Auditoras, ?juez y parte?
En cinco a?os han facturado 160 millones a las empresas del Ibex por servicios ajenos a la auditor¨ªa - Bruselas quiere poner l¨ªmites al sector para evitar conflictos de inter¨¦s
En diciembre de 2001 Enron quebr¨®. Ten¨ªa deudas millonarias fuera de balance. Su ca¨ªda se llev¨® por delante a la empresa que auditaba sus cuentas, Arthur Andersen
a quien el gigante el¨¦ctrico pagaba una importante cantidad de dinero por otros servicios profesionales al margen de la auditor¨ªa, especialmente de consultor¨ªa. Como ocurre siempre que estalla una crisis, todo el mundo hizo entonces prop¨®sito de enmienda. Los reguladores anunciaron cambios en el sector de la auditor¨ªa y los miembros del sector prometieron un mayor celo en sus actividades para evitar conflictos de inter¨¦s.
Una d¨¦cada despu¨¦s el debate sigue estancado. Las denominadas big four (
Deloitte, KPMG, PwC y E&Y) controlan el negocio de auditor¨ªa en un porcentaje que muchos califican de oligopolio. La rotaci¨®n de auditor en una empresa es baja, y el peso en la facturaci¨®n de los servicios que no son de auditor¨ªa no solo se mantiene, sino que en muchos casos aumenta. En este contexto, el Financial Times publicaba esta semana que el departamento de Mercado Interior de la Comisi¨®n Europea, dirigido por Michel Barnier, trabaja en un reglamento cuyo objetivo es imponer duras restricciones al sector.
Las compa?¨ªas del Ibex llevan 12 a?os de media con la misma firma
Deloitte acapara casi la mitad de las auditor¨ªas en el ¨ªndice selectivo
La industria dice que sus servicios son los que demanda el mercado
Con la legislaci¨®n actual basta con rotar los socios de la misma auditor¨ªa
La Comisi¨®n cree que el sector forma parte de las causas del origen de la crisis
El Defensor del Inversor cita a las cajas como s¨ªntoma de que algo va mal
En Espa?a, las cuatro grandes auditoras se bastan para escrutar las cuentas de todas las empresas del Ibex 35. Deloitte acapara el 48,4% de las auditor¨ªas; PwC, el 21,2%; KPMG, el 15,15%, y E&Y, el 15,15%. Adem¨¢s, el n¨²mero medio de a?os ininterrumpidos que una misma firma lleva auditando a una compa?¨ªa del ¨ªndice selectivo es de 12 a?os. Por otra parte, estas firmas (todas ellas estadounidenses) han facturado de forma conjunta 159,4 millones de euros en los ¨²ltimos cinco a?os a los grandes grupos cotizados espa?oles por servicios que no son de auditor¨ªa. En 2010, ¨²ltimo ejercicio cerrado, la minuta cobrada por las auditoras a los grupos del Ibex por trabajos ajenos a su core business supuso de media el 23% del total de la facturaci¨®n.
"Evidentemente, el riesgo de que se produzcan conflictos de inter¨¦s est¨¢ ah¨ª", reflexiona Carlos Fern¨¢ndez, Protector del Inversor de la Bolsa de Madrid. "Este sector es pr¨¢cticamente un oligopolio. El hecho de que haya poca rotaci¨®n es un arma de doble filo: por un lado, las auditoras conocen muy bien a sus clientes, pero, por otro, puede darse el problema de un cierto abandono", a?ade. Las auditoras cumplen una funci¨®n social al formular una opini¨®n sobre la fidelidad de los estados financieros de las entidades auditadas. En este sentido, el n¨²mero de informes con salvedades entre las cotizadas espa?olas ha descendido en los ¨²ltimos a?os. ?Supone esto una se?al de confianza para los mercados? "No sabr¨ªa qu¨¦ decirle. Despu¨¦s de lo que hemos visto con las cajas de ahorros, esta tendencia no es una garant¨ªa. Algunas cosas dejan que desear", advierte Carlos Fern¨¢ndez.
En octubre de 2010, la Comisi¨®n Europea public¨® un Libro Verde para abrir el debate sobre la funci¨®n del auditor. Bruselas advert¨ªa en este texto de que mientras la crisis hab¨ªa puesto en cuesti¨®n el papel de los bancos, agencias de rating, Gobiernos o supervisores, se hab¨ªa pasado casi de puntillas por las responsabilidades de las auditoras, cuando, en su opini¨®n, forman tambi¨¦n parte del origen del problema. "El hecho de que numerosos bancos registrasen p¨¦rdidas astron¨®micas entre 2007 y 2009 en sus posiciones tanto en el balance como fuera del balance no solo plantea la cuesti¨®n de c¨®mo los auditores pudieron redactar para sus clientes informes de auditor¨ªa sin expresar reservas con respecto a dichos periodos, sino tambi¨¦n la adecuaci¨®n y la suficiencia del marco legislativo actual", seg¨²n la Comisi¨®n.
El Libro Verde destaca que tras la desaparici¨®n de Arthur Andersen hay muy pocas sociedades con capacidad de auditar a entidades grandes y complejas, y que la quiebra de una de estas auditoras "afectar¨ªa a la estabilidad del sistema financiero en su conjunto". Adem¨¢s, este documento pone ¨¦nfasis en que la "independencia" de los auditores debe ser "la base" del entorno de la auditor¨ªa.
Entre las medidas que la Comisi¨®n Europea somet¨ªa a debate con este documento destacaban las siguientes: que sea un tercero el que seleccione a la auditora y fije su remuneraci¨®n, en lugar de la propia empresa; la rotaci¨®n obligatoria en la firma que realiza la auditor¨ªa tras el transcurso de un determinado tiempo; estudiar la prohibici¨®n de prestar cualquier servicio distinto del de auditor¨ªa, y extender a toda la Uni¨®n Europea el modelo franc¨¦s donde las cotizadas est¨¢n obligadas a dos auditoras diferentes.
