Lorenzo se ducha con agua mineral
El temor a los efectos de la radiaci¨®n en Motegi, a 120 kil¨®metros de la central nuclear de Fukushima, cambia los h¨¢bitos y la dieta del campe¨®n mundial
Hiroshi Aoyama, piloto de Honda natural de Chiba (Jap¨®n), aunque residente en Barcelona, abr¨ªa los ojos de asombro mientras otros colegas relataban qu¨¦ medidas han tomado para pasar por tierras japonesas con la mayor precauci¨®n posible, atemorizados por los posibles efectos que puedan tener en su salud las fugas radioactivas sufridas en la central nuclear de Fukushima, a unos 120 kil¨®metros del circuito de Motegi, hace unos meses. "Mi equipo ha comprado mucha agua, cajas y m¨¢s cajas tra¨ªdas desde Italia. No s¨¦ cu¨¢nto dinero se pueden haber gastado", dec¨ªa el japon¨¦s. Tampoco acertar¨ªa Jorge Lorenzo a concretar el presupuesto destinado por Yamaha en este gran premio a la compra de agua, pero debe de ser mucho si pretende ducharse todos los d¨ªas, como lo hizo ayer, con agua embotellada.
El piloto toma leche condensada, cereales, panecillos con jam¨®n... Todo tra¨ªdo de Italia
Lleva unas zapatillas gastadas y las gafas de sol m¨¢s viejas para dejarlas 'olvidadas'
El espa?ol, que llevaba meses sosteniendo que su salud es m¨¢s importante que un t¨ªtulo mundial o el dinero que pudiera perder por negarse a correr una carrera y que solo se convenci¨® hace unas semanas de competir en Jap¨®n tras consultar con expertos en energ¨ªa nuclear y cerciorarse de que no corr¨ªa peligro alguno viajando a Motegi, sigue, a pesar de todo, minimizando cualquier riesgo. As¨ª que, ni corto ni perezoso, pas¨® por la ducha -ejercicio diario que no todos los pilotos pretenden hacer este fin de semana, temerosos de que el agua est¨¦ contaminada pese a la respuesta negativa de todos los informes estudiados-, pero no abri¨® el grifo. Lorenzo se lav¨® con botellas de agua Evian. Utiliz¨®, seg¨²n su propio relato, media botella para enjuagarse. Se enjabon¨® con su champ¨² y su gel de ducha habituales y se aclar¨® con otras dos botellas m¨¢s. No es el ¨²nico de los h¨¢bitos que ha cambiado en este Gran Premio de Jap¨®n.
Las comidas tambi¨¦n se han visto afectadas desde el desayuno hasta la cena. Lorenzo empieza el d¨ªa con un vaso de leche at¨ªpico, hecho con leche condensada disuelta en un poco de agua; come cereales y panecillos con jam¨®n, todo procedente de Italia, donde los cocineros de Yamaha han hecho la compra para estos d¨ªas, una compra m¨¢s cuantiosa que de costumbre aunque menos variada, pues mientras otros a?os cenaban en el restaurante del hotel Twin Ring, en el mismo circuito de Motegi -ha sido expresamente controlado por la organizaci¨®n-, en este los pilotos, los mec¨¢nicos y los dem¨¢s integrantes del equipo lo hacen en las oficinas de Yamaha. "Es una pena, porque me encanta el sushi. Adem¨¢s, por las restricciones para entrar comida en el pa¨ªs, el equipo no ha tra¨ªdo ni carne ni pescado, as¨ª que comemos pasta de kamut, la misma que como siempre en Barcelona, con un poco de salsa de tomate y at¨²n de lata", narra el mallorqu¨ªn, quien reconoce estar convencido de que no corre peligro alguno, si bien extremar las precauciones se ha convertido "casi en una man¨ªa personal".
"Creo que este es el gran premio en el que vamos todos peor vestidos", sigue Lorenzo, que luce unas zapatillas ya algo gastadas, ni rastro de las coloridas deportivas de las ¨²ltimas carreras. Tambi¨¦n se ha tra¨ªdo las gafas de sol m¨¢s viejas que ten¨ªa por casa: "Como no me gustan mucho, se las he cambiado a Carlos [Gil, conductor de su caravana y uno de sus hombres de confianza], que pasa de esas cosas y lleva unas muy parecidas a las m¨ªas", r¨ªe. Estas prendas, como ya avis¨® que har¨¢ Dani Pedrosa, se quedar¨¢n olvidadas en Motegi y no volver¨¢n a la maleta. Una muestra m¨¢s de que el miedo se ha tornado casi en un pasatiempo m¨¢s en Jap¨®n. Tanto que Lorenzo, su amigo Ricky Card¨²s, piloto de Moto2; Carlos Gil y H¨¦ctor Mart¨ªn, su jefe de prensa, han puesto en pr¨¢ctica un juego para ver qui¨¦n de todos es el que hace m¨¢s cagadas en su intento por esquivar la supuesta radioactividad en la zona -f¨ªsicos nucleares contratados por Ducati analizan cada d¨ªa el circuito, adem¨¢s del agua, y confirman que los niveles de radiaci¨®n son min¨²sculos, tal y como advirti¨® el informe independiente solicitado por Dorna-. "Hemos hecho una clasificaci¨®n y Ricky va en cabeza porque comi¨® galletitas en el avi¨®n, se lav¨® los dientes con agua del grifo y la noche del jueves cen¨® sushi. Pero yo beb¨ª agua durante la conferencia de prensa, as¨ª que tampoco me quedo corto", cuenta el campe¨®n del mundo de MotoGP.
En el taller del n¨²mero uno hay una ausencia, la del mec¨¢nico italiano Walter Crippa, que se neg¨® a viajar desde el principio. Uno japon¨¦s que trabaja con el equipo que realiza los tests de Yamaha le sustituye durante esta carrera. "Podemos suplir a Walter sin problemas. Sobre todo, porque a estas alturas la moto ya no necesita grandes cambios", explica el director deportivo, Wilco Zeelenberg.
"Preferir¨ªa que estuviera con nosotros porque es un integrante de esta familia. Se le echa de menos. En el plano personal m¨¢s que en el profesional", dice, sin embargo, Lorenzo, que tiene en su jefe de mec¨¢nicos, Ram¨®n Forcada, a otro aliado: lleva una aplicaci¨®n en su m¨®vil que lee los c¨®digos de barras e informa del lugar en el que se ha producido cada producto. "El otro d¨ªa tuvo que desechar una Coca-Cola porque era japonesa", advierte el equipo, m¨¢s entretenido que de costumbre pues no solo anda preocupado por cazar a las Honda en Motegi, sino tambi¨¦n por esquivar cualquier rastro de radioactividad por nimio que pueda ser.
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