Las obras sociales, ante el reto de sobrevivir sin el dinero de las cajas
Las fundaciones de Catalunya Caixa y Unnim buscan nuevos ingresos y echan mano del fondo de reserva para seguir con sus proyectos y ayudas
La transformaci¨®n del mapa financiero tambi¨¦n tendr¨¢ sus efectos en el modelo social y cultural catal¨¢n. Los procesos de fusi¨®n y la entrada de capital p¨²blico en las cajas de ahorros ha puesto el foco en la obra social de estas entidades, que es el dividendo con el que estas devuelven a la sociedad el beneficio que obtienen a trav¨¦s de su actividad financiera. La nacionalizaci¨®n de Catalunya Caixa y Unnim, y su posterior privatizaci¨®n, supondr¨¢ un cambio en el funcionamiento de su obra social. Las entidades tienen dos a?os para buscar inversores privados que sustituyan al Estado. Hasta entonces, deber¨¢n sobrevivir sin los recursos que le aporta el negocio financiero. Ambas han empezado ya a andar solas.
Las dos cajas, hoy fundaciones, apenas participar¨¢n en los beneficios del banco
La obra social de las cajas catalanas supone un gasto de m¨¢s de 570 millones de euros. Solo La Caixa, que tras segregar su negocio financiero ha mantenido su naturaleza jur¨ªdica de caja y cuyos proyectos puede mantener holgadamente, tiene un presupuesto de 500 millones de euros para la obra social. Esa cantidad de 570 millones equivale a la asignaci¨®n de un Departamento de la Generalitat. De hecho, hay cuatro -Presidencia, Gobernaci¨®n, Cultura y Agricultura- que tienen un presupuesto inferior para 2011. Adem¨¢s, as¨ª como las cajas catalanas tambi¨¦n desempe?an parte de su actividad en otras comunidades donde tienen presencia, hay entidades de otros territorios que invierten en Catalu?a.
La principal fuente de ingresos de las cajas proviene de los beneficios que estas obtienen de su negocio financiero, que ahora han traspasado a un banco. Las cajas deben destinar al menos el 50% de su excedente a reservas para garantizar su solvencia, mientras que la otra mitad puede destinarse a la obra social. Ah¨ª surge el principal problema ahora: el Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB) se ha quedado con el 100% de Unnim y el 89,7% de Catalunya Caixa, por lo que la primera no podr¨¢ contar con esa aportaci¨®n y la segunda solo tendr¨¢ derecho a poco m¨¢s del 10% de los beneficios.
Ambas entidades niegan, sin embargo, que la obra social peligre. Solo que a partir de ahora deber¨¢n financiarse de otro modo: tendr¨¢n que echar mano del fondo de reserva, llegar a acuerdos con otras instituciones y empresas o potenciar los ingresos que obtienen por su actividad. Catalunya Caixa, que naci¨® tras la fusi¨®n de las cajas de Catalunya, Manresa y Tarragona, destin¨® el a?o pasado 49,5 millones de euros. Esa cantidad es inferior a la de 2009, cuando solo Caixa Catalunya destinaba 56,4 millones a la obra social, seg¨²n consta en la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Para este a?o, el presupuesto de la fundaci¨®n ha bajado a 45 millones.
La directora general de Catalunya Caixa Obra Social -como se llama ahora la fundaci¨®n en la que se ha transformado la caja-, Marta Lacambra, admite que, a falta de formular una propuesta al consejo de la entidad, el presupuesto de 2012 ser¨¢ inferior. Sin embargo, Lacambra asegura que la entidad lleva ya tiempo preparada para ese escenario. "Cuando nos fusionamos en junio de 2010 el primer encargo que nos hicieron fue el de afrontar un marat¨®n, no los 100 metros lisos. Hab¨ªa que dosificar recursos, por lo que era importante que la obra social pusiera el foco, fuera eficiente y se reinventara para mantener sus ingresos", explica.
Un portavoz de Unnim -fruto de la fusi¨®n de las cajas de Sabadell, Terrassa y Manlleu- tambi¨¦n sostiene que la obra social sobrevivir¨¢ a la reestructuraci¨®n financiera. Ahora, afirma, se abre un periodo de transici¨®n para la entidad. Por un lado, est¨¢ el banco, ahora totalmente en manos del Estado, y por el otro, la obra social, que se financiar¨¢ del fondo de reserva -cuya cantidad la entidad todav¨ªa no ha hecho p¨²blico-, con recursos derivados de actividades que le dan ingresos y mediante aportaciones que puedan realizar instituciones p¨²blicas y privadas. El a?o que viene, la fundaci¨®n de Catalunya Caixa deber¨¢ desarrollar sus proyectos con la cantidad que le corresponda por su participaci¨®n del 10% en la entidad; echando mano del fondo de reserva, dotado con 30 millones de euros y que todav¨ªa no ha usado, y con sus ingresos recurrentes, de 15,7 millones de euros. Una portavoz de la entidad explic¨® que la fundaci¨®n gestiona el 5,3% de todo el territorio catal¨¢n y es propietaria del 2% de la comunidad. "Eso nos hace diferentes de otras cajas que son solo repartidoras", afirma.
