Por fin cay¨® el sat¨¦lite 'UARS'

El sat¨¦lite incontrolado UARS, de la NASA, que ha tenido en vilo a todo el mundo durante una semana, cay¨® por fin. La entrada en la atm¨®sfera se produjo ayer por la ma?ana, entre las 5.23 y las 7.09, hora peninsular espa?ola, sobre el Pac¨ªfico Norte, cerca de la costa occidental de EE UU, seg¨²n los datos de la Fuerza A¨¦rea estadounidense que ha estado haciendo el seguimiento en su centro de operaciones de la base de Vandenberg (California). Pero los datos precisos de localizaci¨®n y momento no se hab¨ªan hecho p¨²blicos ayer varias horas despu¨¦s de la entrada atmosf¨¦rica del aparato.

La NASA tard¨® ocho horas ayer incluso en especificar la zona del Pac¨ªfico (Norte) de entrada en la atm¨®sfera de su sat¨¦lite de casi seis toneladas, declarando a la vez que no hab¨ªa recibido ninguna comunicaci¨®n sobre da?os personales o materiales por fragmentos.

En su ¨²ltima ¨®rbita, el UARS sobrevol¨® Australia y cruz¨® el Pac¨ªfico hacia la costa oriental de Canad¨¢ entrando en la atm¨®sfera sobre el mar, pero alg¨²n trozo podr¨ªa haber llegado al suelo canadiense.

El Upper Atmosphere Research Satellite (UARS) iba a caer el pasado viernes, seg¨²n las previsiones que ven¨ªa haciendo la NASA desde el lunes (siempre advirtiendo de que los expertos manejaban un margen de un d¨ªa m¨¢s o un d¨ªa menos). Luego aplaz¨® el c¨¢lculo de la entrada en la atm¨®sfera unas 12 horas. La causa m¨¢s probable es que, como indicaban los datos de seguimiento, el artefacto, de casi seis toneladas y el tama?o de un autob¨²s, hab¨ªa cambiado de orientaci¨®n, por lo que vari¨® el frente expuesto al rozamiento con la atm¨®sfera terrestre.

A menor ¨¢rea de rozamiento en el sentido del desplazamiento del sat¨¦lite, menor habr¨¢ sido el rozamiento y, por tanto, m¨¢s lento el descenso. Este factor podr¨ªa haber dificultado el c¨¢lculo de localizaci¨®n exacta de la ca¨ªda de fragmentos en la superficie terrestre, que ser¨ªa extensa tras la destrucci¨®n del aparato al entrar en la atm¨®sfera. De cualquier forma, la probabilidad de que alg¨²n trozo del UARS golpeara a alguna persona en el mundo era muy remota (una entre 3.200).

El sat¨¦lite estaba incontrolado desde 2005, cuando dej¨® de funcionar, tras 14 a?os en el espacio observando la atm¨®sfera terrestre, su composici¨®n, temperatura y vientos. Durante seis a?os ha estado vigilado por los expertos que hacen el seguimiento (sobre todo, con avanzados sistemas de radar) de la basura espacial, es decir, de los artefactos inactivos o fragmentos de sat¨¦lites y cohetes que quedan dando vueltas alrededor de la Tierra y que son peligrosos para los aparatos en funcionamiento, incluida la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS).

Hace un par de meses, la NASA advirti¨® ya de que el UARS, que hab¨ªa sido colocado en ¨®rbita a 580 kil¨®metros de altura en 1991, estaba mucho m¨¢s bajo y se esperaba su entrada en la atm¨®sfera para finales de septiembre o principios de octubre. El domingo pasado, sin embargo, la agencia espacial estadounidense activ¨® la alerta: el sat¨¦lite, seguramente por el incremento de la actividad solar este verano, hab¨ªa descendido m¨¢s de lo previsto y la ca¨ªda era inminente.