"Nunca he querido ser el n¨²mero uno"
Tony Bennett me recibe al fondo de un ampl¨ªsimo sal¨®n enmoquetado y desamueblado donde apenas llega la luz de un encortinado ventanal. Se halla sentado, como reposando o acaso echando una cabezada entre uno y otro de los periodistas convocados para pedirle unas declaraciones a prop¨®sito de su nuevo disco, donde canta a d¨²o con un pu?ado de artistas como Amy Winehouse, Alejandro Sanz, Aretha Franklin y Lady Gaga.
Este ¨¢lbum, Duets II (Sony Music), puesto a la venta el mes pasado, trata de repetir el ¨¦xito de Tony Bennett duets: an american classic, ganador de varios Grammy en 2007 y en el que participaban figuras como Barbra Streisand, Bono, Elvis Costello, Elton John y Paul McCartney.
"Cuando intentas llegar a la cima, siempre te empujan hacia abajo"
"Pau Casals me dijo: 'El famoso de origen humilde debe ayudar a los pobres"
Bastar¨ªa, sin duda, esta lista de nombres asociados a Tony Bennett para hacerse cargo de la devoci¨®n, la admiraci¨®n y el respeto que todav¨ªa irradia este artista de 85 a?os.
Al contrario de lo que parec¨ªa, no dormitaba en el sill¨®n. Vino hasta mi silla arrastrando vigorosamente su asiento, ofreciendo una actitud parecida a la de un boxeador feliz ante la proximidad de una pelea que gana siempre.
Podr¨ªa decirse que ¨¦l, procedente de una familia inmigrante y nacido en un barrio perif¨¦rico de Nueva York, ha tumbado una a una las muchas dificultades que se le presentaron. Con una particularidad: ni siquiera parecer haber sudado mucho en cada combate. Empez¨® a cantar p¨²blicamente siendo un ni?o y siempre fue creciendo en audiencia y calidad. Tanto que en Estados Unidos y medio mundo se le ha tenido como una brillante secuela de Frank Sinatra, aunque su nombre suene menos.
Alcanz¨® un gran ¨¦xito con la m¨²sica pop y el jazz en los a?os cincuenta y sesenta. Se sinti¨® inc¨®modo con el rock despu¨¦s, pero cuando regres¨® a los escenarios en la d¨¦cada de los ochenta dej¨® embobados hasta a los chicos -y sobre todo a las chicas- adolescentes con su voz y el gusto de sus interpretaciones. De modo que ahora, con 85 a?os cumplidos el pasado 3 de agosto, no puede decirse que sea ni un vestigio ni un vejestorio. Ni siquiera una vieja gloria. El nombre, la personalidad y el prestigio de quienes disfrutan grabando duetos a su lado dan y reciben una doble luz. La luz propia de sus nombres en candente actualidad y el resplandor de una gloria octogenaria que, como mostr¨® en esta entrevista, es alguien a quien la providencia ha alumbrado -en la canci¨®n e incluso en la pintura- desde su mismo nacimiento en 1926.
No es nada f¨¢cil llegar a los 85 a?os siendo todav¨ªa una estrella de alcance mundial. Claro que no. La verdad es que he sido y soy una persona muy afortunada. Y aunque le parezca una arrogancia o una exageraci¨®n, ahora tengo m¨¢s ¨¦xito que nunca. Y no es porque antes no lo hubiera tenido. He disfrutado de una vida profesional muy dichosa.
Pero tambi¨¦n ha tenido que trabajar mucho. Habr¨¢ pasado por momentos dif¨ªciles, como todo el mundo, ?no? En mi caso y en el de todos, cuesta aprender c¨®mo adaptarse de la mejor manera a la vida y a sus desenga?os. Pero, como le digo, tal como ahora me siento, poder disfrutar de la vida es una extraordinaria suerte. ?No le parece?
Claro que s¨ª. Pero en el aspecto personal, ?no tiene como todo el mundo alg¨²n problema de salud que le incomode; alg¨²n malestar cr¨®nico? En absoluto. Parece que vuelvo a ser autocomplaciente, pero de verdad que estoy muy sano. Es raro, lo s¨¦. Basta ver c¨®mo se encuentran tantos amigos o parientes de una edad semejante a la m¨ªa, pero yo estoy muy sano. Normalmente cuando se cumplen ochenta a?os las cosas cambian dram¨¢ticamente. El cuerpo parece responder a una llamada, un campanazo, que empieza a anunciar su fin y su decadencia, tanto f¨ªsica como mentalmente. Se evidencia como el umbral que precede a la extinci¨®n y de una manera brusca. Hablo por lo que he contemplado en los dem¨¢s, pero todav¨ªa no he llegado a experimentar en m¨ª. Probablemente el ¨¦xito de mis ¨²ltimos discos ha actuado como una especie de droga estimulante que me ha liberado de la vejez en el sentido m¨¢s ¨ªntimo de la decadencia. Yo ahora me divierto tanto o m¨¢s que antes, a¨²n no he dejado de ilusionarme por mi profesi¨®n y mis afectos. Todav¨ªa no he sentido esa tendencia que induce a retirarse hacia uno mismo y los m¨¢s pr¨®ximos cuando se llega a mi edad. O incluso antes.
