Vivir con 246 euros al mes

Jordi y Alicia esperan sentados en la terraza de un bar en Badalona (Barcelona). A la llegada de la periodista, aclaran: "El caf¨¦ que ves aqu¨ª y el tabaco lo podemos pagar porque la familia nos ha dejado diez euros". La pareja vive as¨ª -de la solidaridad de su entorno- desde que en junio un c¨²mulo de circunstancias se ali¨® en su contra: perdieron una ayuda familiar que recib¨ªan, les subieron el alquiler y est¨¢n a la espera de la renta m¨ªnima de inserci¨®n (RMI), que no les acaba de llegar.

El empeoramiento de la situaci¨®n econ¨®mica de muchas familias, pero tambi¨¦n de las finanzas de la Generalitat, oblig¨® al nuevo Gobierno catal¨¢n de CiU a hacer una revisi¨®n de los beneficiarios de la RMI, con el objetivo de reducir su n¨²mero. En junio se hab¨ªa llegado a cerca de 34.000 expedientes aprobados, copando la partida prevista para este a?o.

La falta de liquidez ha hecho que nuevos beneficiarios a los que se le ha aprobado la ayuda a¨²n no la hayan cobrado o, como el caso de esta pareja de Badalona, tampoco han recibido el incremento de la RMI, a pesar de tener el visto bueno de la Generalitat.

Alicia ?lvarez (35 a?os) cobra 246 euros de esta ayuda social desde hace 11 a?os. Nacida en el barrio humilde de San Roque, no logr¨® escapar de la espiral de la miseria y de trabajos puntuales y precarios hasta que fue madre hace una d¨¦cada y se dedica a cuidar sus tres hijos (y espera un cuarto). Jordi Illesca, de 40 a?os, se dedic¨® casi la mitad de su vida a trabajar en la construcci¨®n hasta que en 2007 se qued¨® en el paro. Estuvo dos a?os cobrando la prestaci¨®n por desempleo y, cuando se le agot¨®, la ayuda familiar de 426 euros concedida por el Estado, que dej¨® de recibir en junio.

Fue entonces cuando solicitaron a la Generalitat que les ampliara la RMI de Alicia para poder subsistir. "La tenemos aprobada, pero todav¨ªa no nos han pagado los 640 euros que ahora nos corresponden", se queja Jordi. Desde hace tres meses, toda la familia subsiste como puede con los 246 euros de la renta m¨ªnima.

Las deudas se les han disparado y ya deben tres meses de alquiler del piso, dos recibos del agua (han recibido la amenaza del corte del suministro), 200 euros de los libros del colegio, adem¨¢s de m¨¢s de 300 euros a familiares. En los ¨²ltimos meses, Jordi confiesa que ha intensificado su b¨²squeda de trabajo, sin resultado. Pero no encuentra empleo. Confiesa sentirse "impotente" por la situaci¨®n y reclama que se le pague la ayuda "a la que tenemos derecho". Entiende la reforma para controlar el fraude de la RMI, pero se lamenta. "Estamos pagando los que no tenemos culpa".