La agencia ambiental de Obama, paralizada por el acoso pol¨ªtico
El informe que se?al¨® las emisiones como un problema sanitario tendr¨¢ que ser revisado - La mayor¨ªa republicana tacha al regulador de "destructor de empleo"
La ¨²nica instituci¨®n gubernamental que se ha atrevido a planificar e implantar reformas medioambientales en Estados Unidos, la Agencia de Protecci¨®n Medioambiental, dependiente de la Casa Blanca, se halla bajo acoso pol¨ªtico desde que Barack Obama llegara al poder hace casi tres a?os. Uno de los mayores golpes contra sus funciones se lo ha asestado su propia oficina de inspecci¨®n de asuntos internos, que despu¨¦s de un pormenorizado escrutinio la ha acusado de llegar de forma precipitada y err¨®nea a la conclusi¨®n, en 2009, de que los gases de efecto invernadero son un riesgo para la salud de los seres humanos.
Esa es una conclusi¨®n a la que la ciencia lleg¨® hace ya tiempo, pero que la clase pol¨ªtica norteamericana se resisti¨® a asumir durante largos a?os. Y cuando lo hizo, fue porque el Tribunal Supremo se lo exigi¨® en una sentencia de 2007, durante los ¨²ltimos a?os del mandato de George W. Bush. Entonces, la m¨¢xima instancia judicial del pa¨ªs exigi¨® a la Agencia Medioambiental (EPA, por sus siglas en ingl¨¦s) que determinara si los gases contaminantes eran perjudiciales para la salud humana. Si lo eran, le encargaba que regulara su limitaci¨®n.
La inspecci¨®n pedida por el Senado se basa en errores de forma
Est¨¢n en juego las capacidades reguladoras del organismo
La EPA inici¨® entonces un proceso de an¨¢lisis cient¨ªfico sobre los efectos de la contaminaci¨®n en las personas. Estancado durante meses, s¨®lo se finaliz¨®, por la v¨ªa r¨¢pida, cuando Obama asumi¨® el poder. "La conclusi¨®n principal es que la contaminaci¨®n con gases de efecto invernadero es un grave problema, para esta y para futuras generaciones", dijo entonces la directora de la agencia, Lisa P. Jackson. "El problema de la contaminaci¨®n tiene una soluci¨®n: crear miles de trabajos en el sector de las renovables y acabar con la dependencia del petr¨®leo extranjero". Aquella conclusi¨®n permiti¨® al presidente sortear las divisiones en el Congreso y ordenar a la EPA que comenzara a limitar las emisiones contaminantes f¨¢brica a f¨¢brica por decreto. Fue una de las decisiones m¨¢s pol¨¦micas de Obama, que el presidente asumi¨® despu¨¦s de comprometerse en la cumbre del clima de Copenhague de 2009 a reducir las emisiones de CO
2 un 17% para 2020 y un 83% para 2050, con respecto a 2005.
Inmediatamente, los republicanos y algunos dem¨®cratas conservadores acusaron a Obama de ignorar al poder legislativo e imponer normas por la v¨ªa ejecutiva. El caso es que el Supremo y el informe de la EPA de 2009 se lo permit¨ªan. El Senado pidi¨® una investigaci¨®n independiente, que ha publicado sus conclusiones esta semana. Las cr¨ªticas son eminentemente formales, centradas en el proceso de revisi¨®n de conclusiones por parte de la comunidad cient¨ªfica.
"Ese informe de 2009 no cumple con los requerimientos b¨¢sicos de escrutinio por parte de cient¨ªficos influyentes, principalmente porque las revisiones a las que se someti¨® al informe, y la respuesta a ellas por parte de la EPA, no se han hecho p¨²blicas, y porque entre los 12 cient¨ªficos que accedieron al informe y lo revisaron, uno era un empleado de la propia EPA", dice el nuevo estudio del inspector general. Este no eval¨²a la calidad cient¨ªfica de los datos empleados en el informe de 2009.
Para los republicanos, que controlan la C¨¢mara de Representantes y los Gobiernos de 29 de los 50 Estados de la Uni¨®n, esta cr¨ªtica del inspector general es la v¨ªa que buscaban para someter a la EPA a un proceso de escrutinio legislativo, en el que quieren desautorizarla y despojarla de la capacidad de emitir normas vinculantes por la v¨ªa ejecutiva. El l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara, Eric Cantor, ha acusado a la EPA de ser "una destructora de empleo". Sus compa?eros de bancada han pedido que se abra una investigaci¨®n en el Congreso.
