Guerra total por el futuro del Niemeyer
La pol¨ªtica, el dinero y dos visiones diametralmente opuestas de la cultura ponen en peligro el centro de Avil¨¦s
Kafkiano es una palabra que se escucha constantemente estos d¨ªas en Avil¨¦s. El adjetivo, que el saber popular rob¨® a la literatura comparada, sirve bien para definir la incomprensi¨®n impotente ante el conflicto pol¨ªtico en torno al Centro Niemeyer. De un lado, el Principado de Asturias, presidido por Francisco ?lvarez-Cascos. Del otro, la Fundaci¨®n que dirige la instituci¨®n. Y en medio, los 43 trabajadores directos e indirectos y el futuro mismo del complejo, dise?ado por el arquitecto brasile?o y posado sobre la r¨ªa: una de sus caracter¨ªsticas sinfon¨ªas futuristas de espacios curvos que podr¨ªan quedar sin contenido tras el 15 de diciembre, cuando expire el contrato con la actual direcci¨®n.
Kevin Spacey: "Si lo dejan morir van a encontrarse con una revuelta popular"
Grueso: "?Qu¨¦ quieren hacer con esto? ?Llenarlo de sidra y madre?as?"
El domingo pasado una marcha de protesta reuni¨® a 4.000 personas
Vallaure: "Falta un plan director, lo habr¨¢, pero yo no lo conozco"
"Siento una profunda tristeza y amrgura", dice el anciano arquitecto
El secretario general de la fundaci¨®n crre que pueden ser "autosuficientes"
?C¨®mo es posible que cierre un complejo de 44 millones de euros, pagados por el Principado, a los seis meses de su apertura? ?Por qu¨¦ desimantar abruptamente un polo que ha atra¨ªdo a la ciudad a un mill¨®n de turistas en medio a?o? ?Est¨¢ en condiciones la villa de prescindir, megaloman¨ªas incluidas, de las visitas de sospechosos habituales del centro como Woody Allen, Kevin Spacey, Brad Pitt o Wole Soyinka? La respuesta a todas estas preguntas reviste escasa enjundia cultural. El Principado exige "una intervenci¨®n en las decisiones del patronato acorde con sus aportaciones presupuestarias, as¨ª como una mayor transparencia y control en la gesti¨®n", seg¨²n el consejero de Cultura Emilio Marcos Vallaure, reci¨¦n llegado al puesto tras el triunfo electoral del Foro Asturias, partido de ?lvarez-Cascos (que declin¨® terciar en este reportaje).
La actual direcci¨®n pretende por su parte la cesi¨®n de uso del equipamiento "durante 50 a?os, como se acord¨® en patronato", para continuar con una "programaci¨®n de car¨¢cter internacional, lejos del esp¨ªritu de casa cultural", seg¨²n Natalio Grueso, director general de la fundaci¨®n Niemeyer y alma del proyecto. "?Qu¨¦ quieren hacer con esto?", se preguntaba esta semana mientras se?alaba la c¨²pula de indudable poder ic¨®nico (?hasta las reposter¨ªas la han convertido en mantecado!). "?Llenarla de sidra y madre?as? ?Poner un Carrefour?". Grueso ten¨ªa previsto dejar su puesto "en breve", pero ahora, dice, se ve "atrapado" hasta que se resuelva el conflicto. El origen de la confrontaci¨®n est¨¢, seg¨²n Emilio Marcos Vallaure, en dos acuerdos del patronato firmados en febrero y en junio ("el primero, con el PSOE al frente del Principado; el segundo, fuera de legislatura"). "Pretendieron reducir nuestra representaci¨®n a un patrono, cuando aportamos mucho m¨¢s al presupuesto [570.000 euros en 2010, el 42% de un total de 1,35 millones]", recuerda el consejero. "Y luego, se quer¨ªa una cesi¨®n jur¨ªdica patrimonial del edificio por medio siglo. ?En qu¨¦ cabeza cabe? Esto es de todos los asturianos, ni del Foro ni de ellos".
