir¨ªa la disputa. Los demandantes argumentaban que la marca, el nombre comercial y diversos nombres de dominio "tivo" eran suyos. El demandado, expuso que el nombre art¨ªstico es un derecho protegido por la propiedad intelectual, sin necesidad de registro alguno, entre otros argumentos.

El ¨¢rbitro tard¨® dos meses en darle la raz¨®n. El 2 de agosto dictamin¨® que no hab¨ªa mala fe "al registrar o usar el nombre de dominio [...], que corresponde con su nombre art¨ªstico. El uso posterior realizado en la p¨¢gina se corresponde con su actividad musical bajo dicho nombre".

Este diario contact¨® con TiVo, que declin¨® comentar el asunto. Fern¨¢ndez, por su parte, concluye: "Esto les pasa por soberbia. Sin su prepotencia lo habr¨ªamos resuelto de forma amistosa".

Ahora ya no. La guerra contin¨²a. TiVo amenaza con acudir a la justicia si no cumple sus exigencias "por escrito". Por ejemplo, no transferir el dominio a terceros ni usarlo de forma comercial con instrumentos y aparatos audiovisuales. Primitivo se pregunta: "?Y si quiero montar un estudio de grabaci¨®n con mi nombre art¨ªstico? Es incre¨ªble que sigan salt¨¢ndose a la torera el dictamen de la autoridad mundial en la materia".