La novatada persiste, pero menos s¨¢dica
Los ritos inici¨¢ticos tienden m¨¢s a la fiesta que a la humillaci¨®n, aunque a¨²n se cometen abusos
Las novatadas en los colegios mayores universitarios est¨¢n en decadencia, al menos con el salvajismo del que hicieron bandera d¨¦cadas atr¨¢s, aunque todav¨ªa haya que lamentar alg¨²n incidente aislado que cae m¨¢s del lado policial que del acad¨¦mico, como el desgraciado caso ocurrido la semana pasada en Santiago de Compostela. Con el tiempo, la bienvenida que se reservaba a los nuevos colegiales se ha ido despojando del car¨¢cter militar, jer¨¢rquico, servil y, por qu¨¦ no, casposo, que tantos disgustos ocasion¨®. Ahora, los ritos inici¨¢ticos suelen ser amables, y algunos m¨¢s bien ?o?os. Lo que triunfa esta temporada es: ?el ca?¨®n de espuma! Por lo menos en la Universidad de Zaragoza, seg¨²n cuenta Jos¨¦ Musquiz, coordinador de los colegios mayores de esa universidad.
Universidades y colegios han endurecido sus reglamentos
Las ceremonias salen a la calle, donde hay campo libre a los excesos
"El problema es el alcohol. Esa batalla la hemos perdido", dice un director
Cuando uno act¨²a en grupo y recibe el aplauso, el segundo quiz¨¢ sea m¨¢s osado
En los centros que ¨¦l dirige est¨¢ terminantemente prohibido hacer novatadas y los nuevos colegiales lo saben porque Musquiz se lo comunica en un discurso el d¨ªa que los recibe. "Siempre les digo que no puede ocurrir nada en contra de su integridad, nada que afecte a su moral". Todav¨ªa se acuerda con horror cuando ¨¦l, que ahora tiene 63 a?os, fue colegial y un compa?ero cay¨® desde la terraza de un tercer piso al pisar un globo con agua. "Perdi¨® la movilidad en brazos y piernas". Sus chicos de ahora nunca han venido a quejarse "y saben que tienen la puerta abierta". A Musquiz no le ha temblado el pulso para expulsar de su centro a quien incurriera en trato degradante. El C¨®digo Penal castiga con prisi¨®n cualquier trato degradante que menoscabe gravemente la integridad moral... Pero nada dice de las novatadas el Estatuto del Estudiante Universitario. No se han desarrollado tampoco reglamentos sancionadores. "Y a veces la burocracia, para incoar expedientes administrativos ante el rector, es compleja", dice Paco Mar¨ªn, consejero del Colegio Mayor Olarain, en San Sebasti¨¢n.
Pero tambi¨¦n es cierto que todas las universidades han ido prohibiendo estas pr¨¢cticas y sus colegios -lo mismo pasa con los privados- cuentan con reglamentos internos que les han puesto coto. Un paseo por la ciudad universitaria madrile?a deja dos certezas: que las novatadas siguen existiendo, pero que se han convertido en muchos casos en ceremonias de bienvenida m¨¢s parecidas a las bobaliconas despedidas de solteros y solteras que se ven los fines de semana en las calles. Los colegiales se disfrazan, a los nuevos se les coloca un chupete, se les pide que piropeen a las chicas por la calle o se organizan carrerillas en ropa interior, por poner unos ejemplos.
