Amor¨®s en la cola del paro
Hace una semana, una mujer present¨® su solicitud en el Inem para cobrar el paro. Nada extra?o en un pa¨ªs que supera los cuatro millones de desempleados, salvo que esa mujer se llama Mar¨ªa Dolores Amor¨®s, directora general de la Caja del Mediterr¨¢neo (CAM) hasta hace un mes y que est¨¢ siendo investigada por la fiscal¨ªa por presunto maquillaje de cuentas. Inocente de tal acusaci¨®n mientras no se demuestre lo contrario, a Amor¨®s la han puesto de patitas en la calle y ahora reclama su derecho a percibir el subsidio -le corresponden 1.400 euros al mes-, lo que es tan legal como descacharrante para una directiva de tan alto rango que no gestionaba la Caja por menos de 30.000 euros mensuales (593.040 euros brutos al a?o), sueldo que se adjudic¨® a s¨ª misma y que ahora, ?pobre!, ha dejado de percibir.
Amor¨®s debe ser una mujer previsora, pues aunque le faltan unos cuantos a?os para la jubilaci¨®n tambi¨¦n se autoadjudic¨® una pensi¨®n a pagar por la CAM de 370.000 euros al a?o una vez cumplida la edad reglamentaria.
Su fulminante despido y la iniciativa de la fiscal¨ªa han desbaratado sus planes y ahora la mujer debe andar haciendo cuentas mientras el resto del personal no sale de su asombro. La p¨¦sima gesti¨®n de la CAM, financiadora de las obras fara¨®nicas de Zaplana y Camps y de proyectos tan huecos como la ciudad fantasma en Sese?a de El Pocero, ha obligado al Estado a nacionalizar la entidad y a poner (del dinero de los contribuyentes) 2.800 millones de euros. Es improbable que la CAM y la Hacienda p¨²blica puedan resarcirse alg¨²n d¨ªa de todo el gasto que les ha generado Amor¨®s, pero es muy probable que, mientras, haya que pagarle esos 1.400 euros que ahora reclama la exdirectiva.
Alguien deber¨ªa abrir un concurso de ideas sobre c¨®mo hallar consuelo a tanta tomadura de pelo. Valga para iniciar el juego un par de propuestas: que Amor¨®s acuda a todos los cursos de parados que se organicen baja amenaza de perder sus derechos al subsidio y que la justicia investigue tambi¨¦n a todos los que como ella se adjudicaron sueldos y primas de esc¨¢ndalo en las cajas que han sufrido tan burdo saqueo. Tienen nombres y apellidos. No debe de ser tan dif¨ªcil.
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