?Est¨¢ casado? S¨ª.
?Y tiene hijos? S¨ª, tengo dos hijas y dos hijos, y todos trabajan para m¨ª. Como si form¨¢ramos una empresa familiar aut¨®noma. Nos llevamos, adem¨¢s, muy bien. Y, por si faltaba poco, est¨¢n todos muy sanos. Tengo, como le digo, la gran suerte de poseer, por el momento, una vida muy buena.
Es dif¨ªcil poder decir esto que ha dicho, ?no le parece? S¨ª. Es dif¨ªcil que esto ocurra. Pero ?c¨®mo voy a decir otra cosa si lo siento as¨ª y las cosas demuestran ser de este modo?
Bueno, todo el mundo experimenta que la vida no es f¨¢cil ni la mayor¨ªa de las veces buena. Hay demasiados momentos malos que surgen cuando menos se les espera o memos se merecen, uno a uno o en racimo. S¨ª, claro que lo s¨¦, pero para m¨ª la vida ha sido como un regalo. Merecido o no; seguramente inmerecido, pero efectivamente ha llegado a mis brazos como un magn¨ªfico regalo. Bueno, yo pienso, para no exagerar, que estar vivo es ya un gran regalo.
?Hombre! Si se trata tan solo de eso... ?Le parece poco ser querido por mucha gente y disfrutar de una familia tan unida como la m¨ªa?
Usted proviene de una familia italiana, ?no? ?talo-estadounidense. Mi nombre real es Anthony Dominick Benedetto.
?Y habla italiano? La verdad es que no muy bien. Yo me cri¨¦ cuando Estados Unidos era muy pobre y no hab¨ªa trabajo para casi nadie, menos a¨²n para los inmigrantes. Mis parientes italianos me dijeron: No hables italiano, habla siempre ingl¨¦s; si hablas italiano, no encontrar¨¢s trabajo". Se comportaron con un gran sentido pr¨¢ctico o de supervivencia. Sacrificaron que su hijo hablara italiano. Algo que seguramente no les dej¨® indiferentes.
Entiendo. Antes intentaban quitarnos de la cabeza la idea de hablar varios idiomas. En mi tiempo hab¨ªa norteamericanos que no conceb¨ªan que en otras partes se hablara otro idioma que no fuera el ingl¨¦s. Ahora ense?an a la gente a hablar otros idiomas y se valora conocer cuantos m¨¢s mejor, pero entonces hablar algo diferente del ingl¨¦s marcaba como un estigma. Te marcaba como a un individuo inferior con ideas acaso sospechosas, contrarias al ser profundo de Am¨¦rica.
?Se arrepiente ahora de no haber aprendido italiano en alg¨²n momento de su vida? S¨ª, desde luego. Me siento norteamericano, muy norteamericano, y le debo todo cuanto soy a este pa¨ªs, pero las ra¨ªces son importantes y en nuestra familia el amor a las ra¨ªces cuenta mucho. Yo creo que, sin propon¨¦rmelo, algo de Italia o del Mediterr¨¢neo se ha colado en mi gran pasi¨®n por la clase de pintura que practico. ?Qui¨¦n es y ha sido siempre mi fuente de inspiraci¨®n? Sorolla, de Valencia. Sorolla es para m¨ª el mejor. Mi pintor favorito. Nadie ha pintado mejor que ¨¦l.
?Y usted pinta a la manera de Sorolla? S¨ª, trato de hacerlo como ¨¦l. Fui a Valencia a conocer su obra y sus lugares playeros de donde nacen tantos de sus cuadros. Tambi¨¦n viaj¨¦ a Madrid con el principal inter¨¦s de visitar la casa en que vivi¨® y ahora es su museo. Fue una experiencia maravillosa que nunca olvidar¨¦. Siempre tengo entre mis proyectos repetirla. En Nueva York est¨¢ la Hispanic Society con una sala enorme llena de magn¨ªficos cuadros de Sorolla. Sorolla es el mejor.
