Dos luchadoras que pacificaron Liberia
La presidenta Johnson-Sirleaf y la activista Gbowee han servido de ejemplo en muchos pa¨ªses africanos
Las dos mujeres liberianas que han recibido el Nobel de la Paz han sido claves para el fin de la guerra civil en el pa¨ªs. Su influencia se ha extendido a otros movimientos de mujeres en varios pa¨ªses africanos.
Ellen Johnson-Sirleaf, de 72 a?os, fue la primera mujer en alcanzar la presidencia en un pa¨ªs africano. Hered¨® una Liberia destrozada por una guerra civil larga y especialmente cruel que destruy¨® la econom¨ªa, el tejido social y el futuro de una generaci¨®n de j¨®venes (m¨¢s de 20.000 guerrilleros desmovilizados) a los que el conflicto les rob¨® la infancia y la educaci¨®n.
El trabajo de Johnson-Sirleaf ha sido impulsar la reconciliaci¨®n, sentar las bases de un pa¨ªs en paz, recuperar la autoridad de los ancianos, de la ley y dejar atr¨¢s personajes tan siniestros como Charles Taylor, exguerrillero y expresidente liberiano juzgado en La Haya por sus cr¨ªmenes en la vecina Sierra Leona.
La 'huelga de sexo', organizada por Gbowee, fue clave para la paz en 2003
No ha habido milagros, pero en estos a?os su pa¨ªs ha recuperado la autoestima, el orgullo de ser liberiano, el derecho a un futuro mejor.
Mitad mam¨¢ Sirleaf, como la llaman en la calle, mitad dama de hierro, como la llaman sus ayudantes y sus enemigos, la presidenta prometi¨® en una entrevista con EL PA?S en 2005 ser una implacable "dama de hierro contra la corrupci¨®n", uno de los c¨¢nceres de ?frica. Cumpli¨® no cayendo en ella, pero el problema del dinero f¨¢cil y sucio, de los atajos, de los sinverg¨¹enzas, supera al esfuerzo de una persona.
Johnson tiene una mirada firme y directa, capaz de imponerse sin elevar la voz. La imagen de una mujer al mando en ?frica fue muy importante para millones de mujeres de ese continente que son el sost¨¦n de sus familias. Y m¨¢s ahora con el premio Nobel de la Paz. Han pasado los a?os, llegaron los problemas, las crisis, los fracasos y los errores, pero su imagen de mam¨¢ ?frica sigue intacta.
La lucha de Leymah Gbowee, de 39 a?os, comenz¨® con un sue?o. En 2002, tras 13 a?os de una sangrienta guerra civil que se hab¨ªa cobrado m¨¢s de 150.000 vidas, Gbowee so?¨® que encabezaba una reuni¨®n en una iglesia y que comenzar¨ªa a pelear por la paz en Liberia. Se despert¨® y lo hizo. La trabajadora social y entonces madre de tres hijos (ahora tiene seis) reuni¨® a un grupo de mujeres en un mercado y, acompa?ada por otra mujer, la musulmana Asatu Bah-Kenneth -Gbowee es cristiana- comenz¨® el Movimiento de Mujeres por la Paz en Liberia. Al principio eran decenas, al final eran miles.
Gbowee es conocida por organizar la llamada huelga de sexo, un movimiento pacifista que inst¨® a las mujeres a no mantener relaciones sexuales y logr¨® poner fin a la segunda guerra civil de Libe en 2003. Tras meses de presi¨®n, las mujeres consiguieron una reuni¨®n con Taylor y le obligaron a prometer que establecer¨ªa un di¨¢logo de paz con los grupos rebeldes en Ghana. Sus acciones trajeron la paz a su pa¨ªs y facilitaron el camino para la elecci¨®n la primera presidenta africana, Ellen Johnson-Sirleaf.
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