Un edil de Francisco V¨¢zquez logr¨® un mill¨®n de euros con una recalificaci¨®n
La familia de Carlos Gonz¨¢lez-Garc¨¦s, concejal del PSOE durante 25 a?os, qued¨® fuera de una expropiaci¨®n y logr¨® multiplicar el valor de una finca
Mucha cola va a traer el fallido proyecto de macrourbanizaci¨®n residencial en el entorno protegido de la Torre de H¨¦rcules que planific¨® el Ayuntamiento de A Coru?a, en plena hegemon¨ªa del exalcalde socialista Francisco V¨¢zquez. La declaraci¨®n del ancestral faro como Patrimonio de la Humanidad, en junio de 2009, acab¨® por dar al traste con lo que Carlos Negreira (PP), tanto como jefe de la oposici¨®n y ahora como regidor, denomina "mamotretos" que rechaza con firmeza. Pero la propia tramitaci¨®n urban¨ªstica del proyecto result¨® tan tortuosa como larga, m¨¢s de una d¨¦cada. Y eso tambi¨¦n ayud¨® a que hoy no est¨¦n erigidos en un lateral del monumento, en la Agra de San Amaro, esas cinco torres de ocho plantas y otra de dos con 333 viviendas y garajes gestadas bajo el mandato de V¨¢zquez.
El ejecutivo local salv¨® la parcela familiar de una expropiaci¨®n
El exconcejal vendi¨® despu¨¦s el solar a Fadesa por 1,63 millones
La familia de uno de sus m¨¢s pr¨®ximos colaboradores, el ahora exconcejal Carlos Gonz¨¢lez-Garc¨¦s Santiso, fue una de las beneficiadas por esa operaci¨®n iniciada a finales de los noventa. Al recalificar el Ayuntamiento, entre otras, una finca familiar del exedil, entonces miembro del gobierno local, ¨¦ste logr¨® venderla por m¨¢s de un mill¨®n de euros de lo que val¨ªa antes de levantar la prohibici¨®n de edificar en ella. Para impedir edificaciones que "puedan entorpecer o degradar vistas de inter¨¦s", la norma urban¨ªstica municipal de 1985 y el vigente Plan Especial de Ordenaci¨®n y Protecci¨®n de la Torre de 1997 establec¨ªan que los solares del entorno se convertir¨ªan, previa expropiaci¨®n, en parques p¨²blicos.
Pero el gobierno de V¨¢zquez, del formaba parte Gonz¨¢lez-Garc¨¦s, decidi¨® excluir como zona verde un ¨¢rea de reparto residencial en la que integr¨® nueve fincas (el Agra de San Amaro, 24.099 metros cuadrados, incluida el solar del exedil) para que "se ordenase mediante bloques evitando tapar vistas cara a la Torre de H¨¦rcules". Y as¨ª apareci¨® recalificada como suelo urbano residencial, y por lo tanto edificable, en el vigente Plan General de Ordenaci¨®n Municipal (PGOM) de 1998. El gobierno local incluso anticip¨® por escrito esa voluntad de edificar en parte del protegido entorno de la torre: firm¨® convenios con algunos due?os del Agra de San Amaro en los que el Ayuntamiento se compromet¨ªa a recalificar ese suelo en el nuevo plan entonces a¨²n en tr¨¢mite. Pero para el resto de los titulares de parcelas del entorno de la torre, por el contrario, el Ayuntamiento aceler¨® la expropiaci¨®n para cumplir con el plan de protecci¨®n del faro y convertir en jardines sus propiedades. En abril de 1998, seis meses antes de entrar en vigor el nuevo PGOM, la Xunta aprob¨® la expropiaci¨®n forzosa.
Al margen quedaron los privilegiados due?os de esas nueve fincas recalificadas para edificar. Una de ellas era, por herencia, de la familia de Gonz¨¢lez-Garc¨¦s. Este entonces miembro del gobierno local, con un poder notarial que le convert¨ªa en representante legal de su madre y hermanos para vender, enajenar o incluso participar en la futura operaci¨®n inmobiliaria, vendi¨® en febrero de 2000 a Fadesa la parcela familiar de 3.488 metros cuadrados. Y pact¨® que su precio final depender¨ªa de la edificabilidad definitiva que le atribuir¨ªa a esa finca el gobierno local que integraba.