Es algo bien conocido que usted pinta muy bien y su obra se cotiza estimablemente. Me alegra y me halaga que haya podido tener esa informaci¨®n.
?Sus cuadros, por tanto, se venden caros y bien? No me importa gran cosa venderlos. Algunas de mis obras est¨¢n presentes en museos importantes, lo que me parece algo incre¨ªble. Empec¨¦ tarde a pintar, aunque siempre hab¨ªa pensado que quer¨ªa pintar. Todav¨ªa sigo aprendiendo. Pero, adem¨¢s, ahora me atrae la escultura y acabo de empezar a hacerlas con arcilla y... Bueno, quiero decir: no dejo nunca de aprender. Ahora con la arcilla. Pero no he terminado de saberlo todo sobre el ¨®leo o la acuarela, mis materiales preferidos.
?Y tiene alg¨²n otro maestro en la pintura? ?Sargent, por ejemplo, que tanto tiene en com¨²n con Sorolla? Hay una historia famosa sobre el rey Jorge de Inglaterra. John Singer Sargent era tan famoso como pintor de acuarelas que la suya iba a ser la ¨²nica vez que conced¨ªan el t¨ªtulo de sir a alguien que no hubiera nacido en Reino Unido. Sargent naci¨® en Estados Unidos, aunque vivi¨® muchos a?os en Europa. Y el rey Jorge le dijo: "Me gustar¨ªa concederte el t¨ªtulo de sir". Esto no hab¨ªa pasado nunca en la historia, pero Sargent dijo: "Doy mis gracias a su majestad, pero ese t¨ªtulo no puedo aceptarlo porque soy estadounidense". Y lo rechaz¨®. ?Conoc¨ªa esa historia?
Pues no. John Singer Sargent y Sorolla: esos son mis dos grandes profesores. Si uno estudia a esos dos pintores a fondo, se convertir¨¢ al cabo del tiempo en un buen pintor. Cuando lleg¨® el arte moderno, con Picasso o Matisse, todo el mundo pensaba que eso de Sorolla o Sargent hab¨ªa quedado anticuado. Pero ahora todo el mundo dice: "?Madre m¨ªa, qu¨¦ pintores! ?Esos s¨ª que eran los mejores!".
Y fueron muy ricos los dos, como usted. Bueno, es distinto. Respecto a la pintura, que es de lo que est¨¢bamos hablando, para m¨ª es una norma b¨¢sica que si sabes dibujar, sabes pintar. Yo dibujo continuamente en este cuaderno que llevo siempre conmigo. Est¨¦ donde est¨¦, dibujo a la gente. Y la gente a veces ni siquiera se entera de que la estoy dibujando. En restaurantes, por ejemplo, hago bocetos de sus posturas y expresiones sin que lo sepan.
?Y c¨®mo aprendi¨® usted? ?Fue autodidacto? No, no fui autodidacto del todo. Recib¨ª clases en una escuela de arte con profesores y alumnos muy buenos. Por ejemplo, el mejor retratista estadounidense ahora mismo es Everett Raymond Kinstler. Pinta a los presidentes en la Casa Blanca y a todo el mundo importante, y fue compa?ero m¨ªo en Bellas Artes. ?l se convirti¨® pronto en el n¨²mero uno dentro de la especialidad de ¨®leo, y fue ¨¦l quien me hizo conocer la pintura de Sorolla y de otros grandes. Me dijo escuetamente: "Estudia a estos artistas y ser¨¢s un buen pintor". Pero d¨¦jeme hacerle una pregunta: ?es muy famoso Sorolla en Espa?a?
S¨ª, es muy famoso. Porque Picasso fue muy famoso mucho tiempo y a m¨ª, personalmente, no me interesa demasiado.Muchos pintores extranjeros, sin embargo, aprendieron de espa?oles como Vel¨¢zquez y Goya. Vel¨¢zquez es algo muy grandioso. No entiendo c¨®mo pod¨ªa ser tan bueno. Desde luego, Espa?a tiene a los mejores artistas. ?Han ense?ado a pintar a todo el mundo! D¨¦jeme hacerle otra pregunta: ?qu¨¦ nacionalidad ten¨ªa Dal¨ª?
Era espa?ol. Hac¨ªa unos cuadros preciosos.
