El milagro del 'show' de Holland
El programa de rock en vivo emblem¨¢tico de la BBC cumple 39 temporadas
Es el comienzo de la 39 temporada de Later... with Jools Holland. En el exterior del BBC Television Centre, en Londres, el p¨²blico invitado hace cola y soporta pacientemente un d¨ªa desapacible. "La demanda es imposible", explica una representante de la BBC: "Son miles las peticiones para cada grabaci¨®n y tenemos un programa inform¨¢tico que selecciona a los afortunados. De vez en cuando, hay intentos de sobornarnos con dinero, pero ni caso". Un p¨²blico que, atenci¨®n, pasar¨¢ tres horas de pie en el Studio 1 de la BBC, sin moverse del espacio asignado y sin derecho a bocadillo. Ellos completan el c¨ªrculo donde se han instalado los escenarios de las cinco bandas que constituyen el men¨² de cada programa. El presentador, Jools Holland, y las c¨¢maras ocupan el centro de este circo musical, movi¨¦ndose incansablemente. La mec¨¢nica de la grabaci¨®n resulta inteligente: primero se enlata la versi¨®n larga, de una hora, que se emitir¨¢ la noche del viernes por la BBC 2. Hay una pausa para ir a los lavabos o fumar un cigarrillo. A la vuelta, sale al aire una versi¨®n reducida de 30 minutos, en directo. Como suelen tocar las mismas canciones, oyentes y actuantes est¨¢n incluso m¨¢s motivados.
El ritmo es implacable, con cinco bandas en el escenario a la vez
Pasmoso: ambos espacios salen de un tir¨®n, con un m¨ªnimo par¨®n cuando alguien olvida una letra. Un ej¨¦rcito de t¨¦cnicos de la BBC, vestidos de negro, trabajan detr¨¢s de las c¨¢maras y todo est¨¢ maravillosamente engrasado: antes de encenderse la luz roja, un locutor parlanch¨ªn explica las rutinas y alecciona a los espectadores para que aplaudan o griten con la intensidad adecuada. Los m¨²sicos cumplen su cometido con ejemplar profesionalidad: ni divismos ni caras largas.
Sin muchos aspavientos, el programa de hoy [que Canal + Xtra (dial 7 de Digital +) emitir¨¢ el pr¨®ximo martes, a las 22.00] cumple con el mandato de la variedad sonora y con la cuota femenina. Dos de los grupos de la noche tienen chica al frente: los suecos Little Dragon y los brit¨¢nicos The Duke Spirit. Tambi¨¦n aparece una imponente cantautora negra criada en Escocia, Emili Sande. Cabecera de cartel es el grupo indie Snow Patrol, pero la responsabilidad de calentar el ambiente corresponde a Trombone Shorty y su banda de Nueva Orleans.
El ritmo es implacable. Aparte de los cinco grupos, tambi¨¦n act¨²a (y es entrevistado) Roy Harper, tormentoso cantautor que cumple los 70 a?os y edita una antolog¨ªa. El humor lo pone Shaun Ryder, vocalista de Happy Mondays, que ha venido a hablar de su libro, una autobiograf¨ªa titulada Twisting my melon. Hay hueco para que el presentador toque su piano en un dueto con Trombone Shorty. Hoy no aparecen grandes estrellas pero, desde sus inicios en 1992, buena parte de la plana mayor de la m¨²sica pop internacional ha tocado en Later... Piensen en Johnny Cash, Oasis, Van Morrison, Radiohead, David Bowie, REM, Bj?rk, Red Hot Chili Peppers, Leonard Cohen, Coldplay, Metallica y -evocar su nombre provoca tristeza entre el equipo- Amy Winehouse.
Todos lo hacen por la repercusi¨®n promocional, desde luego. Se paga una cantidad simb¨®lica a cada artista, lo mismo para nov¨ªsimos que para figurones. El presupuesto es modesto: no permite traerse a alguien especialmente y cada programa se confecciona con grupos brit¨¢nicos o for¨¢neos que est¨¢n de gira. "Esto no funcionar¨ªa en una televisi¨®n comercial", reflexiona Jools Holland: "Habitualmente, tenemos una audiencia de un mill¨®n de personas, pero hemos alcanzado picos de 17 millones cuando act¨²a U2. Claro que esto no contabiliza los millones que lo ven en otros pa¨ªses. Lo importante es que la BBC sabe que tiene que documentar la m¨²sica pop. Aparte de las ventas al extranjero, muchas actuaciones de Later... with Jools Holland terminan edit¨¢ndose en CD o DVD. El programa genera dinero para la BBC, pero ese no es su objetivo. "La BBC hace programas con el dinero de los contribuyentes, que pagan un canon anual. Si logramos buenos programas, los contribuyentes est¨¢n satisfechos. Su existencia y su alt¨ªsimo nivel hablan elocuentemente del lugar privilegiado que tiene la m¨²sica en la vida de los brit¨¢nicos y en sus medios p¨²blicos", a?ade.
A los responsables de Later... les cuesta creer que no haya nada equivalente en Espa?a, pa¨ªs que ellos identifican con multitudinarios festivales al aire libre. Imposible explicarles la degradaci¨®n de la televisi¨®n espa?ola o la impotencia de TVE tras el hachazo del Gobierno de Zapatero.
El pianista con gomina
El animador de Later... es un londinense de 1958, Jools Holland. El hecho de que ejerza de m¨²sico sirve para tranquilizar a muchos de los invitados. "En general, cuanto m¨¢s famosos los artistas, m¨¢s generosos se muestran en su comportamiento. Ha habido alg¨²n susto, como cuando Eric Clapton se comprometi¨® a acompa?ar a Smokey Robinson y el cantante de Detroit apareci¨® a ¨²ltima hora. Pero finalmente sali¨® bien", asegura. A veces, el programa no llega a tiempo: el mismo Holland convenci¨® a Ray Charles para que actuara en Later... pero se interpuso la enfermedad que acab¨® con su vida.
Holland se dio a conocer como teclista de Squeeze, una de las bandas de la new wave brit¨¢nica con cancionero m¨¢s s¨®lido. Cree que hay una continuidad entre lo que hac¨ªa entonces y la m¨²sica que presenta con su Rhythm and Blues Orchestra: "Cualquiera disfruta cuando puede tocar con veintitantos m¨²sicos y hacer un repertorio de temas cl¨¢sicos".
Como Holland anda de gira con frecuencia, no participa en los contenidos, pero aplica un indestructible entusiasmo a cualquiera de los invitados, de cuya existencia es posible que no tuviera idea hasta ese momento. El espacio funciona tan bien que tiene descendientes. La edici¨®n de fin de a?o, con rituales como la presencia de gaiteros escoceses, se titula Hootenanny. Y tambi¨¦n hubo otra itinerante, Beat route, que recorri¨® ciudades particularmente musicales, con una parada en Sevilla, para confirmar aquello de que "la m¨²sica es el lenguaje internacional".
Holland es una de las caras visibles de una instituci¨®n tan brit¨¢nica como la BBC y ha sido condecorado por Isabel II. Su camerino es una habitaci¨®n diminuta, pero cuenta con un peque?o lujo: un piano de pared Yamaha. Sonr¨ªe al mirarlo: "Siempre hab¨ªa o¨ªdo que, en la era dorada de Hollywood, las estrellas ten¨ªan un piano en su camerino. Aqu¨ª no hay glamour pero s¨ª piano".
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