En su contrato de compraventa, Garc¨¦s y Fadesa establecieron un precio inicial de 1,482 millones de euros que la inmobiliaria entonces presidida por el coru?¨¦s Manuel Jove pagar¨ªa en cuatro entregas. Dos fueron inmediatas y la ¨²ltima y m¨¢s abultada, por importe de 1,23 millones, quedaba aplazada hasta que el gobierno local integrado por Gonz¨¢lez-Garc¨¦s fijase, en los correspondientes proyectos de compensaci¨®n, el aprovechamiento urban¨ªstico de la finca. Una parte depend¨ªa de la edificabilidad de la futura urbanizaci¨®n de la Agra de San Amaro y la otra de otro pol¨ªgono residencial colindante tambi¨¦n previsto en el plan general de 1998. Pero este ¨²ltimo qued¨® en una mera proyecci¨®n. Dos d¨ªas despu¨¦s de acordar esa venta, se escritura ante notario la agrupaci¨®n de las nueve fincas destinadas a albergarla. Fadesa acude ya como titular de una de ellas y tambi¨¦n el exedil para hacer constar el pago pendiente. En 2001 y 2002, el Ayuntamiento aprueba los estudios de detalles que concretan la urbanizaci¨®n.
Ocho a?os tard¨® el Ayuntamiento, ya gobernado en coalici¨®n por PSOE y BNG, en aprobar, en enero de 2008, el imprescindible proyecto de compensaci¨®n del Agra de San Amaro que concreta la urbanizaci¨®n y adjudica el aprovechamiento urban¨ªstico a cada promotor (son ocho). Garc¨¦s, entonces secretario del gobierno local bipartito, se abstuvo en aquella votaci¨®n "por tener inter¨¦s directo en el asunto". Uno de los pagos pendientes de Fadesa a la familia de Garc¨¦s depend¨ªa de ese proyecto de compensaci¨®n. Y el ¨²ltimo pago, supeditado a un segundo pol¨ªgono que nunca se tramit¨®, bloque¨® durante otros dos a?os la urbanizaci¨®n al impedir que se inscribiese en el Registro de Propiedad el proyecto de compensaci¨®n. Garc¨¦s tuvo que llegar a un acuerdo con los restantes propietarios para salvar ese escollo, que asumiesen parte del pago pendiente de Fadesa y liberar de cargas la finca. Fue mayo de 2009, un mes antes que la Unesco declarase la torre Patrimonio de la Humanidad.
El precio se dispar¨®
Para la familia de Gonz¨¢lez-Garc¨¦s result¨® todo un negocio que su finca en el Agra de San Amaro fuera una de las nueve que el Ayuntamiento excluy¨® del entorno de la Torre de H¨¦rcules libre de edificaci¨®n. Al recalificarse en 1998, el valor del solar familiar se dispar¨®. Mientras, due?os de fincas colindantes fueron expropiados por la v¨ªa forzosa a raz¨®n de 11,36 euros el metro cuadrado, aunque el jurado de expropiaci¨®n elev¨® despu¨¦s a 19,6 euros el justiprecio. Garc¨¦s, por su parte, logr¨® para su familia, con la venta de su parcela a Fadesa, un precio 25 veces m¨¢s elevado. De ser expropiado con el justiprecio su finca hubiese valido al menos 69.000 euros. El contrato con la inmobiliaria fij¨® inicialmente 1,482 millones de euros. Pero fue mayor.
En el acta notarial de 2008, en uno de los intentos de liquidar el ¨²ltimo pago que deb¨ªa Fadesa, el exedil hizo constar que el precio final de la finca, con una edificabilidad de 3.284,3 metros cuadrados, ascend¨ªa a 1,638 millones de euros. Es decir, que se pag¨® a 499 euros el metro cuadrado. Varios expropiados recurrieron, sin ¨¦xito, en los tribunales el trato desigual que supuso que les pagasen los terrenos a precio de suelo no urbanizable.
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