El 'hallazgo' de la falsa n¨¦cora
Investigadores del CSIC analizan los usos m¨¦dicos y culinarios de los crust¨¢ceos que los barcos gallegos devuelven muertos al mar por su nulo valor en el mercado
La langostilla (munida spp) es un crust¨¢ceo b¨¢sico en la alimentaci¨®n de los ping¨¹inos del estrecho de Magallanes, pero cuando cae en las redes de los barcos que pescan en aguas argentinas es devuelto al mar, casi siempre muerto, porque no tiene inter¨¦s comercial y estorba en las bodegas de los grandes arrastreros. Despu¨¦s de seis a?os de estudio, investigadores del CSIC le han encontrado un uso culinario para la elaboraci¨®n de caldos, crema de marisco o pat¨¦. "Tiene un gran sabor, muy buena pinta", asegura Ricardo P¨¦rez Mart¨ªn, director del proyecto en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, que la semana pasada expuso ante representantes de empresas del sector los posibles y rentables usos -que seg¨²n P¨¦rez podr¨ªan producir unos dos millones de euros en beneficios- de la langostilla y de otros tres frutos del mar despreciados: dos tipos de n¨¦cora falsa, apellido que las diferencia del manjar gallego, y el patexo, m¨¢s raro en el plato que como cebo para pulpos.
Cada a?o son arrojadas al agua 10.000 toneladas de capturas in¨²tiles
Una empresa est¨¢ ensayando recetas de crema y pat¨¦ de langostilla
Cada a?o, los barcos gallegos que faenan en los caladeros del Gran Sol, el Cant¨¢brico y la costa de Portugal tiran al mar 10.000 toneladas de capturas in¨²tiles, casi siempre moluscos y crust¨¢ceos muertos que no encuentran salida comercial, se salen de los cupos m¨¢ximos permitidos o no alcanzan la talla m¨ªnima. Son lo que la FAO conoce como descartes, criticados por los ecologistas por comprometer el futuro de los bancos marinos. Ahora, en plena reforma de la Pol¨ªtica Pesquera Com¨²n, la Uni¨®n Europea se plantea seriamente prohibir esta pr¨¢ctica. "Ser¨ªan toneladas de especies que se traer¨ªan a tierra sin saber qu¨¦ hacer con ellas", explica P¨¦rez Mart¨ªn. La Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo, socia del CSIC en este proyecto, reserv¨® parte de sus descartes para someterlos a los ensayos de los cient¨ªficos. La v¨ªa culinaria, la que rescatar¨ªa la langostilla del abandono en el oc¨¦ano, sigue la estela de la del marujito, un pescado propio de los caladeros argentinos que desde hace 10 a?os el FROM promociona como "el nuevo sabor del mar". "Ya se est¨¢ exportando a otros pa¨ªses, sin cabeza y eviscerado", se?ala el investigador, que solo ve un obst¨¢culo en la difusi¨®n de nuevas especies. "Espa?a consume mucha variedad de pescado y es complicado introducir m¨¢s", reconoce. Por si convencen al paladar, la empresa Porto Mu¨ª?os, una firma pionera en la comercializaci¨®n de algas gallegas, est¨¢ evaluando algunas recetas elaboradas con la carne de estos mariscos infrautilizados.
M¨¢s all¨¢ de los usos culinarios, los investigadores conf¨ªan en el potencial del quitosano, una sustancia presente en el caparaz¨®n del crust¨¢ceo v¨¢lida para fabricar la pel¨ªcula que recubre los medicamentos o para el tratamiento de aguas residuales, porque el cuerpo humano no la absorbe y adem¨¢s inhibe el crecimiento de hongos y virus. La quitina, una biomol¨¦cula muy abundante en la naturaleza y alojada tambi¨¦n en la cubierta de los crust¨¢ceos descartados, tiene usos m¨¦dicos prometedores: el Hospital General de Valencia prueba desde hace dos a?os una s¨¢bana fabricada con hilos de quitina que en contacto con la piel del enfermo evita las llagas y favorece la cicatrizaci¨®n.
No es tampoco el sabor del Polybius henslowii, el patexo, lo que m¨¢s interesa a los cient¨ªficos del CSIC. Dilsea S.L, una empresa de Vigo especializada en el tratamiento de coproductos de la pesca, prob¨® a fabricar harina de marisco a partir de este tipo de cangrejo y logr¨® un compuesto v¨¢lido para criaderos de erizos y moluscos que ahora se someter¨¢ al examen de las granjas de lenguado y rodaballo. Antes de llegar al caparaz¨®n, las falsas n¨¦coras -m¨¢s peque?as, de extremidades largas y de un color m¨¢s rojizo que la local-, las langostillas y los patexos pueden ser aprovechados como ingrediente para piensos acu¨ªcolas m¨¢s naturales. "Los crust¨¢ceos se someten a la acci¨®n de unas enzimas que act¨²an sobre las prote¨ªnas y permiten que el pienso sea m¨¢s f¨¢cil de asimilar por el tracto digestivo del animal", explica P¨¦rez Mart¨ªn. El investigador extiende el empleo de las capturas hasta ahora rechazadas por los buques a la elaboraci¨®n de cosm¨¦ticos y productos farmac¨¦uticos.
La oportunidad de negocio, adelanta el investigador, deber¨ªa poner los dientes largos al menos a los armadores que trabajan cerca de la costa. "A la flota del litoral, que faena en mareas de entre dos y cinco d¨ªas, siempre le queda espacio en los barcos para traer a tierra sus descartes y darles un uso comercial". Dentro de los buques, el arduo trabajo de separaci¨®n de las especies que interesan en el mercado de las que no sigue devolviendo al oc¨¦ano miles de crust¨¢ceos muertos.
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