Qu¨¦ asco

Me entero de las verdaderas intenciones sanitarias de Mas & Companys mientras visito Beirut. Cuando viv¨ªa aqu¨ª, siempre que me pon¨ªa enferma ten¨ªa que entrar en Urgencias con un cheque de 500 d¨®lares entre los dientes. Por entonces me consolaba pensando que cuando regresara a Barcelona me atender¨ªan esos excelentes profesionales de la Sanitat P¨²blica en los que tanto conf¨ªo, y que lo har¨ªan gratis y bien, usando las instalaciones y los adelantos que han sabido acumular a lo largo del tiempo. Un tiempo durante el cual los trabajadores espa?oles hemos cotizado puntualmente. Yo, concretamente, durante 51 a?os.

Si lo llego a saber, me lo gasto en chulos. Todo eso de que la privatizaci¨®n descarada -toma ya, Esperanza Aguirre: te han pasado por la izquierda tus compadres catalanes- no va a repercutir en los enfermos me lo tomo como me vengo tomando todo lo que se nos cuenta ¨²ltimamente desde las alturas, confiando ellos en que seamos, adem¨¢s de indiferentes, imb¨¦ciles: me lo tomo con el dedo medio de la mano derecha en posici¨®n levantisca. Es decir, para ser m¨¢s clara, con el dedo coraz¨®n dirigido precisamente hacia arriba, do los destinatarios moran. Para empezar, vay¨¢monos olvidando de la denominaci¨®n "pacientes", porque ellos ya lo han hecho. En adelante seremos clientes. Tendremos enfermedades rentables para las empresas que se hagan con el negocio, o sufriremos trastornos que no les reportar¨¢n beneficios. Y nuestro m¨¦dico, ese en quien confiamos, a saber ad¨®nde ir¨¢ a parar. Eso s¨ª, ya nunca m¨¢s estaremos obsoletos, prisioneros de un sistema pasado de moda, en el que exist¨ªan ambulatorios, camas, quir¨®fanos y medicinas pagados por nosotros. Lo m¨¢s moderno, descuartizar lo p¨²blico para que se beneficie la empresa privada, pronto al alcance de todos. Porque Catalunya siempre ha sido la autonom¨ªa que se?ala el camino.

V¨¢yanse preparando.