Hollande retar¨¢ a Sarkozy en 2012
El exdirigente socialista aglutina el voto de centro-izquierda y ser¨¢ el candidato presidencial tras imponerse a Martine Aubry en las primarias del partido
Fran?ois Hollande, el hombre del cambio tranquilo y la unidad, logr¨® aglutinar ayer las aspiraciones del centro-izquierda y convertirse en el candidato socialista para las presidenciales francesas de la pr¨®xima primavera. El ex secretario general del Partido Socialista (PS) se impuso a Martine Aubry, actual l¨ªder del partido, en el segundo turno de las in¨¦ditas primarias ciudadanas y con una diferencia mayor de lo previsto en los sondeos. Seg¨²n los datos provisionales, con cerca del 70% del voto escrutado, Hollande logra una victoria convincente y holgada, con el 56,3% de los votos, mientras Aubry rozaba el 43,6%.
En el primer turno, Hollande hab¨ªa reunido el 39% de los apoyos, y su adversaria se qued¨® en el 30%. El aumento de la diferencia entre ambos, que ha subido un m¨ªnimo de 12 o 13 puntos, sugiere que los simpatizantes de la izquierda han premiado el mensaje de rassemblement (unidad, cohesi¨®n) lanzado por Hollande desde el inicio de la campa?a, as¨ª como su templanza y contenci¨®n.
Ayer votaron 2,7 millones de personas, m¨¢s que en la primera vuelta
"Esta movilizaci¨®n formidable me da legitimidad", declara Hollande
El ganador mostr¨® anoche el mismo talante presidencialista y responsable, y su actitud de estadista, que marc¨® la diferencia. "Hemos vencido todos, ha sido una movilizaci¨®n formidable, que me da fuerza y legitimidad para ser el pr¨®ximo presidente de Francia si los franceses lo desean el a?o que viene".
Abriendo la campa?a de 2012, Hollande prometi¨® que ser¨¢ el candidato del respeto y del di¨¢logo, reiter¨® que la educaci¨®n republicana ser¨¢ su gran prioridad, prometi¨® a los j¨®venes que trabajar¨¢ duro para cumplir sus sue?os y darles un futuro, y vaticin¨® una Rep¨²blica m¨¢s justa, m¨¢s solidaria y menos sometida a los embates de la globalizaci¨®n. "Soy el candidato de la unidad y lo he demostrado", termin¨®, saludando la "dignidad" de Aubry y su deseo de trabajar juntos.
La victoria de Hollande fue la victoria de la elegancia. En ning¨²n momento descalific¨® las propuestas de sus compa?eros; se mantuvo siempre fr¨ªo y conciliador, y convenci¨® a todos de que ¨¦l era el verdadero voto ¨²til. Su victoria, neta, le otorga un fuerte respaldo de legitimidad democr¨¢tica, ya que ayer votaron m¨¢s de 2,7 millones de personas, seg¨²n los datos parciales, mientras en la primera vuelta, la semana pasada, lo hicieron 2,6 millones.
La perdedora Aubry, m¨¢s concreta y agresiva, trat¨® de presentarse como la aspirante m¨¢s volcada hacia la izquierda, aunque en realidad los programas de ambos eran muy parecidos. Anoche, con exquisita deportividad, la secretaria general felicit¨® "calurosamente" a Hollande, anunci¨® que el lunes volver¨¢ a su puesto en el partido y afirm¨® que el resultado "da m¨¢s legitimidad y m¨¢s fuerza a Hollande para afrontar el decisivo combate de las presidenciales". "Hasta hoy nos hemos confrontado, hoy hemos votado y ma?ana haremos unidos el equipo de Francia para el cambio", a?adi¨®.
Todo el partido sin excepciones salud¨® al vencedor, y los cinco candidatos que se jugaron la plaza a las presidenciales se hicieron juntos la foto de la unidad en la puerta de la sede de Rue Solf¨¦rino.
S¨¦gol¨¨ne Royal felicit¨® a su expareja, y calific¨® su triunfo como "incontestable". Royal dijo que el PS sale "m¨¢s fuerte" de las primarias que ella misma impuls¨®.
El PS ha copado durante un mes la atenci¨®n medi¨¢tica, y su apertura a la sociedad ha logrado dar a conocer la energ¨ªa de rostros menos conocidos, como Arnaud Montebourg. El diputado, tercero m¨¢s votado en el primer turno, interpret¨® las elecciones con optimismo: "Los franceses nos han enviado un doble mensaje: (quieren) la unidad de la izquierda y una izquierda nueva con nuevas caras".
Otra mirada posible es que los franceses han preferido el pragmatismo a la batalla nominalmente ideol¨®gica, sabiendo que muy probablemente las presidenciales se decidir¨¢n desde el centro pol¨ªtico.
Stefane y Alixe, una pareja de votantes parisinos que eligieron a Hollande, lo explicaban as¨ª: "Hollande no nos fascina especialmente, pero entre los dos es el candidato que m¨¢s f¨¢cilmente puede ganar a Sarkozy, y de lo que se trata ahora es de cerrar a toda costa esa etapa".
Los simpatizantes de izquierda volvieron a responder de forma festiva a la convocatoria del PS, esta vez con mejores condiciones clim¨¢ticas que hace una semana. El sol brill¨® durante la jornada en casi todo el pa¨ªs, y hubo colas en muchos de los cerca de 9.000 colegios electorales repartidos por el Hex¨¢gono.
Hacia las siete y cuarto de la tarde, el secretario general interino Harlem D¨¦sir, que sustituye a Martine Aubry hasta que esta regrese de su aventura en las primarias, anunci¨® el "rotundo ¨¦xito" de participaci¨®n, y afirm¨® que "todos los partidos deber¨¢n tener en cuenta esta movilizaci¨®n, que ha revolucionado el panorama pol¨ªtico franc¨¦s".
La derecha, que permanecer¨¢ en el poder al menos hasta abril pr¨®ximo, dej¨® traslucir sus nervios, no esper¨® a que cerraran las urnas para atacar al Partido Socialista, y anunci¨® que el martes dar¨¢ inicio una convenci¨®n de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) titulada El proyecto socialista bajo la lupa: el gran malentendido. Seg¨²n declar¨® el secretario general del partido de Nicolas Sarkozy, Jean-Fran?ois Cop¨¦, "el PS ha montado una verdadera impostura con estas primarias".

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