Desamores que rompen el coraz¨®n (y la cartera)

A principios de semana un acuerdo de divorcio entre dos desconocidos sorprendi¨® a los brit¨¢nicos. Un juez dictamin¨® que un empleado de hotel ten¨ªa derecho a recibir 85.000 libras (98.000 euros) de la loter¨ªa de 500.000 (570.000 euros) que acababa de ganar su exmujer. Es un caso excepcional porque el premio no formaba parte de las propiedades del matrimonio, pero parece calderilla al lado de las sentencias de divorcio de algunos poderosos.

En 2006 un multimillonario de seguros bati¨® todos los r¨¦cords. John Charman tuvo que pagar a su exmujer Beberley 55 millones, o sea, aproximadamente lo que se pag¨® por la visita del Papa a Madrid este verano. La mitad fue el precio del sonado divorcio de Paul McCartney y Heather Mills en 2008. El exBeatle pag¨® a Mills 28 millones tras cuatro a?os casados. El precio inclu¨ªa una suma de 19 millones adem¨¢s de una pensi¨®n de 40.000 euros al a?o para su hija Beatrice. Pocos meses m¨¢s tarde otro cantante ingl¨¦s, Phil Collins, tuvo que pagar a su tercera esposa, Orianne Cevey, 29 millones. Era la segunda vez que Collins vaciaba su cartera por un matrimonio fallido. En 1994 pag¨® 19,5 millones despu¨¦s de que trascendiera que dej¨® a su segunda mujer por fax. Esto significa que ha pagado un tercio de su fortuna en divorcios, que se estima en 161 millones.

La jurisprudencia del desamor tambi¨¦n nos ense?a que una infidelidad multiplica la compensaci¨®n recibida. Fue el caso de Mick Jagger y Jerry Hall. Aunque los abogados del rockero aseguraban que no le deb¨ªa nada porque solo estaban casados por el rito hind¨², el descubrimiento de un hijo fuera del matrimonio tras 21 a?os de convivencia convenci¨® al juez de que Jagger deb¨ªa pagar a Hall 11,5 millones.