"Este informe demuestra que la conclusi¨®n de que existe una amenaza contaminante para los seres humanos, que es la base de las regulaciones que tantos puestos de trabajo han destruido, fue precipitada, parcial y err¨®nea", dijo el senador republicano James Inhofe. "Pone en seria duda la integridad cient¨ªfica de los procesos de decisi¨®n de la EPA, y da?a gravemente la credibilidad de la conclusi¨®n de que existe una amenaza".
El 3 de septiembre, Obama cedi¨® a las presiones de los republicanos y de la crisis econ¨®mica, y prohibi¨® a la EPA que imponga nuevas restricciones a las emisiones de ozono hasta dentro de dos a?os, revirtiendo una de sus primeras decisiones como presidente. El presidente evit¨® as¨ª imponer severos ajustes a f¨¢bricas y refiner¨ªas en un a?o de elecciones, como ser¨¢ el pr¨®ximo.
M¨¢s all¨¢ del negacionismo clim¨¢tico
Las regulaciones de di¨®xido de carbono no son el ¨²nico enemigo de los republicanos. En su af¨¢n de desregulaci¨®n, han votado a favor de paralizar nuevas restricciones a la emisi¨®n de otros contaminantes que conllevan graves efectos para la salud, como el mercurio de las cementeras. Presionados por el sector, intentan detener unas nuevas normas que, seg¨²n aseguran, costar¨ªan 1.800 puestos de trabajo.
La Agencia de Protecci¨®n Medioambiental impondr¨¢ pronto nuevas normas para la fabricaci¨®n de cemento, que obligar¨¢n a reducir en un 90% las emisiones de mercurio a las aguas residuales. El mercurio afecta gravemente al desarrollo del cerebro y el sistema nervioso de fetos y reci¨¦n nacidos, y llega a las embarazadas a trav¨¦s del consumo de pescados y mariscos contaminados.
La semana pasada, la C¨¢mara de Representantes, dominada por los republicanos, vot¨® a favor de retrasar la entrada en vigor de esas normas y de crear un comit¨¦ de inspecci¨®n que emita una estimaci¨®n aproximada de cu¨¢nto costar¨ªan las nuevas regulaciones.
Las empresas cementeras han donado m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares (unos 730.000 euros) a candidatos pol¨ªticos en los pasados dos a?os. El 80% ha ido a manos de republicanos. Su principal queja es que el sector ha salido gravemente da?ado de la crisis, perdiendo 4.000 puestos de empleo.
En el caso del mercurio, los republicanos van m¨¢s all¨¢ del mero negacionismo clim¨¢tico. No se trata de un contaminante que afecta a la capa de ozono, sino de un material altamente nocivo. El presidente Barack Obama tiene ahora la potestad de vetar cualquiera de esas normas, que deben aprobarse a¨²n en el Senado.
Avances y retrocesos
- Abril de 2009. La Agencia Medioambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en ingl¨¦s) determina, por primera vez en su historia, que el di¨®xido de carbono es perjudicial para la salud humana.
- Junio de 2009. La C¨¢mara de Representantes aprueba la primera ley que limitar¨ªa las emisiones contaminantes en Estados Unidos.
- Diciembre de 2009. En la cumbre del clima de Copenhague, Obama se compromete a imponer l¨ªmites a la contaminaci¨®n para reducir las emisiones de CO
2 en un 17% para 2020 tomando como base los niveles de 2005.
- Abril de 2010. La Casa Blanca anuncia que renuncia a imponer un sistema de tope y comercio de emisiones como el que ha adoptado Europa para contener las emisiones del sector industrial.
- Julio de 2010. El Senado, de mayor¨ªa dem¨®crata, anuncia que no votar¨¢ la ley aprobada por la C¨¢mara un a?o antes para limitar emisiones. La norma muere en el Capitolio.
- Abril de 2011. Obama pacta una serie de recortes con los republicanos, por los cuales elimina el 16% del presupuesto anual de la EPA.
- Septiembre de 2011. El presidente de Estados Unidos le pide a la EPA que no imponga nuevas normas de limitaci¨®n de las emisiones de ozono (O3
) hasta dentro de dos a?os, para no entorpecer la recuperaci¨®n econ¨®mica.
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