"Afinar un arpa es desesperante"
Habla cuatro idiomas y tiene tres oficios, pero cuando a Alexander Granados, madrile?o, 27 a?os, le preguntan su profesi¨®n, lo tiene claro: "Afinador de arpas". Es el ¨²nico de Espa?a. No hay m¨¢s de 20 en Europa. Acude puntual a la cita e inmediatamente explica por qu¨¦ eligi¨® este sitio. "Los platos son originales y los precios, asequibles". ?Es c¨®moda la vida de un afinador de arpas? "?No!", exclama. "?Ya te digo yo que no lo es!". Hijo de la arpista profesional Micaela Granados, miembro de la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid, aclara unos segundos despu¨¦s: "Y no, no toco el arpa. Solamente las afino". Todo el mundo lo pregunta, explica despu¨¦s.
Su relaci¨®n con la m¨²sica ha pasado por altibajos. Su madre lo inscribi¨® en clases de viol¨ªn y viola a los cuatro a?os. A los 11 a?os, en un acto de rebeld¨ªa, se despidi¨® de ellos para siempre. "Los vend¨ª y con ese dinero me compr¨¦ mi primer ordenador", asegura. Se entreg¨® al deporte y entr¨® a la universidad. Pero descubri¨® que no era su camino. "Mi madre me propuso ir a trabajar con uno de los mejores afinadores de piano de Espa?a, amigo suyo. Me resist¨ªa porque era la m¨²sica, pero me insisti¨® tanto que acab¨¦ yendo. Y descubr¨ª que se trabajaba bastante bien". Ahora reconoce la importancia de su formaci¨®n musical. "La m¨²sica vuelve la mente m¨¢s ¨¢gil".
Granados se inscribi¨® en la Escuela de los Oficios de la M¨²sica en Le Mans (Francia), la ¨²nica en su tipo en Europa. Se convirti¨® en el primer espa?ol con un t¨ªtulo oficial de afinador de pianos de esa escuela. Pero a su regreso, se encontr¨® con que "era un desconocido y lleg¨® la crisis". Ir¨®nicamente, el mercado de afinadores de pianos ha sido especialmente golpeado por los tiempos; el de arpas, al ser tan peque?o, le ha permitido hacerse un espacio. "Una familia puede tener un piano de mueble, pero es mucho m¨¢s raro que tenga un arpa de mueble", explica antes de terminar con lentitud la ensalada.
Su trabajo es similar al de los antiguos m¨¦dicos de cabecera: visita al enfermo en su casa, lo revisa con cuidado y resuelve el problema. A todo tipo de arpas. La m¨¢s peque?a, el arpa celta, mide un metro y tiene un coste que va desde los 2.000 euros. Un arpa de pedales, profesional, mide 1,80 y pesa 80 kilos. Su mecanismo incluye m¨¢s de 1.900 piezas y puede costar hasta 45.000 euros. "Afinar un arpa puede ser desesperante. Si das un golpe un poquito m¨¢s fuerte, te vas", explica. "Es un trabajo solitario, pero siempre he sido muy independiente", comenta. Le gusta su oficio. En octubre abrir¨¢ una tienda especializada en arpas ¨²nica en Espa?a. "La idea es acercar la m¨²sica a las personas".
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