Hay otros 'ibakas' por descubrir

De Manute Bol a Ibaka se cuenta la historia del baloncesto africano. Entre el gigante de 2,31 metros de la tribu sudanesa de los dinka y el p¨ªvot congole?o nacionalizado espa?ol ha pasado un cuarto de siglo. Y sin embargo son pocos los africanos que han pisado la mejor Liga del mundo, 26 desde 1990, casi todos p¨ªvots. Como si ?frica tuviera a¨²n un enorme potencial oculto. La misma cantinela se repite desde hace d¨¦cadas: la cantera africana es un diamante en bruto. Pero pocos lo pulen. La NBA, los clubes y las federaciones miran con diferentes ojos al gigante.

Un hilo invisible une a Manute e Ibaka: dos inmensos taponadores. Uno por su interminable estatura; otro por su potencia. Ah¨ª est¨¢ el valor y el desaf¨ªo del jugador africano. Gran atleta por naturaleza, carece normalmente de fundamentos t¨¦cnicos en su formaci¨®n, producto de la falta de infraestructura, Ligas profesionales y preparadores. "Son superdotados f¨ªsicamente, pero el nivel t¨¦cnico es malo. En muchos sitios no hay escuelas de entrenadores o solo un bal¨®n para todo el equipo. Si no pillas a los ni?os con 14 a?os, como m¨¢ximo, ya es tarde para ense?arles. No est¨¢n acostumbrados a competir, no hay selecciones regionales. En su pa¨ªs, con 16 a?os han estado poco en la pista, mientras que en Espa?a ya han competido mucho", explica Pere Gallego, agente de Ibaka.

El principal problema es la falta de infraestructura y Ligas profesionales

El problema est¨¢ en la ra¨ªz. "Unos 30 africanos han jugado en la NBA. Espa?a sola ya tiene 10. ?Por qu¨¦? En ?frica son casos puntuales por sus grandes condiciones individuales. No hay base, no hay tradici¨®n. Necesitamos una infraestructura y que los ni?os empiecen a jugar antes. El potencial natural est¨¢ ah¨ª", explica el senegal¨¦s Amadou Gallo, enlace entre la NBA y ?frica, director de la oficina de la Liga norteamericana en Johanesburgo (la primera abierta, hace poco m¨¢s de un a?o, en el continente africano) y 12 temporadas empleado de Dallas Mavericks como ojeador y m¨¢nager. Siete personas se encargan en la oficina de estrechar los lazos entre la NBA y ?frica. En un continente en el que unos 30 millones de ni?os juegan al baloncesto es raro ver a chicos con camisetas de las estrellas de la canasta. El f¨²tbol ha llegado mucho antes. "Es lo que ven por la tele", dice Amadou. El reto, cuenta, es llevar un partido oficial de la NBA a ?frica en el plazo de tres a?os, y aumentar la difusi¨®n de la Liga por televisi¨®n. Desde 2003, el proyecto Baloncesto sin Fronteras organiza campus con jugadores (Mutombo, el a?o pasado, en Senegal) y entrenadores.

La NBA mira al continente africano entre el negocio y la formaci¨®n. "Pero se llevan a los jugadores a sus universidades ya tarde", argumenta Gallego, "con 17 o 18 a?os, y no los desarrollan, sino que los utilizan para ganar. Si un joven sabe rebotear, no le ense?an nada m¨¢s, sino que explotan eso. Ese talento que se exporta no pasa normalmente de la universidad a la NBA. En 300 universidades hay 20 superdotados y punto. En Europa se forma m¨¢s al jugador. Los franceses ya lo han hecho antes y ahora Espa?a, aunque a veces se ha abusado. Equipos de cadetes y j¨²niors de Canarias han estado llenos de africanos. Es mejor traer pocos y buenos". Gallego trabaja para la agencia U1st junto a Anicet Lavodrama, agente FIBA y exjugador centroafricano nacionalizado espa?ol. Desde 2007, la red de captaci¨®n de j¨®venes jugadores africanos se ha extendido. Desde la agencia piden a las federaciones y los comit¨¦s ol¨ªmpicos de varios pa¨ªses una selecci¨®n de talento. Los mejores 25 chicos de entre 14 y 16 a?os pasan la criba y participan cuatro d¨ªas en campus en Congo, Rep¨²blica del Congo, Camer¨²n y Senegal, sobre todo. All¨ª acuden t¨¦cnicos de los clubes espa?oles, como el Barcelona, Baskonia (los dos que m¨¢s dinero invierten), Madrid, Unicaja y Gran Canaria (los canarios son habitualmente la puerta de entrada). Algunos entrenadores vuelven con un nombre apuntado en su libreta. Entre 20 y 25 africanos de entre 14 y 19 a?os juegan ahora en el baloncesto base espa?ol, algunos incluso en las categor¨ªas inferiores de la selecci¨®n, aunque la federaci¨®n pretende limitar las nacionalizaciones.

"Esto no es un fen¨®meno nuevo", resume Lavodrama; "desde los a?os ochenta se ha reclutado a africanos. En Alemania, B¨¦lgica, Inglaterra, Francia... La novedad es ahora Espa?a. El potencial de ?frica es evidente. Que haya jugadores en la NBA como Ibaka [Oklahoma] y Eyenga [Cleveland] es algo notable para lo que es ?frica. Y Espa?a, que hist¨®ricamente ha estado m¨¢s cerca de Sudam¨¦rica, se est¨¢ abriendo a este continente". ?Exportar o formar? "Yo, si veo a un posible pr¨®ximo Navarro o Pau Gasol, me lo llevo a mi club, claro. Si no, que se quede para que tengan buenos campeonatos cadetes y j¨²niors. Son las dos lecturas".

La historia del baloncesto recuerda a grandes jugadores africanos. Hakeem Olajuwon, Mutombo, Manute... Quiz¨¢s otros est¨¦n por llegar.