Los palestinos reciben a Abbas como a un h¨¦roe
El presidente palestino, Mahmud Abbas, regres¨® ayer de Nueva York con la sensaci¨®n de haber triunfado. Esa misma sensaci¨®n parec¨ªa invadir a los miles de palestinos que lo recibieron con entusiasmo en Ramala. Abbas ha proclamado el inicio de la "primavera palestina" y ha insistido en que no habr¨¢ negociaciones con Israel mientras construya asentamientos israel¨ªes en los territorios ocupados.
A sus 76 a?os, el viejo bur¨®crata de la OLP, la sombra de Yaser Arafat, goza de su momento de gloria. Las palabras que grit¨® el viernes ante la Asamblea General de la ONU, "?basta, basta, basta!", reflejaron los sentimientos de su pueblo. El suyo fue el discurso que los palestinos quer¨ªan escuchar desde hac¨ªa mucho tiempo. Palestina sigue sin tener Estado, Cisjordania permanece bajo ocupaci¨®n y el propio Abbas ha reconocido, en una alocuci¨®n improvisada a la multitud ante la puerta de su oficina, que ahora empieza "un camino muy largo". Pero algo ha cambiado: los palestinos se sienten orgullosos de su presidente y de s¨ª mismos.
Asfixia econ¨®mica
Una cuesti¨®n urgente, que Abbas ha abordado en una charla con periodistas en el vuelo de regreso, es la asfixia econ¨®mica de Cisjordania. El presidente palestino ha comentado la posibilidad de denunciar parte de los Acuerdos de Oslo, la que concede a Israel control total sobre las importaciones y exportaciones en los territorios.
Al hablar de la primavera palestina, Abbas ha optado por una asimilaci¨®n no del todo afortunada con la primavera ¨¢rabe: los ¨¢rabes est¨¢n enfrent¨¢ndose a dirigentes sin legitimidad democr¨¢tica (como Abbas) y a Administraciones p¨²blicas aquejadas end¨¦micamente de corrupci¨®n (como la Autoridad Palestina). En cualquier caso, la ocupaci¨®n israel¨ª convierte lo dem¨¢s en mal menor. Y existe un consenso total en que el primer ministro palestino, Salam Fayyad, ha hecho un excelente trabajo acabando con las corruptelas m¨¢s escandalosas y robusteciendo instituciones para una futura independencia.
Ahora se abre una fase de inc¨®gnitas. La primera permanece en la sede de la ONU y se refiere a c¨®mo evolucionar¨¢ la petici¨®n de Abbas ante el Consejo de Seguridad para que se reconozca a Palestina como Estado miembro con plenos derechos. La segunda inc¨®gnita planea sobre el problema de siempre: c¨®mo restablecer un proceso negociador desprestigiado.
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