Naci¨® en Catalu?a y hay un museo dedicado a su obra en Figueres. Se lo recomiendo. Por otra parte, ?a qu¨¦ se dedican sus hijos? ?Son pintores o cantantes alguno de ellos? No exactamente. Para mi hijo peque?o, como cantante y como pintor, yo soy el n¨²mero uno. Pero todos mis hijos son geniales. Uno de mis hijos es mi representante; el otro, el t¨¦cnico de sonido que mezcla mis discos. Y mi hija peque?a se sube al escenario a cantar conmigo. Es guap¨ªsima. As¨ª que estoy rodeado de una gran familia. Despu¨¦s de muchos a?os de infelicidad con distintos empresarios que me robaban el dinero, me ment¨ªan, se burlaban de m¨ª y todo eso, ahora estoy rodeado de mi propia familia, y eso est¨¢ muy bien. Esto es ser feliz. Hasta mis nietos trabajan para m¨ª. Por ejemplo, el ¨¢lbum de Duets II lo ha hecho toda la familia: mis nietos han hecho las fotograf¨ªas; uno de mis hijos, como le he dicho, es mi representante; el otro me ha grabado... Pr¨¢cticamente toda mi familia est¨¢ implicada en lo que hago. O, mejor, en lo que hacemos.
Cu¨¦nteme algo sobre su mujer. Mi mujer es maravillosa. Es profesora. Abrimos colegios por todo Manhattan, pero ahora se ha extendido a todo el pa¨ªs y estamos lanzando nuestros programas en todos los colegios p¨²blicos en los que ense?an arte. De esta forma, aunque no sean artistas, por lo menos sabr¨¢n apreciar el arte. Y tenemos un colegio muy bueno que se llama Frank Sinatra School of the Arts, en Astoria (Queens, Nueva York), donde yo me cri¨¦. Un 99% de los alumnos de ese colegio terminan sus estudios, y un 97% va a la universidad. Ayudamos adem¨¢s a muchos otros colegios. Organizamos un acto ben¨¦fico una vez al a?o, y el dinero que recaudamos va a parar a 14 colegios. Y esperamos que pronto haya m¨¢s. Nuestra aspiraci¨®n es lanzar programas de arte en todos los colegios p¨²blicos de Estados Unidos.
Con unas cosas y otras, entre la colaboraci¨®n con sus hijos, sus nietos o su esposa, parece hablarme del comportamiento de su familia como de una familia italiana o algo as¨ª. S¨ª, en eso somos muy italianos. Pero, americanos o italianos, yo tengo la inmensa suerte de que a m¨ª, como artista, me conozcan y admiren en todo el mundo. Aunque, cr¨¦ame, yo tengo una actitud muy humilde respecto a mi ¨¦xito, empezando, desde luego, por considerar algo incre¨ªble que a tanta gente de lugares tan distintos les guste lo que hago. Claro que he trabajado mucho y mi ambici¨®n es mejorar a medida que me voy haciendo mayor, pero esto no es bastante para explicar lo que ha sucedido con mi carrera profesional. Podr¨ªa haberme retirado hace 14 a?os, a los setenta, pero me gusta lo que hago. Y hago, adem¨¢s, que la gente se sienta bien, y eso tambi¨¦n me hace sentirme bien. As¨ª que me siento muy vivo. En ning¨²n sentido estoy aburrido. Si grabas pel¨ªculas, a veces tienes que tirarte seis horas al d¨ªa grabando, estar solo para luego soltar unas frases. Eso es aburrido. Pero con mi forma de trabajo, cantando, actuando como showman, siempre estoy delante de mucha gente. Ellos se sienten contentos y yo me siento vivo. Por otra parte, nunca he sentido la terrible tensi¨®n de querer ser el n¨²mero uno. He aspirado a ser un buen cantante, pero nunca he querido ser el number one. Porque le dir¨¦: cuando intentas llegar a la cima, siempre te empujan hacia abajo. Todo el mundo te empuja hacia abajo. Por eso digo que mi aspiraci¨®n es ser uno de los mejores y no m¨¢s.
?Y no est¨¢ usted harto de que lo comparen desde hace d¨¦cadas con Sinatra y le llamen algo as¨ª como 'el Sinatra dos'? Sinatra ten¨ªa 10 a?os m¨¢s que yo, as¨ª que fue menos mi competidor que mi mentor. En la revista Life dijo que yo era su cantante favorito y me cambi¨® la vida cuando todos sus fans dijeron: "Vamos a ver qui¨¦n es esa persona que le gusta tanto a Sinatra". Desde que lo dijo, he llenado todos los sitios en los que he cantado. Se convirti¨® en mi mentor y en mi amigo. Y eso que yo no formaba parte del Rat Pack, como Dean Martin o Sammy Davis Jr.
