Historial delictivo de la literatura
No todos los escritores son funcionarios de traje gris, aburridos ciudadanos ejemplares que ni siquiera se han atrevido a transgredir las leyes de la gram¨¢tica. Algunos vivieron al l¨ªmite y sobrevivieron para contarlo. Jos¨¦ Ovejero (Madrid, 1958) ha peinado los arrabales de la historia de la literatura, hurgando en hemerotecas y bibliotecas hasta dar con las pistas correctas, esos detalles psicol¨®gicos o sociol¨®gicos que pueden ayudar a esclarecer, aunque nunca por completo, el enigma que se esconde detr¨¢s de cada conducta. No persegu¨ªa culpables, simplemente buscaba delincuentes siguiendo sus rastros de tinta y, en ocasiones, tambi¨¦n sus huellas de sangre. Jos¨¦ Ovejero no pretende hacer justicia, ni literaria ni de la otra. Con vista y olfato de detective, cualidades que no deben faltarle al buen bi¨®grafo, investiga los casos de quienes en un momento u otro de sus vidas se vieron entre rejas y que, si la suerte les sonri¨®, encontraron la redenci¨®n en la literatura y, a trav¨¦s de ella, la integraci¨®n en la sociedad. No hay un perfil com¨²n del escritor delincuente. Villon, pr¨ªncipe de los malditos, cant¨® sus miserias y brind¨® por su mala estrella antes de borrarse del mapa. Juliet Hulme logr¨® escapar de s¨ª misma y hallar refugio en el seud¨®nimo de una autora de best sellers. Al estrafalario Karl May lo conden¨® su narcisismo. Jean Ray utiliz¨® todo tipo de disfraces para hacerse pasar por el delincuente que jam¨¢s fue. El autodestructivo Burroughs lleg¨® a soplar 83 velas en su tarta de cumplea?os. Cassady solo escribi¨® cartas, pero fue carne de literatura y el alma y el motor descontrolado de la generaci¨®n beat. Maurice Sachs hizo de la impostura un arte, aunque sus encantamientos no le libraron de un tiro en la nuca. Mar¨ªa Carolina Geel y Mar¨ªa Luisa Bombal no dudaron en apretar el gatillo contra los causantes de sus desajustes sentimentales y mentales. Jean Genet santific¨® su camino de perdici¨®n. Ladrones, matones, asesinos, estafadores, supervivientes... Jos¨¦ Ovejero revisa sus historiales delictivos y bibliogr¨¢ficos, contrastando las p¨¢ginas que escribieron con los delitos y faltas que cometieron, para desmontar sus mistificaciones, pero dejando que sea el lector, en ¨²ltima instancia, quien los absuelva o no. Da que pensar que as¨ª como la literatura les sirvi¨® a algunos de ellos para ver reducidas sus condenas, la delincuencia es lo que despu¨¦s les ha salvado de pudrirse en la c¨¢rcel del olvido.
Escritores delincuentes
Jos¨¦ Ovejero
Alfaguara. Madrid, 2011
326 p¨¢ginas. 18,50 euros
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