El consejero, adem¨¢s, acus¨® a la fundaci¨®n de "graves irregularidades", bas¨¢ndose en un informe en el que se hablaba de "incidencias" en la justificaci¨®n de dietas. Los responsables del centro insisten en que todos los gastos est¨¢n justificados y que la forma de hacer esas denuncias (a la prensa, sin comunicarlo antes a las partes) es constitutiva de un delito "de revelaci¨®n de secretos". A¨²n estudian interponer una demanda contencioso administrativa. Los titulares hablaban de "hamburguesas en Nueva York" o "copas en T¨¢nger" y sirvieron a sus detractores para incidir en las viejas cr¨ªticas: que el Niemeyer es un centro grandilocuente, demasiado apoyado en la propaganda y deslumbrado por los grandes nombres.
Es cierto que la intensidad de los argumentos contables ha remitido en el discurso del Principado. El reparto del patronato sigue siendo lo importante. La mesa del Niemeyer tiene 16 asientos. Los ocupan instituciones p¨²blicas -adem¨¢s del Principado, que tras la modificaci¨®n pasa a tener tres, est¨¢n el Ministerio de Cultura y los propietarios del terreno: el Ayuntamiento de Avil¨¦s y la autoridad portuaria-, as¨ª como personalidades (Enrique Iglesias, de la Secretar¨ªa General Iberoamericana, el abogado Antonio Garrigues y el empresario Daniel Alonso) y compa?¨ªas (Asturiana de Zinc y Cajastur). El resto se reparte entre el presidente, el secretario, el director general y los patronos de honor, que son dos: Oscar Niemeyer y el anterior presidente de Asturias, Vicente ?lvarez Areces.
La segunda fuente de conflicto parece manar precisamente de ah¨ª. El Principado aspira a seguir presidiendo el patronato (tras el cambio en los estatutos, ahora est¨¢ al frente el productor discogr¨¢fico Manolo D¨ªaz). Y pese a que Areces (PSOE), que gobern¨® la regi¨®n durante 12 a?os e impuls¨® el proyecto, se ha mantenido al margen, es una impresi¨®n extendida en Avil¨¦s, aunque negada por el consejero, que detr¨¢s de todo esto hay un plan de Cascos para desactivar los logros pasados.
En la materializaci¨®n del sue?o del Niemeyer, el anterior presidente desempe?¨® un papel importante. Todo empez¨® cuando en 2006 Natalio Grueso regres¨® de Nueva York, donde hizo la mayor parte de los contactos internacionales que dan lustre a la programaci¨®n y que muchos le envidian.En su nuevo trabajo como responsable de los actos de conmemoraci¨®n del 25? aniversario de los premios Pr¨ªncipes de Asturias, Grueso visit¨® a los galardonados para pedirles unas palabras de agradecimiento. Niemeyer (distinguido en 1989) contest¨® que lo suyo no eran las palabras, sino los edificios, y regal¨® a Asturias el garabato en el que est¨¢ el germen del complejo. Con ese inesperado presente entre manos, Grueso visit¨® a Areces, que busc¨® los terrenos.
La elecci¨®n de Avil¨¦s, gobernada desde 2007 por Pilar Varela (PSOE), parec¨ªa l¨®gica. Ciudad de 80.000 habitantes castigada por la reconversi¨®n industrial, era la clase de sitio ante el que uno pisaba el acelerador en los ochenta. Hoy, el centro hist¨®rico luce con coqueta belleza, abundan los turistas y abren restaurantes de cocina nikkei. No en vano, casi todos los establecimientos del casco antiguo lucen una pegatina roja con letras blancas que dice: "Yo apoyo. Centro Niemeyer".
Tom¨¢s Santos se lamentaba amargamente esta semana en las oficinas de la Uni¨®n de Comerciantes de Avil¨¦s que preside: "Hay comercios que se han venido tras la apertura del complejo". Es el caso de Carlos y Mem¨¦, que se volvieron de Madrid para montar una tienda de antig¨¹edades. No quieren imaginar las p¨¦rdidas que les reportar¨ªa el cese de actividades. Ambos participaron en una marcha el domingo pasado que reuni¨® a unas cuatro mil personas. "Si deciden cerrar, retrasar o ponerle dificultades a este centro van a encontrarse con una revuelta popular entre las manos, porque no se pueden enfrentar a la gente, a la comunidad local y a los empresarios", dice el actor Kevin Spacey, cuya representaci¨®n de Ricardo III elev¨® el tono cultural en medio del fragor pol¨ªtico.