?De verdad lo pasan bien? ?Lo aceptan voluntariamente?Cuando se les pregunta por las novatadas se quedan con cara seria y callan unos segundos... Se les ve pensar: 'ya est¨¢ aqu¨ª la prensa publicando un art¨ªculo que va a condenar nuestras bien amadas fiestas de principios de curso'. Despu¨¦s hablan: "Las novatadas son optativas, ?eh?; los veteranos solo nos mandan a hacer algunos recados, que les consigamos el tel¨¦fono de algunas chicas. En realidad se preocupan por ti, son majos, no hay ninguna burrada ni nada humillante", dicen unos chicos del colegio madrile?o Isabel de Espa?a. Calle arriba, otros dos muchachos, reci¨¦n llegados al mundo universitario, est¨¢n alojados en el Colegio Mayor Alcal¨¢ y, como los anteriores, creen sin ning¨²n g¨¦nero de dudas que esas bromas sirven para la integraci¨®n temprana de los reci¨¦n llegados. "Hemos tenido dos semanas sin novatadas y ha sido aburrido, y adem¨¢s, no te integras, no haces amigos", dicen. El colegio Mayor Chaminade, fue uno de los que peor fama tuvo hace a?os por las novatadas. Hoy, Clara y Luis, ya dan una versi¨®n muy distinta del asunto: "Est¨¢n prohibidas, ahora lo que hacemos son jornadas de integraci¨®n, comemos en las pistas, hacemos juegos, deportes, futbol¨ªn".
Esta es la t¨®nica general de lo que ocurre... de puertas adentro. La prohibici¨®n ha sacado las novatadas a la calle y aunque tampoco alcanzan la gravedad de las antiguas bromas pesadas, siempre hay m¨¢s campo libre para excederse y m¨¢s complicado se vuelve su control. "Algunas se hacen en pisos de antiguos colegiales. Yo no creo que esas novatadas sirvan para integrarse, la verdad, compartimos el comedor, la biblioteca, ya nos integramos ah¨ª", dice un estudiante alojado en el Colegio Mayor Jaime del Amo, en Madrid. "Adem¨¢s, se pasan con el alcohol, les obligan a beber mucho y algunos se ponen bien malos. Pero bueno, son optativas, si no quieres no participas, yo no lo hice", cuenta.
Este muchacho da una de las claves m¨¢s recurrentes de las novatadas: el alcohol. A las 12 de la noche una llamada en la puerta de la habitaci¨®n despierta al colegial reci¨¦n llegado. V¨ªstase, le dicen. El susto primero acaba en una juerga por los bares. Alcohol y m¨¢s alcohol. "Esa batalla la estamos perdiendo entre los universitarios", lamenta Jos¨¦ Musquiz, de Zaragoza, que los ¨²ltimos cuatro a?os ha sido presidente estatal de los colegios mayores p¨²blicos. "El alcohol es el mayor problema que tenemos hoy en d¨ªa. Yo s¨¦ que en mi colegio se bebe, pero no puedo ir entrando en las habitaciones para ver lo que hacen. Si lo prohibiera perder¨ªa al 50% de los colegiales. Es m¨¢s propio de los fines de semana, pero tambi¨¦n muy usual el primer mes del curso, cuando los ex¨¢menes est¨¢n todav¨ªa lejos", reconoce.
El botell¨®n puede acabar en alguna burrada salida de tono. Pero los universitarios, muy j¨®venes todav¨ªa, no siempre necesitan alcohol para echarse al ruedo, el grupo les ampara. "Cuando todos en el grupo est¨¢n de acuerdo en hacer algo piensan que no ser¨¢ malo, se extreman las conductas y se puede acabar en abuso. Si uno proponer una cosa y recibe el aplauso de los otros, el siguiente sentir¨¢ que debe ser m¨¢s osado a¨²n que el primero en su propuesta. Esto sirve tambi¨¦n para comportamientos positivos, son procesos que llevan a los extremos", explica el profesor de Psicolog¨ªa Social de la Complutense Juan Carlos Revilla.