Una vez que el Libro Verde se hizo p¨²blico, la Comisi¨®n abri¨® un periodo de consultas y en febrero de 2011 se dieron a conocer las opiniones que le hab¨ªan hecho llegar reguladores, auditores y empresas. Sus respuestas, principalmente de los dos ¨²ltimos actores, fueron bastante cr¨ªticas con las propuestas de Bruselas. En opini¨®n de estos grupos de inter¨¦s, aspectos tales como la rotaci¨®n obligatoria o la prohibici¨®n de prestar servicios distintos de los de auditor¨ªa, "lejos de contribuir a mejorar el valor a?adido de las auditor¨ªas, redundar¨ªan en una disminuci¨®n de la calidad de las mismas y, por tanto, podr¨ªan da?ar la estabilidad de los mercados".
Tras la publicaci¨®n de las respuestas al Libro Verde, el debate en torno al futuro de la auditor¨ªa entr¨® en una fase de hibernaci¨®n de la que despert¨® abruptamente esta semana cuando se conoc¨ªa que, a pesar de la oposici¨®n de la industria, la Comisi¨®n trabaja en un borrador de un reglamento que tiene como objetivo imponer duras restricciones al sector.
El comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, apoya que las compa?¨ªas con activos de m¨¢s de 1.000 millones de euros tengan la obligaci¨®n de contratar a dos empresas de auditor¨ªa, incluyendo por lo menos una aparte de las cuatro grandes. Adem¨¢s, seg¨²n el borrador, que se har¨¢ p¨²blico el pr¨®ximo mes de noviembre, las firmas tampoco podr¨¢n examinar m¨¢s de nueve a?os a la misma compa?¨ªa. Con respecto a los potenciales conflictos de inter¨¦s, Bruselas quiere que las auditoras "de un tama?o relevante" no puedan ofrecer servicios alternativos como consultor¨ªa o asesor¨ªa.
Rafael C¨¢mara, presidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de Espa?a (ICJCE), considera "extra?o" que la Comisi¨®n Europea "ignore" el resultado que gener¨® la publicaci¨®n del Libro Verde y el reciente apoyo del Parlamento Europeo al sector de la auditor¨ªa.
C¨¢mara justifica el incremento de los ingresos por trabajos ajenos a la auditor¨ªa por la "especializaci¨®n" tan dr¨¢stica que ha tenido que afrontar la industria. "Hace unos a?os era impensable que nos pidieran la valoraci¨®n de activos deteriorados o que analiz¨¢ramos el impacto de un expediente de regulaci¨®n de empleo. Estos servicios son demandados ahora por muchos clientes, y qui¨¦n mejor que las auditoras, que se conocen al dedillo la empresa, para dar esos servicios".
C¨¢mara reconoce que el oligopolio actual es una situaci¨®n a corregir, y para ello sugiere la aprobaci¨®n de un pasaporte europeo. Sin embargo, justifica la falta de alternativas a las cuatro grandes por la demanda del mercado: "Examinar las cuentas de multinacionales exige unos recursos que solo est¨¢n al alcance de las firmas m¨¢s importantes". Respecto al cambio de auditor pasado un tiempo, C¨¢mara cree que la actual rotaci¨®n del socio (que no de auditora) ya proporciona la independencia necesaria. Sobre la idea de introducir un segundo auditor en las cotizadas, el presidente del ICJCE cree que supone "duplicar gastos" en un momento de crisis y que, de ponerse en pr¨¢ctica, "diluir¨ªa las responsabilidades" del auditor.
En 2010 el Gobierno espa?ol reform¨® la Ley de Auditor¨ªa. El art¨ªculo octavo habla de que los auditores deben ser "independientes" y establecer una serie de incompatibilidades (no ser directivo de la empresa auditada, no tener relaciones de parentesco, no hacer trabajos de auditor¨ªa interna...). Con respecto a la percepci¨®n de honorarios por trabajos distintos de los de la auditor¨ªa, el legislador los permite siempre que estos no constituyan "un porcentaje significativo del total de los ingresos anuales del auditor, considerando la media de los ¨²ltimos tres a?os". Adem¨¢s, el texto se?ala que los auditores ser¨¢n contratados por un m¨ªnimo de tres a?os y un m¨¢ximo de nueve, aunque una vez cumplido el plazo se puede prorrogar la vinculaci¨®n por periodos de tres a?os. En relaci¨®n con la rotaci¨®n, la ley establece que para sociedades con ventas superiores a 50 millones de euros, una vez transcurridos siete a?os del contrato inicial, "ser¨¢ obligatoria la rotaci¨®n del auditor de cuentas firmante del informe de auditor¨ªa".
"Creo que la legislaci¨®n en Espa?a es bastante completa y protege ante hipot¨¦ticos abusos. Todas las medidas que ha anunciado la Comisi¨®n Europea persiguen un buen fin, pero hay que calibrar tambi¨¦n sus consecuencias. La obligaci¨®n de tener dos auditores puede, adem¨¢s de elevar los costes, suponer un l¨ªo fenomenal. Conocer con profundidad una empresa requiere muchos a?os y mucha dedicaci¨®n", explica Salvador Montejo, presidente de Emisores Espa?oles, asociaci¨®n que re¨²ne a 38 empresas espa?olas cotizadas. "Lo que hay que hacer es extremar las medidas de control. Un cambio de auditor es un problema para una compa?¨ªa, ya que este se convierte en un asesor por su conocimiento de la sociedad", a?ade Montejo.
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