Cuando la tragedia de Shakespeare baj¨® el tel¨®n, los ¨¢nimos ya estaban caldeados por una comparecencia de Vallaure en sede parlamentaria (archivada en YouTube bajo el t¨ªtulo Vallaure show) en la que respond¨ªa a preguntas de populares y socialistas; este es uno de esos raros casos que los han puesto de acuerdo. En el v¨ªdeo, el consejero define la pol¨ªtica del Niemeyer como una "apuesta por la cultura espect¨¢culo" sin conexi¨®n con la realidad asturiana; tilda de "vergonzosa" una exposici¨®n de esculturas de Crist¨®bal Gabarr¨®n en la explanada; llama "mera aficionada" a la actriz Jessica Lange, cuya muestra de foto sigue en cartel; y asegura que el Gobierno no tiene ning¨²n plan para el Niemeyer "porque no es momento de tenerlo".
Antes de su incursi¨®n en pol¨ªtica, Emilio Marcos Vallaure, de 70 a?os, llevaba tres d¨¦cadas vinculado al Museo de Bellas Artes de Asturias, que dirig¨ªa desde 1995 y donde hizo "una gran labor", seg¨²n fuentes del sector. El jueves en el despacho de un pol¨¦mico edificio dise?ado en Oviedo por Calatrava, explicaba que sus palabras fueron mal interpretadas: "Lo que dije es que falta un plan director en el Niemeyer, que lo habr¨¢, pero yo no lo conozco. Y me reitero en mi cr¨ªtica a las exposiciones de artes pl¨¢sticas, que es en lo que estoy autorizado. ?C¨®mo voy a objetar que el actor americano este [se refiere a Kevin Spacey] represente Ricardo III? Tampoco dije que Carlos Saura es un piernas, solo que la exposici¨®n que le dedicaron no cumpl¨ªa los protocolos cient¨ªficos. Sobre la cultura espect¨¢culo me refer¨ªa al car¨¢cter epigonal de la posmodernidad, que es una cosa que est¨¢ ah¨ª, que lo hayan aplicado al Niemeyer es problema de ellos. Me parece que nuestra aportaci¨®n [1,15 millones en 2011] es alta, muy superior a los 13.000 euros que damos al Museo Mar¨ªtimo".
Horas antes, Vallaure hab¨ªa escuchado de la alcaldesa de Avil¨¦s, Pilar Varela, y del presidente del Centro Niemeyer, Manolo D¨ªaz, que la fundaci¨®n estar¨ªa dispuesta a prescindir de la aportaci¨®n econ¨®mica del Principado y a mantenerle la misma representaci¨®n en la toma de decisiones. Jos¨¦ Luis Rebollo, secretario general de la fundaci¨®n, cree que el centro puede ser "autosuficiente" en pocos a?os. Se hab¨ªa propuesto probarlo con papeles que "sostienen" la legalidad de los acuerdos y que demuestran que las aportaciones privadas han ido creciendo hasta situarse en un 24% en el presupuesto para 2011 (3,7 millones). Esa fue la tendencia hasta que estallaron los problemas. Rebollo calcula que la incertidumbre ha hecho perder a la fundaci¨®n 600.000 euros. Y Grueso advierte de que aunque se llegase a un acuerdo "ya no es posible armar una programaci¨®n decente hasta abril de 2012, con lo que habr¨¢ un par¨®n seguro".
Mientras las partes se han emplazado para una nueva reuni¨®n el martes, el ¨²nico atisbo de vida cultural lo puso la bailarina Mar¨ªa Pag¨¦s. Anoche estren¨® en el auditorio un espect¨¢culo inspirado en Oscar Niemeyer. El arquitecto, de 103 a?os, pidi¨® a este diario que no se tire por la borda su esfuerzo: "Siento una profunda tristeza y amargura, no entiendo lo que est¨¢ pasando, que haya pol¨ªticos que quieran destruirlo despu¨¦s de todo lo que hemos hecho". Lo mejor ser¨¢, y en eso s¨ª hay acuerdo, ahorrarle a Niemeyer los detalles de todo esto. Incluso aunque viviese los tiempos de Kafka.
Babelia
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