Antonio Iglesias, pianista, maestro y compositor

?ltimamente, cuando me encontraba con Antonio Iglesias en el Auditorio Nacional de M¨²sica, en el Teatro Real o en cualquier otro lugar me sent¨ªa muy feliz por tenerlo todav¨ªa entre nosotros. A sus 93 a?os daba gusto hablar con ¨¦l, as¨ª como comprobar su dedicaci¨®n al trabajo al verle acudir diariamente a su Secretar¨ªa en la Real Academia de Bellas Artes, donde sigui¨® trabajando al pie del ca?¨®n hasta hace muy poco.

Antonio Iglesias (fallecido en Madrid el pasado 8 de octubre) ha ocupado un lugar importante en el mundo musical espa?ol. Pianista, compositor y maestro, puso en marcha importantes festivales y ciclos de m¨²sica en nuestro pa¨ªs. Era alguien asequible y amable a quien se pod¨ªa acudir para hacer cualquier consulta musical, desde analizar con ¨¦l la Sonata del Sur, de ?scar Espl¨¢, a cualquier otra duda musicol¨®gica o pian¨ªstica.

Protegi¨® y defendi¨® la creaci¨®n e interpretaci¨®n espa?ola siempre

Alumno de Alfred Cortot, apoy¨® especialmente a los int¨¦rpretes y compositores espa?oles. Seg¨²n Ant¨®n Garc¨ªa Abril, que desde hace muchos a?os compart¨ªa con ¨¦l sill¨®n en la academia de Bellas Artes y las clases en los cursos de Compostela, protegi¨® y defendi¨® la creaci¨®n e interpretaci¨®n espa?ola hasta el final. Fund¨® en 1962 la Semana de M¨²sica Religiosa de Cuenca, los cursos de Compostela y los de Manuel de Falla en Granada, instituyendo una c¨¢tedra de composici¨®n desde la que propici¨® encargos de obras nuevas para estrenar cada a?o en el Festival de M¨²sica y Danza de la ciudad andaluza, que tambi¨¦n dirigi¨®.

En su despedida, Joaqu¨ªn Soriano -pianista y acad¨¦mico- me contaba la importancia que hab¨ªan tenido en la vida cultural espa?ola los cursos de Compostela por los que pasaron tantos artistas. All¨ª tuvo la oportunidad de recibir clases de Alicia de Larrocha o escuchar a Conchita Bad¨ªa y a Gaspar Cassad¨®. Tambi¨¦n a los Halffter, Montsalvatge, Mompou o Rodrigo, as¨ª como a Caball¨¦ y a Rosa Sabater, Agust¨ªn Le¨®n Ara o los Turina. Todos maestros y concertistas. El ritmo nunca par¨® y ninguno de los grandes dej¨® de acudir a la cita anual.

Antonio destac¨® tambi¨¦n como cr¨ªtico de Abc. Hac¨ªa unos comentarios positivos y de gran valor pedag¨®gico. Como concertista que hab¨ªa sido, sab¨ªa lo que era salir al escenario, y por eso mostr¨® respeto a todo aquel que se la jugaba ante el p¨²blico. Escribi¨® al menos 30 biograf¨ªas de m¨²sicos espa?oles, an¨¢lisis sobre sus obras y, entre otras ediciones, una especial sobre la suite Iberia, de Alb¨¦niz, para facilitar su lectura tan dif¨ªcil.

Sobre su car¨¢cter, Ant¨®n Garc¨ªa Abril cuenta que ten¨ªa la costumbre de sacar una conversaci¨®n para despu¨¦s llevar la contraria, por lo que Ant¨®n le preguntaba: "?Tienes ganas de discutir? Pues entonces me doy un paseo y vuelvo dentro de un rato". Pero en su car¨¢cter resaltaba m¨¢s a¨²n la ternura y el gran coraz¨®n que afloraba en cualquier momento. Ourense, su ciudad natal por la que sent¨ªa verdadera pasi¨®n, le echar¨¢ en falta, como a su amigo Antonio Fern¨¢ndez Cid.

Rosa Torres-Pardo es pianista.