Un barrio de Lugo se opone al cura 'kiko' impuesto por el Obispado

Unas 500 familias del barrio Sagrado Coraz¨®n de Lugo llevan un mes haciendo casi de todo para forzar al Obispado a que d¨¦ marcha atr¨¢s en su decisi¨®n de apartar a los dos sacerdotes de siempre, Guillermo M¨¦ndez, que ha envejecido en la parroquia, y a su ayudante, Miguel Fern¨¢ndez Villarino, y poner en su lugar un p¨¢rroco kiko, es decir, un disc¨ªpulo del Movimiento Neocatecumenal.

Pero de nada han servido las reuniones de los feligreses con el Obispo Alfonso Carrasco Rouco, ni las quejas al vicario Luciano Armas, las marchas con pancartas por las calles del barrio o la negativa de los vecinos a entrar en la Iglesia el domingo que el nuevo cura empezaba a oficiar. El mandato del Obispado se impone y el kiko, un sacerdote brasile?o, se queda. Los vecinos, mientras, abandonan la protesta p¨²blica "por la salud de los sacerdotes", dicen -M¨¦ndez ya ha cumplido los 96 a?os-, aunque anuncian que oir¨¢n misa en otras parroquias de Lugo.

"Hemos le¨ªdo muchas cosas sobre los kikos y el Movimiento Neocatecumenal en Espa?a. Sustituyen a gente muy querida en la feligres¨ªa para ir col¨¢ndose en Lugo", dice Jos¨¦ Manuel Carballo, presidente de la asociaci¨®n vecinal Porta de Lugo.

Sacerdote escoltado

A la primera misa del sacerdote brasile?o en la parroquia, celebrada el pasado domingo, asistieron unos cuantos miembros de esta comunidad, enemiga ac¨¦rrima del matrimonio homosexual, antiabortista y contraria a la eutanasia. Los vecinos, mientras tanto, esperaron fuera del templo la salida de autoridades, indignados por la irrupci¨®n en la parroquia de estos feligreses desconocidos. "Queremos a don Guillermo y a don Miguel. ?No a kikos y Roucos!", corearon cuando el vicario abandonaba la iglesia en su coche, escapando de las pancartas de los vecinos. El nuevo cura, Augusto Alvarado, sali¨® del templo escoltado.

"El 98% de los feligreses no entramos en la iglesia. El Obispado actu¨® de manera unilateral al intentar desplazar a nuestros sacerdotes", insiste Carballo. Guillermo M¨¦ndez, de 96 a?os, lleva 46 en el barrio del Sagrado Coraz¨®n. A su ayudante, Miguel Fern¨¢ndez, que no llega a los 40 a?os, lleva 11 oficiando la eucarist¨ªa en el barrio y la di¨®cesis le ha encomendado una nueva misi¨®n en la reorganizaci¨®n de las parroquias.