Parecida reflexi¨®n hace el soci¨®logo Ferm¨ªn Bouzas: "A veces no es una cuesti¨®n de arrojo, sino de pensar que si el grupo te apoya quiz¨¢ es porque lo que haces no estar¨¢ tan mal. Pero as¨ª se pueden llegar a cometer actos terribles", comienza este profesor de la Univesidad Complutense. "Por otro lado, los j¨®venes suelen acumular m¨¢s experiencias sinti¨¦ndose humillados que siendo los humilladores, por eso se pueden sentir bien siendo parte, por una vez, de este segundo grupo. Eso opera entre los veteranos, que hacen notar su superioridad frente a los novatos. Luego nos vamos civilizando y con el tiempo acabamos pensando 'hay que ver lo bestias que fuimos; todos hemos participado de alg¨²n episodio de este estilo, nadie nos educa, al parecer, para no oprimir al otro", se?ala Bouzas. Pero estas novatadas no son solo cosas de los j¨®venes estudiantes: en los parques de bomberos se asusta a las nuevas promociones con gracias m¨¢s y menos pesadas: se les esconde la ropa y el casco cuando tienen que salir a toda prisa, se les hace reptar entre barrotes de entrenamiento hasta que quedan atascados y ya es f¨¢cil bajarles los pantalones y ponerles el culo en la cara... Cositas as¨ª. "Hay algunas m¨¢s bestias: se les cierra la botella del ox¨ªgeno cuando est¨¢n en un sitio lleno de humo y no les llega el aire. Suele hacerse a unos metros de la puerta de salida, unos 10 segundos antes de que puedas por fin despojarte del equipo de ox¨ªgeno, pero son 10 segundos muy angustiosos", reconoce un bombero de Madrid, que no quiere identificarse. Y las bromas en este cuerpo no acaban a principios de curso, no. "Los bomberos nos hacemos bromas todo el a?o, tambi¨¦n entre veteranos".
De vuelta al ¨¢mbito acad¨¦mico, Revilla opina que las novatadas son parte de una antigua tradici¨®n a partir de la cual se sienten legitimados y cree, adem¨¢s, que serv¨ªa para dar la bienvenida al nuevo, "por eso quiz¨¢ habr¨ªa que pensar en rituales amables que hagan esa misma funci¨®n".
Por ah¨ª van los tiros, efectivamente. "En mi centro est¨¢n del todo prohibidas las novatadas, pero salimos a la playa, jugamos entre todos, son actividades divertidas para que se vayan conociendo, porque no cabe duda de que hay diferencias iniciales entre los nuevos y los veteranos", dice Paco Mar¨ªn, de San Sebasti¨¢n. "Pero todav¨ªa hay bromas, claro, algunos novatos entran de repente en su habitaci¨®n y ya hay quienes se le han adelantado y le han vaciado el cuarto, pero vamos, hasta la mampara de la ducha. No pasa de ah¨ª. Y cuando encontramos a los responsables les imponemos trabajos comunitarios. Para un veterano arreglar el jard¨ªn es una afrenta comparable a la que ellos hicieron al reci¨¦n llegado", sigue.
Mar¨ªn cree que el caso ocurrido en Santiago es algo puntual que nada tiene que ver ya con lo que ocurre en estos centros. Ahora bien, dice: "Tanto la universidad a la que pertenecen como el colegio mayor deben contribuir a que no se produzca algo as¨ª, investigarlo y tratar de corregirlo, aunque haya sido fuera de sus recintos. Porque los colegios mayores no solo les damos cama y comida, tambi¨¦n complementamos su formaci¨®n", a?ade.
Mar¨ªn dice que antiguamente las tradiciones eran tan salvajes que no cree exagerar cuando las compara con Guant¨¢namo. Y Musquiz, desde Zaragoza, se congratula de que todo haya cambiado, en parte, dice, desde la llegada de las chicas a estos centros, que ya son mixtos en su mayor¨ªa. "Las salvajadas no estaban del todo exentas de testosterona, pero tambi¨¦n digo que cuando se hacen novatadas entre ellas tambi¨¦n pueden ser muy brutas".
Hubo un tiempo, lejano ya, en que los veteranos gozaban de tal poder en el colegio que sus abusos se extend¨ªan todo el a?o. Se hac¨ªan traer el caf¨¦, limpiar los zapatos, entraban con preferencia por la puerta y, por supuesto, presid¨ªan la mesa del comedor. M¨¢s propio de las historias de la mili que de un ¨¢mbito universitario. Aunque muchas de las novatadas actuales siguen recordando a los antiguos cuarteles.
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