Herbert Jansch, un at¨ªpico m¨²sico folk

Los j¨®venes guitarristas brit¨¢nicos que salieron a la luz p¨²blica a principios de los sesenta se enfrentaban a un dilema profesional y est¨¦tico: quedarse en la guitarra ac¨²stica, con la que se hab¨ªan formado, o electrificarse, como hicieron sus ¨ªdolos del blues y el rock and roll. Muchos de los que eligieron la el¨¦ctrica ascendieron a dioses del rock; por el contrario, la mayor¨ªa de los fieles a la guitarra de palo fueron condenados al purgatorio del folk.

Herbert Jansch, que ayer sucumbi¨® a un c¨¢ncer en Londres, con 67 a?os, fue un folky que goz¨® de la admiraci¨®n activa de rockeros como Neil Young o Eric Clapton. Pero se trataba de un folky at¨ªpico: lo mismo interpretaba piezas tradicionales como Nottamun town (base sobre la que Dylan construy¨® Masters of war) que composiciones de Charles Mingus y otros jazzmen. Una trayectoria paralela a la de otro prodigio guitarrero con sangre escocesa, Davy Graham.

Jansch compon¨ªa espl¨¦ndidamente: su Needle of death fue uno de los primeros avisos cantados sobre la hero¨ªna. Pero posiblemente disfrutaba m¨¢s haciendo temas ajenos, de Tim Hardin, Ewan McColl o Jackson C. Frank. Y brillaba en adaptaciones de aires folcl¨®ricos, como Blackwaterside, que el ave rapaz de Jimmy Page tom¨® para Black mountain side, de Led Zeppelin.

Compa?eros de escenarios fueron Donovan y Paul Simon, con los que estableci¨® cierto tr¨¢fico de influencias mutuas. Su momento ¨¢lgido de popularidad lleg¨® como integrante de Pentangle, gomoso supergrupo entre el folk y el jazz que funcion¨® de 1968 a 1973, con tormentosas reapariciones posteriores.

En Pentangle estaban almas gemelas como John Renbourn y Danny Thompson, que tambi¨¦n fueron c¨®mplices en memorables discos de Jansch del calibre de Bert and John o Moonshine. Jansch prob¨® igualmente con aproximaciones a la m¨²sica isabelina, lo que denominaron baroque folk.

Aunque hubo alguna temporada de alejamiento de la m¨²sica, Jansch mantuvo una alta productividad, publicando hasta dos discos algunos a?os. En Espa?a, sus grabaciones se difundieron a trav¨¦s de Guimbarda, en ediciones mod¨¦licas con letras, traducciones y textos complementarios. La calidad de su trabajo empeor¨® con el alcoholismo pero, a finales de los ochenta, con la perspectiva de una muerte cercana, dej¨® de beber.

Estaba en mejor forma cuando le lleg¨® el homenaje de las nuevas generaciones. Primero fueron Bernard Butler y Johnny Marr, exmiembros de Suede y The Smiths, que le acompa?aron en Crimson moon (2000). En 2006 lleg¨® el turno de Devendra Banhart, Beth Orton y otras luminarias del freak folk, que aparecieron en The black swan. Asombrosamente, tambi¨¦n conect¨® con Peter Doherty, al que respald¨® en bolos ac¨²sticos y en alg¨²n tema del grupo Babyshambles. Una vida repleta, sin duda.