H¨¢bleme del 'Rat Pack'. Prefiero no decir nada. Eso era cosa de Las Vegas y yo estaba en Nueva York estudiando durante esa ¨¦poca.
Pero seguro que usted conoc¨ªa qu¨¦ pasaba all¨ª. Por otra parte, usted ha tenido contactos y ha conocido a mucha gente en todo el mundo en sus a?os de profesi¨®n. Efectivamente. Claro que he conocido a mucha gente, y a mucha gente importante en todos los sentidos.
?Y alguna persona le impresion¨® en especial? Pues s¨ª: Pau Casals. Lo conoc¨ª en Puerto Rico. ?l no me conoc¨ªa, pero la gente con la que yo trabajaba entonces me dijo: "Tienes pinta de estar aburri¨¦ndote. ?Qu¨¦ quieres hacer?". Y yo les contest¨¦: "Quiero conocer a Pau Casals". Me invitaron a su casa. No me lo pod¨ªa creer. Era un gran profesor. Me dijo: "?Sabes lo que tienes que hacer?". Yo le contest¨¦ que no. Y respondi¨®: "Si tus or¨ªgenes son muy pobres y te haces famoso, tu labor es ayudar a los pobres. Esa es tu labor. Una vez que te haces famoso, tienes que prestar ayuda a las personas que la necesitan. Mi cantante favorito es Harry Belafonte, porque cuando se hizo famoso intent¨® hacer que el mundo fuera un lugar mejor. Y eso es lo que tienes que hacer t¨²". Segu¨ª su consejo. El otro d¨ªa di un concierto ben¨¦fico con Lady Gaga. Recaudamos 15 millones de d¨®lares para los pobres de Manhattan. Saber que ayudas a los pobres hace que te sientas bien. Y siempre, cuando alguien necesita algo, intento ayudarle.
?Es usted religioso? S¨ª.
?Protestante o cat¨®lico? Las iglesias son importantes, pero en lo que creo es en la naturaleza. La naturaleza es Dios.
Usted es pante¨ªsta entonces. No s¨¦ qu¨¦ significa el pante¨ªsmo. No lo entiendo.
Su creencia religiosa es pante¨ªsta. Bueno, yo me siento universal, yo nunca digo que mi pa¨ªs es mejor que el de los dem¨¢s. Yo siempre digo que Naciones Unidas ha hecho que me vuelva un ciudadano del mundo. En lugar de afirmar que mi pa¨ªs es mejor que el de los dem¨¢s, digo: "Toda la gente es importante. Y todos estamos en el mismo mundo".
No esperaba encontrar a una persona tan beat¨ªfica. Mi vida es muy bonita. Doy gracias a Dios por todo lo que tengo.
Esta actitud es una influencia de su educaci¨®n familiar. ?Qu¨¦ puede decirme de su madre y su padre? Eran tipos geniales. Mi padre muri¨® cuando yo ten¨ªa 10 a?os. Y en Italia era famoso porque cantaba. Dec¨ªan que todo el pueblo lo o¨ªa desde el valle. Mi hermano y yo nos criamos oyendo esas historias y, naturalmente, quer¨ªamos ser cantantes. Esa historia tan hermosa se fij¨® tanto entre nosotros que doy gracias al cielo por lo que me ha sucedido en la vida.
Tras el verano, nueva entrega de la serie de encuentros que Vicente Verd¨² mantiene con figuras de amplia experiencia profesional y vital. Hans Magnus Enzensberger, Phil Collins, Carolina Herrera o Wole Soyinka son algunas de las personalidades que han protagonizado estos careos reposados.

El tipo que dej¨® su coraz¨®n en 'Frisco'
Neoyorquino criado en Queen's,
roz¨® la gloria con su canci¨®n
'I left my heart in San Francisco',
pero jam¨¢s lleg¨® a paladear las mieles
del ¨¦xito de sus colegas 'crooners' como Bing Crosby o Frank Sinatra.
Ha publicado m¨¢s de cien ¨¢lbumes y obtenido 15 'grammys', entre ellos el concedido a toda una carrera.
Adem¨¢s, destaca su obra como pintor y como fil¨¢ntropo. Tres de sus cuadros forman parte de la colecci¨®n permanente del Smithsonian de Washington. Su labor de ayuda a los necesitados le hizo merecedor en 2007 del Premio Humanitario de Naciones UInidas. En colaboraci¨®n con el Departamento de Educaci¨®n de Nueva York, fund¨® la Frank Sinatra School of the Arts, y con su esposa, Susan, ha creado Exploring the Arts para apoyar la educaci¨®n art¨ªstica en escuelas p¨²blicas de Nueva York.
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