Aparte de M¨®n Sant Benet, un centro creado en torno al monasterio de Sant Benet de Sant Fruit¨®s de Bages en 2007 y que recibe a unas 100.000 personas anuales, el buque insignia y faro de la instituci¨®n es La Pedrera, una de las obras emblem¨¢ticas de Gaud¨ª, situada en el paseo de Gr¨¤cia de Barcelona. El a?o pasado recibi¨® un total de 1,1 millones de visitantes. De estos, 249.375 personas visitaron, gratis, alguna de sus exposiciones y 943.782 pagaron 11 euros para ver el edificio y pasearse por el piso modernista de la cuarta planta o por las chimeneas de guerreros de su azotea. Es un p¨²blico que en su mayor¨ªa lo constituyen turistas extranjeros.
Los ingresos por la explotaci¨®n del edificio alcanzaron en 2010 los 15 millones de euros, y est¨¢ previsto incrementarlos. En julio entr¨® en funcionamiento el servicio educativo en la primera planta del edificio, tras la reforma de todo ese piso que comport¨® el traslado a plantas superiores de los empleados de la entidad. Ese espacio acoge ahora a los miles de estudiantes catalanes que pasan por el edificio y participan en talleres y actividades. Hasta diciembre ya han reservado plaza 10.000 estudiantes.
Lacambra explica que, adem¨¢s de los ingresos por esos dos edificios, la entidad potenciar¨¢ el ¨¢rea de microcr¨¦ditos o los alquileres de espacios. La fundaci¨®n tambi¨¦n estudia cobrar entrada por las exposiciones, aunque la directora general descart¨® que esa medida se adopte en 2012.
La obra social de Unnim tambi¨¦n explora esas v¨ªas. Desde la fundaci¨®n explican que, por ejemplo, facturan 3,5 millones de euros anuales con un ambientador que venden en varias cadenas de supermercados y que producen en un centro de trabajo de discapacitados. Seg¨²n un portavoz de la entidad, la obra social llega a m¨¢s de dos millones de beneficiarios de Catalu?a, Madrid, la Comunidad Valenciana y las ciudades de Zaragoza y Sevilla y cuenta con equipamientos culturales y medioambientales como el Espai Cultura y el Espai Natura, en Sabadell, y varios centros para ancianos.
Ese es el escenario que esas entidades tienen hasta que desembarquen inversores privados o, en el peor de los casos, sean vendidas por el FROB. ?Qu¨¦ pasar¨¢ entonces? Fuentes sindicales consultadas temieron que la llegada de capital privado al banco suponga un descenso del dividendo social que nutre a las fundaciones. Sin embargo, el presidente de La Caixa y de la Confederaci¨®n de Cajas, Isidre Fain¨¦, opin¨® en la presentaci¨®n de resultados de 2010 que eso no tiene por qu¨¦ ser as¨ª. Si los beneficios suben, razon¨®, las aportaciones a la obra social tambi¨¦n lo podr¨¢n hacer.
Conflicto en el consejo
La composici¨®n del consejo de administraci¨®n del nuevo banco de Catalunya Caixa ha puesto en pie de guerra a los sindicatos, que, junto con las diputaciones, han quedado fuera de ese ¨®rgano de gobierno de la entidad. SEC, UGT y CC OO votaron en contra el pasado jueves de los nombramientos para el consejo. Uno de ellos, el SEC, incluso amenaz¨® con impugnar esa sesi¨®n. A esos consejeros, seg¨²n Efe, se unieron los consejeros Joan Ech¨¢niz, representante de la Diputaci¨®n de Barcelona, y Jaume Roquet, de los impositores. Josep Alabern, de la Diputaci¨®n de Tarragona, se abstuvo.
El nuevo consejo de Catalunya Banc, como se llama el banco al que la caja traspas¨® todo su negocio financiero, tendr¨¢ cuatro miembros designados por Catalunya Caixa, tres del Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB) y cinco independientes, adem¨¢s de los dos m¨¢ximos ejecutivos de la caja, Adolf Tod¨® y Jaume Masana. Por parte de Catalunya Caixa, estar¨¢n en ese ¨®rgano de gobierno Albert Abell¨®, presidente de la C¨¢mara de Comercio de Tarragona; Josep Maria Farr¨¦s, representante de los impositores; Josep Molins, exconsejero del Instituto Catal¨¢n de Finanzas y miembro del despacho Roca Junyent, y Manel Rosell, presidente de Catalunya Caixa.
Ning¨²n sindicato ni ninguna diputaci¨®n, pues, tendr¨¢n representaci¨®n en el banco. "La designaci¨®n de los miembros se ha realizado siguiendo criterios de m¨¢xima profesionalidad y representatividad de los clientes y de los territorios de origen de la caja", se?al¨® la entidad en un comunicado. El sindicato SEC fue el que mayor oposici¨®n manifest¨®, al anunciar movilizaciones en caso de que la entidad afronte nuevos ajustes. CC OO, por su parte, abog¨® por una "salida dialogada" de esa crisis.
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